Hoy os queremos mostrar qué ver en Prato, una joya olvidada de la Toscana. Esta región italiana es famosa por sus ciudades históricas y encantadores pueblos, pero a menudo dejamos de lado lugares tan fascinantes como este.
Situada a pocos kilómetros de Florencia, Prato es una ciudad con un rico patrimonio cultural e histórico que sorprenderá a cualquier viajero. Entre sus principales atractivos destacan sus impresionantes murallas medievales, que aún conservan su esencia original, y el imponente Castillo del Emperador, una fortaleza del siglo XIII que domina el centro de la ciudad.
Además, alberga templos y museos de gran valor artístico, la Catedral de Santo Stefano, conocida por su hermoso púlpito diseñado por Donatello.
Pasear por sus calles es descubrir un equilibrio perfecto entre tradición y modernidad, con plazas animadas, cafeterías acogedoras y una vibrante escena cultural. Sin duda, Prato es un destino que merece ser explorado con calma y por eso te lo queremos enseñar.

- Dónde está Prato
- ZTL - Zona de tráfico limitado
- Dónde alojarse en Prato
- Qué ver en Prato
- Porta Mercatale
- Cassero Medievale
- Museo del Tessuto
- Conservatorio San Niccolò
- Palazzo Alberti y Palazzo Datini
- Basílica de San Domenico
- Palazzo Pretorio
- Catedral de Santo Stefano
- Museo de la obra de la catedral
- Castello dell'Imperatore
- Basílica de Santa María delle Carceri
- Iglesia de San Francesco y Capilla Migliorati
- Vídeo con todo lo que ver en Prato
- Qué ver cerca de Prato
Dónde está Prato
Prato es una ciudad, capital de la provincia del mismo nombre, ubicada en la región de la Toscana en Italia. Es la segunda ciudad más grande de la Toscana, solo por detrás de Florencia.
ZTL – Zona de tráfico limitado
Recuerda que el acceso a prácticamente todos los cascos históricos italianos está restringido para el tráfico, a esto se le llama ZTL o Zona Traffico Limitato (ahí te lo explicamos detalladamente).
Existe un horario en el que está prohibido el acceso a los coches sin permiso, que varía según la localidad, llegando en algunos lugares a las 24 horas del día.
El acceso solo está permitido para residentes, así como para servicios esenciales como policía, ambulancias y otros vehículos autorizados.
Es importante tener en cuenta que las multas por incumplir esta norma no son bajas y, parece ser que llegan a casa. Puedes echarle un vistazo a la Zona de Tráfico limitado de Prato, en la que verás incluso dónde aparcar. Nosotros siempre elegimos el alojamiento en el exterior de la ZTL para evitar sorpresas (te contamos nuestro hotel a continuación).
Dónde alojarse en Prato
Merece la pena alojarse en la ciudad para descubrirla con calma. Nosotros nos alojamos en el Art Hotel Milano es un hotel de cuatro estrellas situado en el corazón de Prato, a pocos pasos de la estación principal y cerca de las murallas medievales que rodean el centro histórico.
Sus habitaciones son acogedoras y minimalistas, equipadas con suelos de parquet, colchones cómodos, TV LCD y garantizan un confort térmico y acústico total. Tienes desayuno buffet, bar en el hotel y aparcamiento.
Como te contábamos, se encuentra en el exterior de la ZTL. Puedes llegar en coche sin necesidad de permisos especiales y, al mismo tiempo, disfrutar de la cercanía al centro histórico de Prato, que es fácilmente accesible a pie desde el hotel.

Si prefieres un apartamento, el Mercatale Apartment se encuentra en un bello edificio de 1500. Consta de 1 dormitorio, una sala de estar y una cocina totalmente equipada. Y te ofrece wifi gratis, TV de pantalla plana y aire acondicionado. Se encuentra en la zona ZTL, pero el propietario te puede dar un ticket para que entres a aparcar en la zona sin problema.
Si no es lo que buscas, hay muchas más opciones de alojamiento en Prato. Échale un vistazo, seguro que encuentras lo que estás buscando.
Qué ver en Prato
Prato es una ciudad perfecta para explorar a pie, ya que su centro histórico es compacto y fácilmente accesible. Sus calles peatonales, plazas llenas de vida y rincones con encanto invitan a perderse y disfrutar de su esencia con total tranquilidad. Si estás buscando qué ver en Prato, aquí tienes un itinerario completo que no te dejará indiferente.

