En el Alentejo hay un montón de localidades con gran encanto, entre ellas Vila Viçosa, una de las tres ciudades de mármol de Portugal, junto con Borba y Estremoz.
Descubre con nosotros que ver en Vila Viçosa, te va a sorprender su conjunto histórico con un patrimonio arquitectónico formado entre otras maravillas su castillo y el resplandeciente Palacio Ducal. Merece la pena recorrer sus calles, ya que pertenece por méritos propios a la lista de los Pueblos con encanto de Portugal. ¿Vamos?
- Dónde está Vila Viçosa
- Un poco de historia
- Qué ver en Vila Viçosa
- Convento de São Paulo
- Iglesia de San Bartolomeo
- Plaza de la República
- Iglesia de la Misericordia
- Rua de Antonio José de Almeida
- Museo de arte sacro
- Palacio Ducal
- Convento de las Chagas – Pousada D. João IV
- Convento de los Agustinos
- Porta dos Nós
- Pasos del Via Crucis
- Muralla
- Santuario de Nuestra Señora de la Concepción
- Castillo
- Excursiones en Vila Viçosa
- Vídeo con todo lo que ver en Vila Viçosa
- Qué ver en el Alentejo
Dónde está Vila Viçosa
Esta es la ubicación de Vila Viçosa, una ciudad y un municipio del distrito de Évora, región de Alentejo, comunidad intermunicipal de Alentejo Central, en Portugal.
Un poco de historia
Vila Viçosa es una ciudad fortificada que se creó alrededor del castillo que ordenó levantar D. Dinis tras la reconquista, alrededor de 1217. Ya en el siglo XV pasó a pertenecer al Ducado de Bragança y Don Fernando, su segundo duque, va a vivir allí con su corte, sus familias y muchos funcionarios.
Esto supuso una inyección económica gracias a los rendimientos del patrimonio de los Bragança. Se comienza a cuidar el urbanismo y se construyen muchos palacios para la nobleza, conventos e iglesias. Sobre todo, en la época del cuarto duque, D Jaime, quien contribuyó mucho para el desarrollo de Vila Viçosa.
Doña Carolina de Braganza intentó quedarse con el trono portugués, al acabarse la dinastía de los Avis. Pero, en 1580, Felipe II de España lo tomó por la fuerza quedando incorporado a los Austrias.
En 1637, el VIII duque de Braganza, Joao IV, encabezó la conspiración de la nobleza portuguesa contra Felipe IV de España, siendo proclamado rey de Portugal y venciendo en la batalla de Montijo a España en 1644.
Vila Viçosa fue durante siglos sede de la Casa de Bragança, que pasó a ser Casa Reinante, con el octavo Duque de Bragança. Este fue nombrado rey de Portugal con el nombre de D. João IV, en 1640.
La Corte se traslada a Lisboa y muchas de las riquezas del Palacio Ducal son llevadas al Palacio de la Ribera, otras van para Sintra y Mafra. Aunque para la familia real era uno de los preferidos para pasar temporadas fuera de Lisboa.
João IV, en agradecimiento a la victoria, coronó la imagen de Nuestra Señora de la Concepción, declarándola patrona de Portugal. A partir de entonces los reyes de Portugal dejaron de usar la corona real.
La Casa de Braganza permaneció en el trono hasta la proclamación de la república en 1910. A partir de entonces Vila Viçosa comenzó a decaer. Pero la explotación del mármol y la aceituna, y la apertura del Palacio Ducal al público, hizo que la población floreciese.
Qué ver en Vila Viçosa
Vamos a recorrer los principales lugares que ver en Vila Viçosa, seguro que te van a encantar todos los rincones y sus monumentos.
Convento de São Paulo
Tras aparcar el coche en la Plaza de Dom João IV, contemplamos el antiguo convento de São Paulo fundado en el siglo XVI, y adaptado a fábrica de refinación de aceite de oliva en el siglo XIX.
A pesar de ello quedan muchos vestigios del antiguo convento, y será transformado en un hotel de lujo con spa, piscina exterior e interior y restaurantes.
Iglesia de San Bartolomeo
La Iglesia de San Bartolomeo, es también llamada San Juan Evangelista y fue colegio de los jesuitas. Su sencilla fachada está recubierta del mármol de la región y está coronado con dos grandes torres y en el centro el reloj que estuvo en la Torre del Homenaje del Castillo. En el interior, destaca entre los muros blancos, el retablo de madera dorada del siglo XVII.
Plaza de la República
Frente a ella se abre la plaza de la República, centro neurálgico de la población, que une la parte baja de Vila Viçosa con su castillo. Más que una plaza, es una gran avenida, pavimentada en mármol con bancos tallados en piedra. Un lugar perfecto para pasear a la sombra de sus naranjos, en la que puedes ver rincones interesantes y en la que no faltan los restaurantes con terrazas.
Al final de la plaza a la derecha se encuentra el Cine-Teatro Florbela Espanca inaugurado el 29 de julio de 1957. Lleva el nombre de la escritora y poeta portuguesa Florbela Espanca precursora del movimiento feminista portugués.
