Hoy vamos a la provincia de Ourense a visitar el Monasterio de San Salvador de Celanova, fundado por San Rosendo en el siglo X, a cuyo alrededor se fue formando la población.

Una de las cosas más interesantes de este gran complejo monástico barroco, es que, a su enorme valor artístico, hay que sumarle el de la Capilla de San Miguel, una joya mozárabe que se conserva sin cambios desde sus orígenes en el siglo X.

El Monasterio de Celanova y la capilla de San Miguel

Índice del artículo
  1. Dónde está el Monasterio de San Salvador de Celanova
  2. Dónde está la Capilla de San Miguel de Celanova
  3. Un poquito de historia
  4. El Monasterio de Celanova
      1. Fachada principal
      2. Visita al interior del Monasterio de Celanova
  5. Horarios de visita del Monasterio de San Salvador y Capilla de San Miguel
  6. Vídeo resumen del Monasterio de San Salvador de Celanova
  7. Dónde comer
  8. Qué ver cerca del Monasterio de Celanova

Dónde está el Monasterio de Celanova

Esta es la ubicación del Monasterio de Celanova. Este impresionante conjunto, se encuentra en la Comarca de Tierra de Celanova, en la provincia de Ourense, comunidad autónoma de Galicia.


Dónde está la Capilla de San Miguel de Celanova

La Capilla de San Miguel de Celanova se encuentra en el interior del monasterio, concretamente en su huerta, para verla tienes que hacer la visita guiada al monasterio, y se accede a ella por una de las puertas del claustro.


Un poquito de historia

San Rosendo, obispo de Mondoñedo y de Santiago poseía una gran cantidad de dominios, monasterios, prioratos e iglesias, y fundó el Monasterio de Celanova en unos terrenos de su hermano el Conde Froila Gutierrez.

Su construcción se hizo entre los años 936 y 942, aunque en poco se parecía a lo que en la actualidad podemos ver, ya que los familiares de San Rosendo y los reyes asturleoneses, fueron haciendo importantes donaciones que les permitieron ir creciendo y ampliando dependencias. De el primitivo monasterio sólo queda la capilla de San Miguel.

No fue su primera fundación, ya que lo había hecho con anterioridad con el Monasterio de San Juan de Caaveiro. Para ello trajo a un grupo de monjes de San Estevo de Ribas de Sil, y nombró abad a San Franquila, bajo la regla de San Benito. Él mismo ingresó después y la muerte de Franquila, en el año 959, pasó a ser abad.

Un importante periodo de esplendor llegó a partir de 1506, en los que el Monasterio de Celanova se uniese a la Congregación de Castilla. Tanto, que el rey Carlos I, consideró la idea de retirarse en él, aunque finalmente, como todos sabemos, lo hizo en el Monasterio de Yuste.

Importantes reformas fueron sucediéndose entre los siglos XVII y XVIII debido a su bonanza económica, lo que llevó a la reconstrucción de todo el monasterio. Pero la desamortización frenó este crecimiento y quedó abandonado.

El concejo pasó a ser el propietario, la iglesia pasó a ser parroquia, y el resto de las instalaciones pasaron a propiedad de instituciones públicas, y se dedicaron principalmente a la enseñanza.

En la Guerra Civil española, fue utilizado como prisión por el bando sublevado y tuvo en su interior, durante ocho años, a 1300 presos procedentes principalmente de Asturias.

Hoy en día, el edificio está remodelado y en las diferentes dependencias monacales se alojan diferentes instituciones municipales y regionales, como lo es el propio ayuntamiento, la oficina de turismo, el servicio gallego de colocación, la biblioteca, y un instituto de secundaria. Por ello hay algunas partes que no se visitan, aunque no debe de preocuparte, porque lo más interesante, si que se puede ver.


Exterior del Monasterio de San Salvador de Celanova

El monasterio de Celanova está realizado con sillares bien tallados que forman uno de los más bellos ejemplos del barroco gallego. Consta de iglesia, la zona del monasterio actualmente ocupada por un instituto y dos claustros adosados por el lado sur.

Fachada del Monasterio de Celanova

Fachada del Monasterio de Celanova

Fachada principal

Tiene una fachada principal recta que ocupa uno de los lados de la Plaza Mayor de la población, dando a esta un aspecto señorial.

