Hoy vamos a la pequeña localidad de Puente del Congosto, situada en un bello paraje al margen izquierdo del río Tormes, en la provincia de Salamanca.
En ella destaca su pequeño conjunto urbano, su puente medieval del cual toma su nombre, y su flamante castillo de los Dávila, dominando en lo alto del cerro. Sigue leyendo y descubre en este post todo lo que ver en Puente del Congosto.
¿Dónde está?
Esta es la ubicación exacta de Puente del Congosto. Localidad de la provincia de Salamanca, en la comunidad autónoma de Castilla y León en España.
Un poco de historia
Estas tierras estuvieron pobladas por la tribu de los vetones y tras ellos llegaron los romanos, de ellos quedan los restos de una importante vía de comunicación: la Calzada de la Plata que unía Mérida con Astorga.
La localidad que formó parte del realengo de la Tierra de Ávila hasta que Enrique III de Castilla la donó a Gil González Dávila en 1393. Pasó después a pertenecer a la orden de Calatrava y en 1539 la villa fue transferida a Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba.
Qué ver en Puente del Congosto
Esta zona fue repoblada por el noble francés Raimundo de Borgoña con gentes venidas del norte de Castilla (como vimos en los Conjuntos históricos de la Sierra de Francia).
En su pequeño núcleo urbano hay algunas muestras interesantes de la arquitectura popular de la zona, y además de pasear por él.
Cuatro son los lugares imprescindibles que ver en Puente del Congosto: la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, su verraco, y un importante conjunto de interés patrimonial formado por el Castillo de los Dávila y el Puente fortificado sobre el río Tormes. Estas fueron declaradas Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico.
La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción se construyó en el siglo XVI en estilo gótico sobre los restos de un templo anterior, y fue reconstruida en el XVI.
Destaca su portada y su interior está distribuido en tres naves que acaban en las tres capillas de la cabecera cubiertas por bóvedas de crucería. La capilla mayor tiene un precioso retablo del siglo XVII recubierto de pan de oro. Llaman la atención otros cuatro retablos situados a los lados que ya son del siglo XVIII, el gran órgano del coro y un cancel de madera tallada de nogal. Merece la pena entrar en la sacristía, para contemplar su techo y el mueble de madera de nogal.
El verraco
En gran parte de la provincia de Salamanca en la que nos encontramos, y también en Cáceres, Zamora, Ávila, Toledo, Segovia, y en algunas zonas de Portugal, se encontraron los verracos. Estos animales fueron labrados por la tribu de los vetones hacia el siglo V a. C.
Su finalidad no está muy clara, pero son figuras zoomorfas esculpidas en piedra que quizás estuviesen relacionadas con ritos funerarios, o como ofrenda a algún dios al ser un pueblo principalmente ganadero.
En Puente del Congosto podemos ver un bonito ejemplar de estos verracos, se encuentra a un lado de la carretera general, en la plaza del Ayuntamiento, donde además se encuentra la oficina de turismo.
Castillo de los Dávila
Por supuesto otra de las cosas que ver en Puente del Congosto es el Castillo de los Dávila. Se encuentra en una zona elevada en la margen izquierda del río Tormes, tiene carácter defensivo y estratégico, ya que se encuentra junto al paso del puente.
El origen del castillo se sitúa entre los siglos XII y XIII construido para controlar la ruta que unía Ávila con Ciudad Rodrigo. En 1393, Enrique III concede el señorío del Puente del Congosto junto con la aldea de Cespedosa, separándolo de la jurisdicción de Ávila a Gil González Dávila, quien reconstruye el castillo.
La obra que es acabada por su viuda doña Aldonza de Guzmán, hija del maestre de la orden de Calatrava Luis González de Guzmán. Ella muere en 1479 y sus hijos pelean por la herencia, disputa resuelta por los Reyes Católicos haciendo que Juan Dávila se quede con Cespedosa, y Luis de Guzmán se quede con Congosto y su castillo. Tras la muerte de Luis sin descendencia, sus bienes pasaron a la orden de Calatrava, de la que era comendador.
En 1539, tras la guerra de las Comunidades pasó a manos del Ducado de Alba y los sucesivos duques de Alba administraron el señorío de Congosto por medio de gobernadores que residieron en el castillo hasta el siglo XVII. Pero el edificio comenzó a deteriorarse y la administración del señorío se llevó desde Alba de Tormes, quedando deshabitado.
Durante la guerra de la Independencia, las tropas francesas lo ocuparon dejándolo muy deteriorado. Siguió siendo de la Casa de Alba así como el derecho del pontazgo, que paró de cobrarse en 1881 cuando se construyó el otro puente sobre el Tormes.
A la casa de Alba le dejó de interesar la posesión del castillo, y fue vendido a un vecino del pueblo, Don Miguel Blázquez Martín. Sus herederas lo vendieron en 1980 y se ha convertido en un establecimiento hotelero, y tiene un estado de conservación excelente, un bonito lugar para celebrar una boda, la verdad.
El castillo de Puente del Congosto tiene estructura defensiva, está protegido por una muralla de seis lados irregulares con un camino de ronda que se puede recorrer casi en su totalidad. El patio de armas está separado del resto por un muro tras el que se encuentra una gran torre de planta rectangular de tres plantas y azotea, y otra construcción adosada en forma de D.
En el Castillo de Puente del Congosto se alojaron importantes nobles y también reyes como la reina Isabel la Católica o el emperador Carlos V en su retiro hacia el Monasterio de Yuste.
Puente sobre el Tormes
Un Congosto es un desfiladero entre montañas, podría derivar de eso el nombre del puente y del pueblo. Aunque hay una teoría que apunta a que proviene de “Puente del Arco Angosto” ya que tenía un arco muy estrecho, del que tan solo se conserva un muro lateral.
El Puente sobre el río Tormes es paso de la Cañada Real Soriana Occidental, y en el se cobraba el pontazgo, sistema económico propio de la época.
Se construyó a la vez que el Castillo de los Dávila en un bonito paraje natural, con roca de granito, y está compuesto por trece arcos a medio punto, con tajamares. De él quedan los restos de dos torres defensivas y de una puerta lateral.
Puente del Congosto es un pueblo tranquilo, en los años 70 comenzó a ser lugar de segunda residencia, ya que el río Tormes produce piscinas naturales, que se usan como lugar de baño y ocio. Además a su alrededor se construyeron chiringuitos para disfrutar del buen clima en verano.
Qué ver cerca de Puente del Congosto en la provincia de Salamanca
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Y hasta aquí nuestra visita a esta localidas salmantina, como ves, además de todas las cosas que ver en Puente del Congosto, es un excelente pueblo para veranear. ¿Qué te parece? ¿Has estado alguna vez?
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