Iglesia de la Misericordia
En el centro de la plaza se encuentra la Iglesia de la Misericordia, del siglo XVI, con fachada renacentista y bellos alicatados en el interior. En la actualidad, además de seguir utilizándose la iglesia, sus dependencias anexas se utilizan como centro de salud.
Rua de Antonio José de Almeida
Una de las calles perpendiculares a la plaza, y que nos encantó, es la Rua de António José de Almeida. Tiene un suelo empedrado haciendo bonitos dibujos y casas encaladas, con franjas amarillas rodeando ventanas y puertas.Entre ellas, descubrimos una con una preciosa decoración modernista, que nos encantó.
Este tipo de decoración con franjas amarillas y también en algunas zonas azules, es muy típica de Portugal. Entre las cosas que ver en Óbidos, encontrarás un montón de calles repletas de ellas.
Museo de arte sacro
Nos dirigimos a la Rua Florbela Espanca, calle perpendicular de la plaza de la República, para ver uno de los museos que ver en Vila Viçosa. Se trata del Museo de Arte Sacro, alojado en la Iglesia de Santa Cruz, en cuyo interior hay una interesante colección de objetos litúrgicos y representaciones iconográficas de la Virgen.
Palacio Ducal
Llegamos a la plaza ducal, que mide 16000 m2, e impresiona su luminosidad y su amplitud. En el centro se encuentra la estatua ecuestre de João IV, el duque de Bragança que acabó siendo rey.
Al fondo el Palacio Ducal, sin duda uno de los imprescindibles que ver en Vila Viçosa. La zona elegida para construirlo estaba extramuros, y en ella crecían los olivares y abundaba el agua.
El palacio Ducal está inspirado en el renacimiento italiano, su fachada de mármol tiene 110 metros de largo y tres alturas. Lo comenzó a construir en 1501, D. Jaime cuarto duque de los Braganza.
Puedes hacer una visita guiada por 50 habitaciones de las 78 que contiene, y admirar en ellas bellas pinturas de miembros de la familia, cerámica de Talavera, tapices flamencos, frescos en paredes y techos, porcelanas orientales, armería antigua o muebles portugueses de los siglos XVII y XVIII. Aunque muchos de ellos fueron trasladados a Lisboa, al ser nombrado rey João V y el Palacio dejó de ser la residencia permanente de los Duques de Braganza.
Puedes ver diferentes aposentos entre los que destaca la sala de los Duques, con techos decorados con pinturas de Giovanni Domenico Dupra que encargó João V. La biblioteca en la que hay una excelente, y rara, colección que Manuel II recopiló. La Capilla del Palacio, con decoraciones del siglo XVI. Y también puedes ver parte de los amplios jardines por las ventanas y otra parte de ellos al salir. En el interior no se puede hacer fotos.
El Palacio fue remodelado a finales del siglo XIX, ya que la familia real comenzó a volver a pasar temporadas, hasta que fue cerrado con la abolición de la monarquía y la llegada de la República en 1910.
Debido a la voluntad testamentaria de D. Manuel II, se creó la Fundação da Casa de Bragança, y, alrededor de 1940, el Palacio Ducal reabrió con visitas al público.
Horario del Palacio Ducal de Vila Viçosa
Lunes cerrado
Martes de 14:30 a 17:00/17.30
De octubre a marzo de miércoles a domingo de 10 a 13 y de 14 a 17
Resto del año de miércoles a domingo de 10 a 13 y de 14:30 a 17:30
Convento de las Chagas – Pousada D. João IV
En la plaza, y situado a la izquierda del palacio ducal, se encuentra el Real Convento de las Chagas de Cristo. Fue construido en 1514 por D. Jaime, para ser utilizado como panteón de las Duquesas de Bragança. Y En la actualidad, el convento alberga la Pousada D. João IV.
Años después, concretamente en 1535, fue habitado por las clarisas del Monasterio de Nossa Senhora da Conceição de Beja. Y a él llegaban jóvenes nobles, para acogerse a la vida religiosa.
Su iglesia está cubierta con azulejos policromados de 1626, y el retablo contiene tallas doradas y pinturas del siglo XVI. Esta, junto con sus claustros, fue clasificada en 1944 como monumento nacional.
Convento de los Agustinos
También en la plaza se encuentra el Convento de los Agustinos, construido en 1267, durante el reinado de D. Afonso III y por lo tanto el primero de Vila Viçosa. Está dedicado a Nossa Senhora da Graça y fue llevado por la Orden de los Eremitas Calçados.
Fue reformado, en 1501, cuando se comenzaron las obras del Palacio Ducal ya que su fachada daba al Terreiro do Paço.
La iglesia del convento, a partir de 1677, se convirtió en el Panteón de los Duques de Bragança, y todavía allí se encuentra el sepulcro de D Afonso, primer duque de Bragança, D. Afonso.
Porta dos Nós
Bordeamos ahora el muro del palacio Ducal para ver la Porta dos Nós, una de sus puertas de salida construida por el cuarto Duque de Bragança, D. Jaime.