En ella destaca la fachada barroca de la iglesia, construida entre 1642 y 1653 en sustitución a la románica, tuvo importantes remodelaciones en el siglo XVIII. Frente a ella podemos ver en la plaza una fuente del siglo XVIII que se encontraba en uno de los claustros del monasterio.

Está distribuida en tres calles separadas por columnas y dos cuerpos a modo de retablo. Destacan las imágenes de San Benito y a los lados San Rosendo y San Torcuato, patrones de la villa y en todo lo alto, en el centro del frontón, el escudo abacial.

Su zócalo es de casetones rehundidos y en lo alto está rematada por una balaustrada con altas pirámides rematadas por bolas. Por detrás se asoma la cúpula y la torre campanario o Torre de los Abades, rematada con una cúpula de la que sale una veleta.

A la derecha de la fachada se encuentra la zona añadida a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX que en la actualidad está ocupada por la Casa do Concello. Se añadió este espacio que se une con el claustro para alinearlo con la fachada de la iglesia. Esta zona tiene tres alturas y en la esquina de encuentra la portada de la portería con dos cuerpos, balcón, vanos y remate de peineta.

La portada da paso a una primera sala, un patio y la antigua portería, que da acceso al claustro visitable del Monasterio de Celanova.

Fachada de la iglesia de Celanova

Fachada de la iglesia de Celanova

Visita al Monasterio de Celanova

Y en este punto comienza la visita al Monasterio de Celanova organizada por la oficina de turismo de la población. Como éramos bastantes, nos dividimos en dos grupos para hacer la visita. Por desgracia no pudimos acceder a partes del interior como el claustro del Poleiro, al refectorio, la biblioteca o la sacristía entre otras dependencias.


El claustro de las procesiones

Lo primero que vemos es el claustro de las procesiones, fue construido en 1550 y en la actualidad podemos ver en la planta baja arcos de medio punto peraltados con contrafuertes y bóvedas de terceletes en las pandas y de combados en las esquinas apoyadas en ménsulas con medallones de personajes históricos, monjes benedictinos y mitología.

La galería superior es del siglo XVIII y tiene balcones con vanos rectangulares encuadrados en molduras y en lo alto grandiosas gárgolas, jarrones y peinetas con relojes de sol en cada panda.

Claustro de las procesiones de Celanova

Claustro de las procesiones de Celanova

Detalle de las ménsulas del claustro de las procesiones de Celanova

Bóveda del claustro de Celanova

Claustro de las procesiones de Celanova

Claustro del Poleiro

El segundo de los claustros que no es visitable, pertenece a la zona del instituto, se llama Claustro del Poleiro, se encuentra decorado con grandes ménsulas sujetando la balconada típica de la arquitectura gallega.


La iglesia del Monasterio de Celanova

Para acceder a la iglesia del Monasterio de Celanova atravesamos su bella portada con arco de medio punto con intradós moldurado y una imposta a modo de alfiz, y sobre ella una hornacina avenerada en la actualidad vacía.

Las obras de la iglesia actual comenzaron en 1661, quedando terminada en 1687. Es de planta de cruz latina con tres naves de tres tramos separadas por pilastras con arcos de medio punto, y una balconada que recorre toda la iglesia.

Las bóvedas están decoradas con casetones y lunetos en la zona de las ventanas y el crucero está cubierto con una cúpula imponente de media naranja sobre pechinas en las que podemos ver tallada la heráldica de la Congregación benedictina de Castilla y del monasterio. En su interior hay pinturas de santos rodeados por guirnaldas.

Cúpula de la iglesia de Celanova

Los retablos

El retablo mayor barroco es impresionante, es obra de Francisco de Castro Canseco de 1693. Está compuesto de dos cuerpos con tres calles profusamente decoradas que habla de los misterios de Cristo.

Frente al retablo hay un impresionante baldaquino de dos cuerpos en el que se protege una cruz. Está decorado con las cuatro virtudes teologales, y la base cuenta con una serie de tablillas de alabastro pintadas con escenas de la Pasión.

