Hoy te llevamos a visitar las cuatro Basílicas Mayores de Roma, es decir, los cuatro templos que cuentan con mayor rango en la jerarquía católica. Cuentan con un altar en el que sólo el Papa, o su delegado, pueden celebrar la Misa, y una Puerta Santa que se abre sólo durante el Año Santo.

Son también llamadas Basílicas papales y son: San Pedro del Vaticano, San Pablo Extramuros, Santa María la Mayor y San Juan de Letrán, que además es la catedral de Roma.

En este artículo veremos en detalle estas cuatro Basílicas, con consejos sobre qué ver dentro de cada monumento religioso, donde se encuentran, y porqué son imprescindibles de incluir entre los lugares que ver en Roma.

Las cuatro basílicas mayores de Roma

Índice del artículo
  1. Las cuatro basílicas Mayores de Roma (Basílicas Papales)
    1. Archibasílica de San Juan de Letrán
    2. Basílica Santa María la Mayor
    3. Basílica de San Pablo Extramuros
    4. Basílica de San Pedro del Vaticano
  2. Mapa con las cuatro Basílicas Mayores de Roma
  3. Vídeo de las 4 Basílicas de Roma

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Las cuatro Basílicas Mayores de Roma (o Papales)

Como te adelantábamos, las Basílicas Mayores de Roma o Basílicas papales tienen un rango superior dentro de la Iglesia católica y en su altar papal, solo el Papa o algunos sacerdotes pueden celebrar la Eucaristía.

Hay otras dos basílicas papales fuera de Roma, y se encuentran ambas en Asís. El resto de las basílicas de Roma son menores.

El título de basílica mayor fue introducido en el año 1300 por el papa Bonifacio VIII, quien instituyó el Año Santo y estableció grandes remisiones e indulgencias por los pecados por visitar las basílicas de la ciudad de Roma y hacer penitencia para confesar sus pecados en las basílicas de San Pedro y de San Pablo.

En 1350, el papa Clemente VI añadió una tercera gran basílica: San Juan de Letrán, catedral de Roma. Y en el jubileo de 1390, se añadió la Basílica de Santa María la Mayor, la iglesia más antigua dedicada a la Virgen María.

La visita a una de estas cuatro iglesias se ha mantenido como una de las condiciones para ganar la indulgencia plenaria en Año Santo.


Basílica de San Juan de Letrán

La primera de las Basílicas mayores de Roma de la que vamos a hablarte es la Catedral Archibasílica Papal del Santísimo Salvador del Mundo, y de los Santos Juan Bautista y Juan Evangelista en Letrán, conocida como San Juan de Letrán. Fue incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980.

Esta sede episcopal del Papa está dedicada a Cristo Salvador, y junto con palacio que se encuentra a su lado y otros edificios adyacentes, es propiedad de la Santa Sede y tiene el estatus de extraterritorialidad dentro del Estado italiano.

Bonifacio VIII celebró el Primer Jubileo de la historia, proclamándolo en San Juan de Letrán el 22 de febrero del año 1300.

San Juan de Letrán fue consagrada por el Papa San Silvestre en el año 324, por lo que es considerada la basílica más antigua de Roma. Es también la que posee el rango más alto de las cuatro, y ostenta el título de Omnium urbis et orbis ecclesiarum mater et caput, que quiere decir madre y cabeza de todas las iglesias de la ciudad de Roma y de toda la tierra.

El Papa celebra algunas ceremonias litúrgicas en este lugar como, por ejemplo, la misa de la Cena del Jueves Santo, o la misa de la fiesta del Corpus Christi.

Su nombre Letrán deriva del lugar donde se construyó, propiedad de la familia noble de los Laterani, y que fue donada al obispo de Roma.

El templo que podemos ver en la actualidad es de estilo barroco, resultado del diseño del genial Francesco Borromini entre 1660 y 1730. Su estilo es rico en decoraciones, pero con el equilibrio de las formas, las perspectivas, la luz y los espacios arquitectónicos.

Cuenta con dos fachadas, la principal es una reforma del siglo XVIII del arquitecto Alessandro Galilei, y sigue el estilo de la basílica de San Pedro. En ella destaca su balaustrada superior con las estatuas de Cristo, y a sus lados San Juan Evangelista y San Juan Bautista y los doctores de la iglesia. Y la fachada secundaria está ubicada junto a un gran obelisco que fue traído por Sixto V desde el Circo Máximo, donde estaba partido en tres.