La Porta dos Nós se encuentra flanqueada por dos robustas columnas de esquisto, unidas por cordones de mármol, y rematadas por tres curiosos nudos de piedra. Está perfectamente conservada y tiene una gran significado histórico-artístico.
Pasos del Via Crucis
Regresamos por la avenida de los Duques de Bragança, para visitar el castillo, y de camino vimos esta pequeña capilla.
Es una de las cinco capillas que quedan, de las siete construidas en el siglo XVII, durante la expansión de la ciudad. Un importante legado de la arquitectura religiosa, en este caso barroca, y de las formas de devoción del Alentejo.
Este tipo de arquitectura sigue el ejemplo de los Passos de Évora, Borba, Redondo y Estremoz.
Son estaciones de un Vía Crucis, mandadas construir por la Hermandad del Senhor Jesus dos Passos, un camino espiritual que en la actualidad recorre una procesión. Cuentan con un pórtico barroco de mármol, con un frontón decorado, con un pequeño espacio interior de planta cuadrada con pinturas, estucos y azulejos.
Muralla
La villa original está cercada por una muralla de estilo gótico y planta más o menos rectangular en la zona del castillo.
Cuenta con almenas y está rodeada por un adarve, al que se accede por escaleras interiores a los muros. Tiene cinco puertas, tres ceñidas por cubos semicirculares, una tapiada flanqueada por cubos cuadrangulares que sobresalen de la muralla, y la otra está situada junto a una torre albarrana de planta cuadrada que está conectada a la muralla por un pasadizo elevado.
En el interior de la muralla se encuentra la villa medieval, una de las zonas más bonitas que ver en Vila Viçosa. Tiene sencillas casas encaladas con franjas azules, amarillas y suelos empedrados. Entre sus casas se encuentra la Iglesia de la Concepción y tras ella el cementerio.
Santuario de Nuestra Señora de la Concepción
La iglesia de Nuestra Señora de la Concepción fue construida en 1569 y terminada por João IV, es el principal templo que ver en Vila Viçosa y en ella el mármol regional predomina en el material utilizado para su construcción.
El interior guarda la imagen de la Patrona de Portugal y es uno de los más importantes lugares de culto mariano de Portugal. Se le conoce también como Solar da Padroeira (patrona en portugués).
Esta devoción comenzó con el Condestable del Reino, Nuno Álvares Pereira, quien mandó construir el templo a finales del siglo XIV para celebrar la victoria portuguesa sobre los castellanos en Aljubarrota de 1385. La imagen de había sido comprada por él en Inglaterra.
En esos tiempos era la iglesia de Nossa Senhora do Castelo, y entre 1569 y 1606 fue reformada añadiéndole la fachada manierista actual. El interior cuenta con retablos manieristas y rococós y el altar mayor contiene un magnífico retablo de 1751 en cuyo centro se encuentra la Patrona: la Inmaculada Concepción.
Bajo esta imagen el rey D. João IV depositó su corona, consagrando al reino a su protección y dejando los reyes desde aquel momento de llevar corona.
D. João también mandó construir el magnífico Monasterio de Batalha como agradecimiento por haber ganado la batalla de Aljubarrota. Una visita obligada en Portugal en la que podrás admirar entre otras cosas, las Capillas Imperfectas, una verdadera joya.
Castillo
Al fondo de la muralla, se encuentra el lugar con más historia que ver en Vila Viçosa: su Castillo artillero.
Sus orígenes son de 1270, y D. Dinis lo completaría, siendo sus siguientes propietarios los Duques de Bragança que lo utilizaban como vivienda a partir de 1422. Pero D. Jaime de Bragança, hijo del duque ejecutado, construyó el actual Palacio Ducal, para residir en él, así todo realizó mejoras en sus defensas.
Tiene planta cuadrada irregular, torres cilíndricas abiertas con cañoneras en los ángulos opuestos, patio rectangular en el interior y foso. Lo protege una línea de defensa construida en la Guerra de Restauración, con planta en estrella irregular compuesta por siete tenazas y una cortina que las conecta, de la que solo queda parte.
En su fachada principal hay un puente levadizo que conduce al portón y en la lateral izquierda hay otra entrada parecida pero más sencilla.
En la actualidad, al igual que el Palacio Ducal, es propiedad de la Fundación de la Casa de Bragança y su interior alberga el Museo de la Caza y el Museo de Arqueología. Puedes visitarlo y contemplar además el interior, el patio con la cisterna y el pozo, una galería abovedada y los tres pisos revocados en mármol.
Excursiones en Vila Viçosa
Vídeo con todo lo que ver en Vila Viçosa
Qué ver en el Alentejo
Alentejo en portugués significa “detrás del río Tajo”, y tiene un montón de poblaciones que han conservado su folclore y que merece la pena conocer. Algunos ejemplos de poblaciones del Alentejo que te recomendamos visitar son:
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Y hasta aquí todo lo que ver en Vila Viçosa y en el Alentejo, una zona de Portugal extraordinaria que conserva tradiciones ancestrales, una gran historia, una arquitectura que te sorprenderá, y por supuesto su gastronomía, que te dejará encantado.
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