Iglesia del Monasterio de Celanova

Retablo mayor de la iglesia de Celanova

Retablo mayor de la iglesia de Celanova

Retablo mayor de la iglesia de Celanova

Hay otros dos retablos colaterales dedicados a la Crucifixión, y a la Inmaculada Concepción, del mismo autor.

Y algunos más repartidos por la iglesia, entre los que destaca el retablo de San Rosendo, de mediados del siglo XVIII, con la estatua sedente del santo con ropa episcopal.

Retablos de la iglesia de Celanova

Retablos de la iglesia de Celanova

Retablos de la iglesia de Celanova

El coro

También podemos admirar la sillería del coro de madera tallada a finales del siglo XVII, relatando las obras de San Rosendo, San Benito en la parte baja y en la alta escenas de monjes benedictinos importantes.

Sillería del coro de Celanova

Sillería del coro de Celanova

Puertas del coro

Y una de las cosas más bonitas y monumentales de la iglesia son las puertas que separan el coro del trascoro. Si están cerradas puedes ver representados a los santos Pedro y Pablo y una vez abiertas las imágenes de la Virgen María y San Juan con el arcángel San Miguel.

Puertas del coro bajo de Celanova

Puertas del coro bajo de Celanova

Escalera abacial

Por una de las puertas del claustro del Monasterio de Celanova accedemos a la impresionante escalera abacial, es de grandes dimensiones, de caja rectangular y bóveda de madera casetonada. Es aérea, y en la parte alta se encuentra la puerta de acceso a las diferentes dependencias abaciales y al coro alto al que ahora accedemos.

Escalera abacial del Monasterio de Celanova

Coro alto

Tuvimos la suerte no solo de visitar el coro alto, si no de asistir a un concierto de órgano con todo tipo de explicaciones. Está cubierto de bóvedas de arista casetonadas, que ocupan las tres naves y que se extienden en corredores por los laterales.

Su sillería es de estilo gótico flamígero del siglo XV y cuenta con cincuenta y seis asientos con decoración mitológica y medallones con variadas decoraciones en los brazos laterales.

El órgano tiene una con caja del siglo XVII del escultor Francisco de Castro Canseco y un mecanismo de fray Felipe de la Peña, un afamado organero franciscano. El segundo teclado le fue añadido a principios del siglo XIX, fue electrificado y ligeramente modificado en el XX.

Dejó de usarse y el organero suizo Hans Späth, lo restauró inaugurándolo en 2001, y desde entonces se utiliza en diferentes actos y conciertos. Cuenta en la actualidad con 1827 tubos y dos teclados. Tuvimos la suerte de escuchar un pequeño concierto de órgano, puedes ver un trocito al final del vídeo.

Órgano del Monasterio de Celanova

Capilla de San Miguel

Y desde el claustro accedemos por una puerta a unas dependencias del Monasterio de Celanova que nos conducen al huerto, allí se encuentra la “joya de la corona del Monasterio de Celanova: la Capilla de San Miguel, uno de los pocos templos mozárabes que se conservan en España.

La Capilla de San Miguel del Monasterio de Celanova, es el único monumento altomedieval español que no ha tenido ninguna modificación desde su construcción en el siglo X.

Esta construcción de piedra de sillería, se edificó hacia el año 940 por San Rosendo en honor a su hermano Froila, y mide tan solo 8,5m de largo por 3,85m de ancho con una altura máxima es de 6m, por lo que es una iglesia mozárabe muy pequeña, quizás la menor de todas.

Es una nave cuadrada, sin compartimentos laterales, con una antesala y un pequeñísimo ábside. El templo cuenta con cuatro contrafuertes, con similitudes a los del prerrománico asturiano, que, aunque no son necesarios, le dan esbeltez al conjunto. Para iluminar el interior, cuenta con seis ventanas muy estrechas, con arcos de herradura y abocinadas.

La cubierta es a cuatro aguas en cuyo alero de granito podemos ver modillones típicos mozárabes decorados con 8 o 10 lóbulos, apoyados en un reborde. Es curioso ver que uno de los modillones ha sustituido los lóbulos por una figura humana, en lo que parece ser el único ejemplo de la arquitectura mozárabe.