Puerta y puente Mercatale
Comenzamos nuestro recorrido en la Porta Mercatale, una de las antiguas entradas a la ciudad. Situada en la plaza del mismo nombre. Formaba parte de las murallas medievales y servía como punto de acceso para los comerciantes que llegaban con sus productos.
Frente a la puerta se encuentra el Puente Mercatale, que salva las aguas del río Bisenzio, afluente del Arno. Está documentado desde 1291, y ampliado la década de 1920. Fue volado por los alemanes en retirada después de los fuertes bombardeos aliados de 1944 y reconstruido en para recuperar su estructura medieval original.


Cassero Medievale
Justo al lado se encuentra el Cassero Medievale, un corredor fortificado que conectaba la ciudad con el Castello dell'Imperatore y que en su época permitía el desplazamiento seguro de tropas. Para quienes disfrutan de los vestigios medievales, esta es una parada imprescindible.

Museo del Tessuto
Uno de los museos más interesantes que ver en Prato es el Museo del Tessuto, que nos sumerge en la historia textil de la ciudad.
Se encuentra ubicado en una antigua fábrica, y en su interior podrás ver tejidos históricos, diseños contemporáneos y herramientas utilizadas en la industria textil, que ha sido el motor económico de Prato durante siglos.
Un recorrido por este museo permite comprender mejor la importancia de la ciudad en la industria textil italiana.

Conservatorio San Niccolò
Seguimos nuestra ruta para disfrutar con el Conservatorio San Niccolò, un antiguo convento fundado en el siglo XIV que hoy en día funciona como centro educativo.
Su arquitectura es una mezcla de estilos que abarcan desde el gótico hasta el renacentista, pasando por el barroco. Aunque muchas de sus estructuras han sido restauradas a lo largo de los años, todavía conserva detalles medievales que atestiguan su antigüedad y su importancia religiosa en la región.
Destaca por su riqueza histórica y artística y en él podrás ver su iglesia, que conserva unos frescos de los siglos XIV y XV, o el altar principal de mármol policromado.

Algunos museos que ver en Prato: Palazzo Alberti y Palazzo Datini
Entre las cosas que ver en Prato, encontrarás un montón de palacios históricos. Dos de los más interesantes son el Palazzo Alberti y el Palazzo Datini.
El Palazzo Alberti fue construido en el siglo XIII, es un ejemplo de arquitectura civil medieval. A lo largo de los siglos, ha tenido múltiples funciones y ha sido la residencia de la noble familia Alberti, uno de los linajes más poderosos de la zona. La estructura tiene un diseño imponente, con una fachada de piedra, grandes ventanas y un patio interior.
Dentro se encuentra el Museo del Palazzo Alberti, que alberga una colección de arte e historia relacionada con la ciudad de Prato con una visión de la vida de la familia Alberti.
También una colección de arqueología, arte medieval y renacentista, incluyendo pinturas, esculturas y objetos de valor histórico.
El otro es el Palazzo Datini, residencia de Francesco Datini, conocido como el "Mercader de Prato". Data del siglo XIV y sirvió como sede de su próspero negocio de comercio.
Dentro del palacio se encuentra el Museo Datini, dedicado a Francesco Datini y su legado comercial. Exhibe una rica colección de documentos, objetos y muebles que ilustran su vida y su impacto en la economía medieval. También se pueden ver objetos relacionados con el comercio internacional, como cartas, contratos comerciales y herramientas de la época.

Basílica de San Domenico
Otro de los lugares que no pueden faltar en un itinerario de los lugares que ver en Prato es la Basílica de San Domenico.
Esta iglesia fue fundada en el siglo XIII por los dominicos y es uno de los ejemplos más representativos del estilo gótico en la región. Dentro, destacan sus frescos y obras de arte, incluyendo una famosa "Madonna del Soccorso" que se encuentra en el altar mayor. Y también destaca la Capilla del Santo Rosario, decorada con frescos y mármol.
La basílica es también conocida por su acústica excelente, por lo que habitualmente en su interior se hacen conciertos y eventos musicales.

