Villagarcía de Campos es una pequeña población situada en la comarca de los Montes Torozos,
en la provincia de Valladolid. A pesar de su pequeño tamaño, encierra
un interesantísimo patrimonio en el que se encuentran los
restos del Castillo-Palacio donde se crio Jeromín, futuro Juan de
Austria, y la maravillosa Colegiata de San Luis, conocida como
“El Escorial de Campos”.
Para comenzar diremos que Jeromín, nació en Ratisbona en 1547. Fue
fruto de la relación entre Carlos I de España y la dama alemana Bárbara
Blomberg. Aunque el emperador no lo reconoció al nacer como suyo, sí se
preocupó en que recibiera una educación exquisita. Para ello encontró al
matrimonio perfecto, su mayordomo
Luis de Quijada y su mujer Magdalena de Ulloa, que no tuvieron hijos y
lo criaron como tal en su castillo de Villagarcía de Campos.
Jeromín fue reconocido como hijo de Carlos I en el
Monasterio de San Jerónimo de Yuste, pero no lo supo hasta la muerte del emperador. Su hermano Felipe II se
reunió con él por primera vez en 1559 en la Santa Espina reconociéndole
como miembro de la familia real, y cambiando su nombre por el de
Juan de Austria.
Ruinas del Castillo-Palacio de los Quijada y Ulloa
Lo primero que hacemos es dirigimos al
Castillo de Villagarcía de Campos o de los Quijada y Ulloa , para
conocer el lugar donde fue criado Don Juan de Austria.
El Castillo se construyó entre finales del siglo XII y principios del siglo
XIII, para combatir en las luchas fronterizas entre los reinos de León y de
Castilla. Tenía un gran foso con puente levadizo y robustas torres y
dos funciones, la residencial y la defensiva.
La parte defensiva estaba formada por cuatro torres situadas en los ángulos de su planta rectangular, doble línea de muralla y un foso de poca profundidad con puente levadizo para acceder.
Los Quijada lo reformaron, construyendo en su interior estancias
palaciegas. Y en el año 1554 a la edad de 7 años llegó Jeromín para vivir en
ellas.
La zona residencial, estaba en la Torre del Homenaje, separada
del resto por un muro. Contaba con tres pisos de cuatro metros de altura y una
terraza superior. Puedes acceder a esta por unas modernas escaleras de caracol
metálicas para contemplar las amplias vistas de varios municipios circundantes
como
Urueña, Tordehumos o
Medina de Rioseco.
En 1810, el castillo fue arrasado por el ejército francés durante la
Guerra de la Independencia. La ruina del castillo está consolidada y se
pueden visitar los restos de este impresionante castillo y subir a la torre
del homenaje de manera totalmente gratuita.
Las calles de Villagarcía de Campos
Tras recorrer los restos del castillo, nos dirigimos a la localidad y paseamos
entre sus casas entre las que vemos edificios blasonados, también el hospital
de la Magdalena, fundado por Doña Magdalena de Ulloa, y la casa del obispo
fray Francisco Guerra del siglo XVII. También la Iglesia de San Pedro y San Boal:
templo mudéjar, construido en el siglo XV.
Museo y Colegiata de San Luis
Pero evidentemente, lo que más destaca del Villagarcía de Campos es la
Colegiata de San Luis, construida en el siglo XVI con inspiración en la
Basílica del Monasterio del Escorial, por lo que algunos la llaman El Escorial
de Campos.
La Basílica está rodeada de bellísimos jardines, en ellos podemos ver un acueducto construido en el siglo XVI, que traía agua de un manantial
situado en el pago de Cañicorrales, en la falda de los Montes Torozos. Esto nos habla de la gran importancia que tuvo este lugar.
La Colegiata de San Luis fue
construida gracias al mecenazgo de Doña Magdalena de Ulloa y su esposo Don Luis Méndez de Quijada, para ser utilizado como panteón. Junto la
iglesia se construirá un colegio noviciado debido a la estrecha relación de
Doña Magdalena con San Francisco de Borja.