Basílica de San Juan de Letrán de Roma

Basílica de San Juan de Letrán de Roma

El interior está dividido en cinco naves con amplio crucero y un bello ábside, restaurado en el XIX, en tiempos de León XIII.

La decoración y la arquitectura de sus 130 metros de largo, fue hecha como te decíamos por Borromini. Impresionan los nichos que recorren el lateral de la nave principal con las gigantescas estatuas de los Apóstoles. Sobre ellos hay pinturas que relatan escenas del Nuevo y Antiguo Testamento, que se inspiran en la ya presente durante la época imperial.

A los lados, y con diferentes estilos y épocas de construcción, se encuentran las naves y capillas menores. En muchas de ellas se conservan algunas de las reliquias más preciadas del templo.

Cubriendo la nave central, un techo de madera dorado realizado por Pirro Ligorio (1562) y no dejes de fijarte en el suelo que es de estilo cosmatesco.

En el centro un sublime baldaquino gótico realizado por Giovanni di Stefano en la segunda mitad del siglo XIV. Tiene un relicario en el que se conservan las cabezas de San Pedro y San Pablo.

Bajo el altar papal está enterrado el Papa Martín V, bajo cuyo pontificado se abrió por primera vez la Puerta Santa en esta basílica. Y también una losa sobre la que el primer Papa San Pedro, y los siguientes celebraban misa.

En el ábside hay un mosaico copia del medieval, realizado bajo el pontificado de León XIII. El original fue encargado por el papa Nicolás IV, en el siglo XIII, quien está representado a los pies de la Virgen. En el centro se ve el rostro del Salvador, rodeado de Ángeles, y la cruz enjoyada, símbolo de la muerte y resurrección de Cristo, rodeada de agua y símbolos propios del sacramento del Bautismo.

En el fondo del ábside está la cátedra, el trono episcopal del obispo de Roma, hecho de mármol y mosaicos y rodeado de una bella sillería de madera bajo los órganos.

Basílica de San Juan de Letrán de Roma

Basílica de San Juan de Letrán de Roma

Basílica de San Juan de Letrán de Roma

Basílica de San Juan de Letrán de Roma

Basílica de San Juan de Letrán de Roma

Basílica de San Juan de Letrán de Roma

Además, puedes visitar el claustro, que con sus 36 metros de lado, es el más grande de Roma. Fue construido entre 1215 y 1232 y decorado con preciosas columnas de mármol talladas por una de las familias de canteros de Roma, los Vassalletto.

En él se exhiben losas de tumbas y piezas de excavaciones romanas y paleocristianas y en el centro del jardín se encuentra el pozo de la Samaritana, una joya del siglo IX.

Además de la Basílica de San Juan de Letrán, este complejo comprende el baptisterio en un edificio independiente, el Palacio de Letrán, propiedad del Papa. Y el edificio que alberga la Escalera Santa, que según la tradición son los mismos escalones que subió Cristo en el palacio de Poncio Pilato y fueron traídos de Tierra Santa.

El Baptisterio Lateranense o San Juan en Fuente se construyó tras la libertad de culto concedida a los cristianos por el emperador Constantino en el año 313 d.C.

Baptisterio de San Juan de Letrán

Basílica de Santa María Mayor

La Basílica de Santa María La Mayor (Santa Maria Maggiore) es la Iglesia Romana Católica dedicada a la Virgen María más grande de Roma. Hay muchas otras iglesias marianas, pero esta no solo es grande en tamaño, si no en arte. En 1990 fue incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

Esta es otra de las basílicas mayores de Roma y junto con las otras tres, es propiedad de la Santa Sede y vigilada por los agentes policiales de la Ciudad de El Vaticano.

La Basílica de Santa María Mayor se encuentra en lo alto del monte Esquilino, lugar que según la tradición la Virgen se apareció en los sueños del papa Liberio indicándole que construyera una iglesia donde encontrara nieve. No es habitual ver nieve en Roma, y menos en sus calurosos veranos, sin embargo, el Papa la encontró en este monte en agosto y mandó construir la iglesia con el nombre "Nuestra Señora de las Nieves".