Palazzo Pretorio
Nuestra siguiente parada es el Palazzo Pretorio, un imponente edificio de ladrillo rojo que ha sido la sede del poder cívico desde el siglo XIII.
En su interior podrás admirar sus salas llenas de pinturas, esculturas y arte sacro, principalmente de los siglos XIII al XVIII, y muchas de ellas relacionadas con la historia de Prato. Entre los cuadros, destacan algunas piezas de Francesco di Giorgio Martini y Filippo Lippi, quienes marcaron una huella muy importante en el arte de la región.
Hay también una sala de la historia local, donde puedes aprender todo sobre la ciudad y sus tradiciones a través de documentos, objetos y representaciones artísticas.


Desde la azotea tienes unas vistas estupendas a Prato y al paisaje que lo rodea. Para los amantes del arte y la historia, este es uno de los museos imprescindibles que ver en Prato.

Catedral de Santo Stefano
La Catedral de Santo Stefano es uno de los grandes tesoros de la ciudad. Sus orígenes son del siglo XI, y su arquitectura, por lo tanto, es una mezcla de estilos que van desde el románico hasta el renacentista.
Lo primero que te llama la atención es su fascinante fachada tardo gótica de mármol blanco y verde, que nos recuerda a otros edificios de la Toscana como los que ver en Siena, o los que ver en Pisa.


Destaca en su esquina el púlpito al que se llega por un corredor interno ubicada entre la fachada y la fachada antigua.
Fue construido por Michelozzo y decorado por Donatello, entre el año 1428 y el 1438. Se realizó para mostrar públicamente las reliquias del Cíngulo, acto que se sigue realizando en fechas importantes. Puedes ver en el parapeto original está en el Museo de las obras de la Catedral de Prato.

El interior te enamorará por la cantidad de obras de alte que alberga, comenzando por la Cappella del Sacro Cingolo cerrada con una bellísima puerta de bronce.
La Capilla del Cinturón Sagrado, el espacio más sagrado de toda la ciudad, está cubierta con bóveda de crucería e iluminada por un rosetón. En ella se guarda el Cinturón Sagrado, que, según la tradición fue donado a Santo Tomás por la Virgen durante la Asunción, y llegó a Prato en el siglo XII.
En la capilla, construida en 1390, se encuentra la Virgen con el Niño de mármol, obra maestra de Giovanni Pisano. Está decorada con frescos de Agnolo Gaddi y el altar es del siglo XVIII guarda la Cintola.

Al fondo, tras subir unos escalones del crucero del siglo XIV, atribuido a Giovanni Pisano, podrás ver cinco altísimas capillas absidales con bóvedas de crucería, con impresionantes frescos.
De derecha a izquierda encontraremos la capilla Vinaccesi con un Cristo Depuesto del siglo XIII, y está decorada con un valioso ciclo de frescos con elaboradas escenas bíblicas (1872-1876) del pratense Alessandro Franchi.
La capilla de la Asunción tiene paredes pintadas al fresco en 1435 por Paolo Uccello con Historias de la Virgen y San Esteban (terminadas por Andrea di Giusto). Destaca a la izquierda la Disputa de San Esteban y en el lado opuesto la Natividad de la Virgen.
La capilla mayor, cuyas paredes están decoradas con frescos de las Historias de San Esteban y San Juan Bautista, terminadas en 1465, el ciclo más famoso de Filippo Lippi.
Más allá de la capilla mayor se encuentra la capilla Manassei, enteramente pintada al fresco a principios del siglo XV, con Historias de Santa Margarita y Santiago, de un artista del círculo de Agnolo Gaddi.
Y finalmente la capilla Inghirami, con el monumento funerario de Filippo Inghirami (hacia 1480) está atribuido a Benedetto da Maiano.