Por ello la Colegiata perteneció al noviciado y fue
colegio de primeras letras de la Compañía de Jesús y también escuela de
Humanidades.
Esto produjo una gran riqueza a Villagarcía ya que los estudiantes se alojaban en
las casas del pueblo.
Los jesuitas fueron expulsados en 1767 por orden de Carlos III,
esto hizo que al estar el convento abandonado, se hundieran todas sus
dependencias situadas en torno al claustro de dos pisos. El colegio
desapareció, y las piedras de sus muros vendidas.
En la actualidad, desde 1959, la colegiata y la Casa de Ejercicios "San
Luis", que se encuentra tras ella, son dirigidas de nuevo por los jesuitas y
pertenece al Arzobispado de Valladolid. La Casa tiene tres plantas y una
capacidad para unas 160 personas.
La fachada de la Colegiata de San Luis es de un sobrio estilo renacentista, típico de la orden de los jesuitas, no nos hace presagiar lo que a continuación vamos a ver en el interior. Los planos son de Rodrigo Gil de Hontañón, siendo adaptada por Pedro de Tolosa a imagen de la Basílica de El Escorial.
Comenzamos la visita al museo y a la Colegiata
La entrada del museo se encuentra en obras de restauración y limpieza, y lo
primero que vemos es un recibidor en el que se encuentra un gran
cuadro en un caballete, resumen de un capítulo de la vida de Jeromín.
Este
óleo es de Miguel Ángel Galván del 2009. Y representa el encuentro en 1559, en las
inmediaciones de la Santa Espina, entre Felipe II y su hermano Jeromín,
acompañado de D. Luis Méndez de Quijada. La escena es anacrónica, ya que las torres barrocas de la Santa Espina todavía no existían, pero son representadas a propósito, para que se pudiera reconocer el monasterio.
Sala de los Fundadores o Sala de Visitas
La sala de los Fundadores encierra verdaderas obras de arte,
orfebrería, escultura, tapices y pinturas. Y la presiden los
retratos de los dos mecenas de la colegiata: Doña Magdalena de Ulloa y
Don Luís Méndez de Quijada, y entre ellos un gran tapiz con los blasones de
los fundadores.
Galería de Pintura
Después admiramos La Galería de Pintura en la que hay entre otras
joyas seis grandes lienzos de 165 x 165 centímetros, de uno de los pintores de
perspectiva más importantes de la España del siglo XVII:
Francisco Gutiérrez Cabello. Representan escenas bíblicas con
ambientación no real y son realmente increíbles por los detalles y su
fantástica perspectiva.
Sala de Lepanto
En la Sala Lepanto podemos ver, como su propio nombre indica, recuerdos
de la Batalla de Lepanto en la que participó y salió victorioso Don Juan de
Austria. Entre otros una bandera de la nave capitana turca de la batalla, y el
Lignum crucis que regaló San Pio V a D. Juan. También dos prensas de la
imprenta propia que tenía la escuela y una colección de libros allí impresos.
Sacristía de los Capellanes
Pasaremos ahora a la hermosa Sacristía de los Capellanes de dos
plantas. Casullas, pequeños retablos, ornamentos, un montón de maravillas
encerradas en una sala realmente bonita.
La Colegiata de San Luis
Desde esta sala accedemos a la Colegiata de San Luis, lo más curioso es
que lo hacemos por una puerta de un retablo lateral.
Su planta es de cruz latina, de tres tramos y sotocoro, con pilastras de fuste
acanalado y capiteles corintios, y seis capillas laterales comunicadas entre
sí.
El retablo Mayor se hizo por orden de la fundadora, doña Magdalena de
Ulloa, ya viuda, quien contrata al escultor palentino Juan Sanz de Torrecilla
siguiendo la traza de Juan de Herrera. Lo componen seis historias de la vida
de Jesús talladas en alabastro de Cogolludo, rodeadas por esculturas, que a
pesar de ser de madera de pino también parecen de alabastro. Y delimitando las
escenas, columnas dóricas, jónicas y corintias doradas. Bajo el frontón,
podemos ver la escultura de San Luis Rey de Francia, a cuya advocación se
construyó la colegiata.