Tras el fin del papado de Aviñón. al regresar estos a Roma, esta fue su residencia temporal, ya que el Palacio de Letrán no estaba en condiciones. Posteriormente se trasladó al palacio del Vaticano.

La basílica se construyó ya durante el pontificado del Papa Sixto III, en el siglo V, le fue añadido el transepto en el siglo XIII por el Papa Nicolás IV, y en los papados sucesivos se siguió reformando.

Cuenta con dos impresionantes fachadas, la principal, que da a la plaza del mismo nombre, fue encargada al arquitecto florentino Ferdinando Fuga por Benedicto XIV en 1743. El campanario románico con sus 75 metros es el más alto de Roma y su construcción se inició por orden de Gregorio XI en 1370, en su regreso a Roma desde Aviñón.

Delante de una de ellas hay una columna que pertenece a la Basílica de Majencio del Foro Romano, con la imagen de la Virgen.

Tiene un gran pórtico barroco con cinco aperturas y al lado izquierdo se encuentra la Puerta Santa, donada a la basílica por la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén.

Sobre el pórtico se encuentra la gran Logia de las Bendiciones, con tres arcos y una balaustrada con la estatua de la Virgen con el niño Jesús en el centro, santos y papas. En este lugar se encuentran unos mosaicos que narran el milagro de la nieve, realizados por Filippo Rusuti alrededor del año 1300, y que formaban parte del edificio anterior .

Basílica de Santa María Mayor de Roma

Basílica de Santa María Mayor de Roma

Su interior tiene de tres naves separadas por 20 columnas a cada lado, unidas con un bello arquitrabe, sobre el que hay pequeños paneles con mosaicos que representan un ciclo de historias del Antiguo Testamento, y sobre ellos las ventanas.

Y fíjate también en el suelo cosmatesco del año 1288 y en el fantástico artesonado de madera dorada del techo de Giuliano da Sangallo. Y por supuesto el Altar Mayor, con la desapercibida tumba del arquitecto Gian Lorenzo Bernini, a su izquierda, y él precioso baldaquino.

Bajo el altar está la cripta de Belén con un altar y asientos para celebrar la eucaristía. En ella celebró su primera misa como sacerdote San Ignacio de Loyola en 1538. Allí está enterrado San Jerónimo, doctor de la iglesia, quien tradujo la Biblia al latín en el siglo IV. Y al fondo, en un maravilloso relicario de cristal con un niño de oro del orfebre Giuseppe Valadier (1762-1839), se veneran trozos del pesebre que, según la tradición, acogió al Santo Niño de Belén.

Hay capillas impresionantes por las que debes pasar, como la Capilla Borghese, la Capilla Sforza, la Capilla Cesi, la Capilla del Crucifijo, la Capilla Sixtina (del Papa Sixto V) y la Capilla Paulina (del Papa Pablo V). En ellas están sepultados varios papas, entre ellos Clemente VIII, Paulo V y San Pío V.

En el año 2001, bajo el pontificado del Papa Juan Pablo II, se realizó un Museo con muchas otras obras de arte de gran valor.

Basílica de Santa María Mayor de Roma

Basílica de Santa María Mayor de Roma

Basílica de Santa María Mayor de Roma

Basílica de Santa María Mayor de Roma

Basílica de Santa María Mayor de Roma

Basílica de Santa María Mayor de Roma

Basílica de Santa María Mayor de Roma

Basílica de Santa María Mayor de Roma

Basílica de San Pablo Extramuros

La tercera de las basílicas mayores de Roma es la de San Pablo Extramuros, mandada construir por el emperador Constantino en el siglo IV para albergar la tumba de San Pablo.

Es la iglesia más grande de Roma después de San Pedro, mide 131,66 metros, 65 de ancho y 29,70 de alto. Y se encuentra lejos del centro de la ciudad extramuros, de donde deriva su nombre.

Al templo se le fueron añadiendo bellos mosaicos y frescos y llegó a ser uno de los edificios más extraordinarios de Roma. Pero en 1823 un incendio asoló su patrimonio, sus restos fueron comparados por el gran novelista Stendhal, que se encontraba en Roma, con "la triste música de Mozart".