Capilla de San Miguel de Celanova

San Miguel de Celanova

Solo hay un acceso al interior de la capilla de San Miguel de Celanova, es adintelado y se encuentra como viene siendo lo común en las iglesias mozárabes al costado sur, aunque esta vez en la antesala, no en el cuerpo de la iglesia. Sobre la puerta hay una inscripción en latín en la que se pide al orante que tenga presente al hermano del santo.

Inscripción de la Capilla de San Miguel de Celanova

En el interior cada zona está separada por arcos de herradura enmarcados con un alfiz moldurado. Y podemos ver diferentes tipos de bóvedas, la del atrio es de cañón en forma de herradura, en la zona central bóveda de aristas de ladrillo con ménsulas con arcos peraltados.

La del ábside está formada por la intersección de ocho casquetes esféricos que forma una herradura al más puro estilo de un mihrab árabe. También podemos ver un zócalo y suelo de azulejería de aristas delante de la entrada del ábside.

Interior de la Capilla de San Miguel de Celanova

Bóvedas de la Capilla de San Miguel de Celanova

Según los expertos la capilla de San Miguel de Celanova, tiene mucho en común con la de Santiago de Peñalba, pero sin sus dependencias laterales. Podrían haber sido construidas por el mismo arquitecto, aunque en San Miguel de Celanova la calidad es superior.


Los equinoccios y el pedrón

La Capilla de San Miguel tiene una característica que la hace única, ya que su oratorio está orientado para captar los rayos de sol durante los equinoccios de primavera y otoño.

Si el día está despejado, los primeros rayos al superar el monte de San Cibrao, entran por la pequeña ventana de la parte oriental de la capilla, saliendo por el oeste, y dejando el efecto visual de una estrella de seis puntas. Un espectáculo único que la envuelve en magia y misterio en estos dos momentos puntuales del año.

Otro misterio que la rodea es el afloramiento granítico, conocido como pedrón, que se sitúa frente al ábside de la capilla de San Miguel y totalmente alineada. Tiene tres escalones labrados y en lo alto a modo de altar la forma de un gran cuenco con canales que bajan al suelo, como para hacer algún tipo de conjuro de los druidas o hechiceros de los castros.

Los monjes del Monasterio de Celanova lo respetaron en todo momento y la consideraron sagrada, porque le parecía un calvario emergente en un terreno blando.

Horarios de visita del Monasterio de San Salvador y Capilla de San Miguel

Horario de verano (del 1 de abril al 30 de septiembre)
Visitas guiadas de martes a sábado: 11, 12:30, 16:30 y 18

Horario de invierno (del 1 de octubre al 31 de marzo)
Visitas guiadas de martes a sábado: 11, 12.30 y 16.30
Domingos y festivos a las 12.30 h

Por posibles cambios, consulta en la web del Concello de Celanova
o llama a la Oficina Municipal de Información Turística del Ayuntamiento de Celanova: 988 432 201

Vídeo resumen del Monasterio de San Salvador de Celanova


¿Dónde comer?

Te recomendamos un lugar de lo más pintoresco a menos de 4 kilómetros de Celanova, en la vieja carretera a Ourense. Se trata de O Muiño do Chirlo, un restaurante con mucho encanto a orillas del río y rodeado de naturaleza.

Una cocina con la calidad del producto fresco y cuya carta cambia todas las semanas, sus platos más solicitados son el bacalao con distintas preparaciones, el arroz con bogavante, codillo de carne confitado al estilo alemán o cabrito entre otros.

Nos enseñó este bonito rincón Jose, de la Peluquería Miranda Barber Shop de Avilés, con el que disfrutamos de la comida y de la compañía (sin duda hay que repetir).

O Muiño do Chirlo

Qué ver cerca del Monasterio de Celanova

Muy cerca está Allariz, un pueblo con mucho encanto, declarado Conjunto Histórico Artístico y Premio Europeo de Urbanismo, por la recuperación de su casco histórico. Además de sus monumentos y sus paseos naturales junto al río, cuenta con un importante número de tiendas outlet de importantes marcas de complementos y moda.

Qué ver en Allariz

Y hasta aquí nuestra visita al Monasterio de Celanova y la Capilla de San Miguel, dos edificios diferentes pero únicos en su estilo que deberías visitar si es que no lo has hecho ya, porque realmente merecen la pena.