Museo de la obra de la catedral
El Museo de la Obra de la Catedral es un tesoro artístico. Alberga una colección de obras pictóricas que datan de los siglos XII al XIX, objetos preciosos, tejidos sagrados, y hallazgos etruscos procedentes de la Catedral y de otras iglesias de la Diócesis.
Entre las obras que más nos impresionaron se encuentra el parapeto original del Púlpito de la Catedral, esculpida por Donatello entre 1434 y 1438. Y la Sala del Cinturón Sagrado, que expone obras relacionadas con el culto a la reliquia mariana.
Se encuentra bajo la catedral y podrás ver antiguos lugares de enterramientos y una de sus joyas es la Capilla de los Battuti de San Esteban, pintada al fresco por artistas del siglo XIV y por los hermanos di Miniato en la primera mitad del siglo XV.



Castello dell'Imperatore
El Castello dell'Imperatore domina el centro de la ciudad. Es un ejemplo de arquitectura frederiana, es decir, construida por orden del emperador Federico II de Suabia. Fue construido alrededor del año 1200, durante la lucha por el dominio de la Toscana entre el imperio y el papado.
Aunque nunca se llegó a finalizar, sigue siendo imponente y tiene unas vistas panorámicas de la ciudad estupendas. Tras la restauración en los años 70 el castillo fue abierto al público y puedes recorrer el interior de las torres de las esquinas y acceder al paseo de ronda para disfrutar del panorama.
También en él se hacen diferentes eventos, como espectáculos, conciertos o el llamado “Cine bajo las estrellas”. El Castello dell'Imperatore es uno de los sitios más interesantes y con más historia que ver en Prato.
Basílica de Santa María delle Carceri
Junto al castillo, en la misma plaza, se encuentra una joya del Renacimiento temprano en Prato, la Basílica de Santa María delle Carceri.
Su curioso nombre proviene de la tradición que cuenta que en 1484 un niño enfermo, vio cobrar vida la imagen de la Virgen con el Niño, pintada en la pared de la prisión pública de Prato y fue curado milagrosamente. La devoción popular hizo que se construyese este templo en ese lugar.
Fue encargada por Lorenzo de Medici y diseñada por Giuliano da Sangallo. Quien posteriormente tomó este modelo como base para su propio proyecto de la Basílica de San Pedro en Roma. Destaca el campanario neoclásico, obra de Giuseppe y Francesco Valentini. En febrero de 1939 el Papa Pío XI elevó la iglesia a la dignidad de basílica menor.

Iglesia de San Francesco y Capilla Migliorati
Terminamos nuestro recorrido en la Iglesia de San Francesco, otro de los templos imprescindibles que ver en Prato.
Es una de las primeras iglesias franciscanas del mundo, se comenzó a construir en 1228 y finalizó hacia 1280. La fachada es de estilo románico-gótico con bandas bicolores de piedra alberese y serpentina, y se construyó en varias etapas desde finales del siglo XIII hasta el primer cuarto del siglo XV.



Junto a la iglesia se encuentra el claustro renacentista, y en su sala capitular se encuentra la Capilla Migliorati.
En ella podrás admirar una de las principales obras maestras de Niccolò Gerini. Tres grandes vanos cierran la Sala Capitular, o Capilla de los Migliorati, enteramente pintada al fresco hacia 1400. Esta es otra de las joyas que ver en Prato y que no te debes perder.

Vídeo con todo lo que ver en Prato
Qué ver cerca de Prato
Si estás en Prato y dispones de tiempo, te recomendamos hacer una excursión a Pistoia, otra de las joyas olvidadas de la Toscana que merece la pena descubrir.
Se encuentra a medio camino entre Lucca y Florencia y no suele estar incluida en los itinerarios turísticos tradicionales, pero alberga un patrimonio impresionante. Su conjunto monumental, formado por la catedral, el campanile y el baptisterio, es una auténtica maravilla, además de sus impresionantes iglesias de estilo románico lombardo.
Si quieres ampliar tu viaje y descubrir más rincones auténticos de la región, no dudes en explorarla. Puedes verla en nuestro post sobre lo imprescindible que ver en Pistoia.
Prato es una ciudad llena de sorpresas, desde fortalezas medievales hasta museos fascinantes, pasando por palacios y templos renacentistas. En ella encontrarás un montón de lugares que la convierten en un destino único e imprescindible que ver en La Toscana.
Si te apasiona el arte, la arquitectura y la historia, no dudes en incluir Prato en tu itinerario por la Toscana.
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