El papa León XII se ocupó de la reconstrucción del edificio con donaciones de todo el planeta, pilares de alabastro de Egipto, y la malaquita y lapislázuli del tabernáculo de Rusia. La fachada principal fue acabada por el gobierno italiano, declarando la iglesia monumento nacional.

Su restauración duró más de un siglo y lo que vemos en la actualidad es del siglo XIX, aun así, su monumentalidad te dejará con la boca abierta.

Una de las fachadas es la denominada cuadripórtico con una fila de columnas a la entrada, doble a los dos lados y triple en el lado opuesto. Estas rodean un jardín con la estatua de San Pablo de mármol de Carrara, realizada por Giuseppe Obici.

Basílica de San Pablo Extramuros, Roma

Basílica de San Pablo Extramuros, Roma

El interior está compuesto por cinco naves con 80 columnas de granito de una sola pieza. Y alrededor de la nave central y el transepto hay grandes medallones con las efigies de todos los pontífices, desde San Pedro al papa Francisco, podrás ver algunos vacíos, para los futuros papas.

Estos medallones son mosaicos sobre fondo dorado, y la idea ya estaba presente en el templo original. También puedes ver 36 frescos con algunos episodios de la vida de San Pablo, completados en 1860.

Basílica de San Pablo Extramuros, Roma

Basílica de San Pablo Extramuros, Roma

En el Altar Mayor se encuentra el bello Ciborio gótico de Arnolfo di Cambio de 1285, está formado por cuatro columnas de pórfido rojo que sostienen la cubierta con mosaicos y estatuas. Bajo él se encuentra la tumba de San Pablo.

Basílica de San Pablo Extramuros, Roma

Basílica de San Pablo Extramuros, Roma

Basílica de San Pablo Extramuros, Roma

En el ábside, se encuentra el mosaico encargado por el Papa Inocencio III, finalizado en tiempos del Papa Onorio III. El Salvador bendice con el libro del Evangelio abierto en la mano derecha y a los lados se encuentran San Pedro y San Pablo, el Apóstol Andrés y el Evangelista Lucas.

Basílica de San Pablo Extramuros, Roma

Puedes aprovechar para visitar el claustro del siglo XIII, llamado el Vassalletto al que no afectó el gran incendio. Bellas columnas, todas diferentes entre ellas, que sostienen pequeños arcos de medio punto, rematados por una cornisa decorada con mosaicos maravillosa.

En él podrás ver numerosas esculturas, sarcófagos y restos arquitectónicos de la antigua basílica y restos arqueológicos de la cercana necrópolis ostiense. Uno de los más admirados es un sarcófago con escenas del desafío y del suplicio de Marsias.

Basílica de San Pablo Extramuros, Roma

Basílica de San Pedro

Y llegamos a la última de las Basílicas Mayores de Roma, la Basilica Papale di San Pietro in Vaticano o Basílica de San Pedro, para abreviar.

El lugar donde se encuentra actualmente la Basílica de San Pedro era el lugar donde se encontraba el Circo de Nerón. La tradición católica de los Padres de la Iglesia afirma que Pedro murió martirizado en este circo y a principios del siglo IV y enterrado en las inmediaciones. El emperador Constantino I el Grande mandó construir una gran basílica sobre su sepultura, origen de la actual.

El tiempo fue pasando por el templo y la iglesia original de San Pedro fue demolida en 1506, varios fueron los encargados de realizarla que fueron sucediéndose: Donato Bramante, Rafael, Antonio del Sangallo o Miguel Angel. Y finalmente Carlo Maderno quien la amplió y Gian Lorenzo Bernini quien hizo la mayoría de las decoraciones. En 1626, finalmente se completó la estructura.

La plaza que lo acoge es grandiosa, un ejemplo de arquitectura y urbanismo barroco, y lugar de encuentro de miles de fieles de todo el mundo. Este lugar tiene dos partes, el edificio que acoge la basílica y el atrio en forma de óvalo de Borromini que “abraza” a la plaza, con el obelisco egipcio en el centro. Cuenta con 284 columnas y 88 pilastras que sostienen un arquitrabe decorado con 96 estatuas de mármol.