A los lados del retablo mayor hay dos retablos barrocos (el de la
izquierda es por el que entramos a la basílica). Están dedicados a San Ignacio
de Loyola y San Francisco Javier, con imágenes atribuidas a
Gregorio Fernández. En el lateral podemos ver una bonita galería, por
la que a través de sus rejas acudían a misa los hermanos.
En la nave central hay tres capillas a cada lado con bellos retablos barrocos
de Juan de Medina Argüelles. Destaca la de San Juan Bautista o la del Santo
Cristo.
Capilla del Relicario
Y al fondo se encuentra uno de los lugares con más arte concentrado de todo el
conjunto, la Capilla del Relicario. Construida como
capilla funeraria de doña Inés de Salazar y Mendoza, esposa de don Juan
de Quijada Docampo, señores de Villagarcía. Podemos ver bellos
retablos, y una gran colección de reliquias personales, que ampliaba la
importante colección de atesoró en vida doña Magdalena de Ulloa.
Cripta
Retrocedemos hacia el altar y entramos por el retablo barroco de la iglesia
para acceder así por una puertecilla a la Cripta. Esta se encuentra
bajo el altar y en ella se hayan bajo una lápida del suelo, los restos de
Doña Magdalena y Don Luis.
Sacristía
Al fondo está la sacristía, cuyas vitrinas contienen una importante
colección de casullas entre las que se encuentran unas negras mandadas hacer
para los funerales de Don Luis.
Capilla de los novicios
Accedemos ahora por unas antiguas escaleras al piso superior, ya que sobre
la Sacristia se encuentra la capilla de los novicios, donde vemos un
impresionante retablo de madera dorado con una figura de San Ignacio de
Loyola, fundador de los jesuitas.
Bodega
Y por último nos dirigimos a la antigua bodega, un auténtico Museo
etnográfico con piezas realmente interesantes.
DATOS DE INTERES
Dónde está Villagarcía de Campos
Datos del Museo-Colegiata de San Luis de Villagarcia
email: museo@museovillagarcia.es
Teléfono: 983717032
Horarios de visitas guiadas:
De abril a octubre:
Viernes, 17:30,
Sábados, domingos y festivos: 10:30, 12:00 y
17:30
Resto del año:
Sábados 12:00
Y hasta aquí nuestra visita a estas maravillas que encierra Villagarcía de Campos. Para acabar nos gustaría dar las gracias a Don Fermín Trueba, director del Museo y la Colegiata de San Luis, por la excelente visita.
Don Fermín
nos explicó con todo lujo de detalle sus datos históricos y artísticos, de
una manera realmente amena e instructiva. Desde aquí pedirle perdón por los
posibles errores que hayamos podido cometer en este post y que estaremos encantados de
rectificar en caso de ser necesario.
2 Comentarios
Gracias por este paseo, Villagarcía de Campos es un pueblo con mucho encanto y guarda verdaderos tesoros. muy buena anotación sobre Juan de Austria. Gracias.
ResponderEliminarAbrazos.
Estoy recopilando información sobre Villagarcía de Campos para mi futuro reportaje fotográfico del castillo y de la localidad, y he encontrado vuestra información en este blog que sigo asiduamente. Felicitaros por vuestro blog y por la gran ayuda que nos aportáis a aquellos que nos gusta la historia y la geografía. Excelente trabajo... Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarProtección de datos: Según la nueva ley RGPD tenemos que informarte del uso que daremos a los datos personales que proporcionas. Tu e-mail será usado para enviarte las respuestas al comentario, en caso de que marques la casilla. El resto de datos (IP, país, navegador...) que recopila Blogger solo serán usados para las estadísticas internas de Blogger. Tus datos en ningún caso serán publicados ni cedidos a terceros.
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