Basílica de San Pedro del Vaticano

Basílica Mayor de Roma, San Pedro del Vaticano

La Basílica de San Pedro está precedida por un atrio con cinco puertas de bronce, la de la derecha es la “puerta sagrada”, solo se abre para grandes celebraciones. También allí podrás ver restos del mosaico de la Navi Celli de Giotto del siglo XIII.

El interior es fantástico, merece la pena que le dediques bastante tiempo a admirarlo todo, porque hay mucho que ver y de un valor artístico incalculable.

Basílica de San Pedro del Vaticano

En la intersección de las naves se encuentra el baldaquino que alberga el altar papal. El Papa Urbano VIII se lo encargó a Gianlorenzo Bernini para ubicarlo sobre el lugar donde se halla la tumba de San Pedro, bajo la gran cúpula que había erigido Miguel Ángel.

El baldaquino o ciborio de San Pedro fue construido entre 1624 y 1633, y cuenta con cuatro columnas salomónicas de 20 m de altura recubiertas con volutas, hojas de laurel y racimos naturalistas. En el entablamento hay unos angelotes, y un grupo escultórico de dos querubines en cuyas manos está la tiara papal y las llaves de San Pedro. Un segundo entablamento corona el conjunto con un orbe y una cruz que simbolizan la universalidad de la Iglesia.

La cátedra papal es también de Bernini, un diseñó de bronce dorado cuyas patas están engalanadas con bandas de marfil talladas en la Escuela de Tours.

Basílica de San Pedro del Vaticano

Basílica de San Pedro del Vaticano

Basílica de San Pedro del Vaticano

Sobre el baldaquino se abre la cúpula de Miguel Ángel Buonarroti, y terminada, tras su muerte por el arquitecto Giacomo della Porta y Domenico Fontana. Tiene doble casquete con un espacio vacío entre ambos, y está rematada con la linterna que cuenta con una gran esfera de bronce dorado coronada por una cruz.

Desde el interior, en el friso de la base de la cúpula, se puede leer en grandes letras azules sobre fondo dorado: “Tv es petrvs et svper hanc petram aedificabo ecclesiam meam et tibi dabo claves regni caelorvm” (Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y te daré las llaves del Reino de los Cielos).

La decoración de la gran cúpula fue dirigida por Marcello Provenzale por orden del Papa Clemente VIII. Bellos mosaicos de diferentes artistas cubren una superficie de unos 3000 m2, divididos en dieciséis espacios separados por un cielo dorado con estrellas y representaciones del Padre Eterno en el centro, serafines, ángeles, querubines, la Virgen, santos, patriarcas y obispos.

Puedes reservar una visita guiada por la Basílica de San Pedro con subida a la cúpula pinchando en este enlace.

Basílica de San Pedro del Vaticano

Tendrás la oportunidad de visitar la Basílica de San Pedro saltándose las largas colas en la entrada con a su grandiosa. Y también llegar a la cima de esta y disfrutar de las impresionantes vistas de la ciudad.

En la parte derecha del baldaquino de Bernini hay una escalera y esta conduce a la cripta bajo la iglesia, que es el lugar donde muchos papas están enterrados. Y no dejes de admirar el resto de las cúpulas y los suelos.

Basílica de San Pedro del Vaticano

Basílica de San Pedro del Vaticano

También puedes ver la tumba de Alejandro VII, sobre la puerta de entrada está la que fue la última obra de Bernini, un esqueleto sosteniendo un reloj de arena. Con ella Bernini expresó lo inevitable que es la muerte.

Basílica de San Pedro del Vaticano

Una de las obras que más nos llamó la atención en el interior es la Piedad de Miguel Ángel, que representa a María abrazando a un moribundo Jesucristo, una obra que te impresionará por mucho que la hayas visto en fotografías.

Basílica de San Pedro del Vaticano

Bajo la nave, en la cripta, además de la ya citada tumba de San Pedro, hay casi 150 tumbas de papas, y una gran parte es visitable.


Mapa con las cuatro Basílicas Mayores de Roma


Vídeo

La visita a las Basílicas Mayores de Roma tiene muchos más motivos que los meramente católicos, ya que además de la arquitectura de estos fantásticos edificios, podrás ver obras maestras de arte únicas. Son verdaderos museos de la historia del arte que no te puedes perder.