Cartuja de Miraflores, que ver en este monasterio de Burgos

Hoy vamos a visitar la Cartuja de Miraflores, un precioso monasterio situado a las afueras de la ciudad de Burgos fundado en un antiguo palacio donado por el rey Juan II de Castilla a los Monjes Cartujos.

El monasterio se fundó en 1442 y fue terminado por su hija la reina Isabel la Católica en 1484, y en él se acogen los sepulcros de sus padres el rey Don Juan y la reina Isabel de Portugal y de su hermano Alfonso.

Dónde está la Cartuja de Miraflores

La Cartuja de Santa María de Miraflores es un monasterio edificado en una loma conocida como Miraflores, situada a unos tres kilómetros del centro de la ciudad de Burgos (Castilla y León, España).

Dónde dormir

Si quieres alojarte en la zona, a unos 500 metros se encuentra el Camping Fuentes Blancas junto a la playa artificial del río Arlanzón. En él podrás disfrutar del aire libre en uno de sus bungalows con aire acondicionado, conexión Wi-Fi. Sala de estar con TV, zona de cocina con nevera y microondas, baño privado con ducha y aparcamiento gratuito.

Si prefieres relajarte en un hotel de Burgos, puedes hacerlo en el NH Collection Palacio de Burgos, situado en el claustro de lo que fue el Monasterio de la Merced a pocos metros del Puente de Santa María.

Dónde aparcar

El monasterio se encuentra a unos 4 kilómetros de Burgos, puedes ir en autobús o en tu coche, que puedes aparcar frente a la cartuja y despreocuparte durante tu visita.

Un poquito de historia

La llegada de los cartujos a la península comenzó en el año 1194 estableciéndose en la Cartuja de Escaladei en Tarragona, por lo que Miraflores es bastante tardío para la orden. Juan II donó a los cartujos un palacete sobre el que su padre, Enrique III, quería fundar un monasterio franciscano, por lo que está bajo la advocación de San Francisco.

En 1442 se fundó la Cartuja en el palacio reconvertido, pero un gran incendio lo asoló pocos años después y se cambió la advocación pasando a denominarse Santa María de Miraflores. La construcción del conjunto monástico se acabó con su hija Isabel I de Castilla.

Juan de Colonia sería el encargado de la obra que también trabajará en la catedral de Burgos o en la Iglesia de Santa María la Real de Aranda de Duero por ejemplo. Diseñó el conjunto monástico con la estructura habitual de los cartujos con iglesia reservada para ellos y las dependencias y celdas alrededor del claustro.

Visita a la Cartuja de Miraflores

Te recibirán en un atrio y tras darte unas explicaciones de lo que vas a ver en el interior y un repaso rápido a su historia, puedes comienzar la visita por libre. La entrada es gratuita, pero al salir puedes hacer una donación. 

Tras atravesar el atrio donde te reciben y se encuentra tienda y los aseos, accederás a un claustro con una galería porticada que precede al patio. Está formada por arcos de medio punto que sostienen bóvedas de arista rebajadas.

Tras atravesar unas puertas de cristal, accedemos al patio, en el que hay una estatua de San Bruno de Colonia, fundador de la Orden. Este patio conecta las estancias del monasterio con las dependencias de servicio y la portería.

Iglesia de la Cartuja de Miraflores

Allí se encuentra la portada principal de la iglesia, es de estilo gótico isabelino decorada con dos escudos, uno con las armas reales de Castilla y León y el otro con la banda engolada: distintivo de Juan II. En el centro La Virgen con su hijo muerto en brazos.

La iglesia de la Cartuja de Miraflores tiene nave única, pero varias partes respetando costumbres cartujanas: la estancia de los Fieles, el coro de los Hermanos, el coro de los Padres y presbiterio.

Tras pasar una pequeña sala veremos la estancia de los fieles decorada con maravillosas obras entre las que destaca una imagen de madera policromada del siglo XVII de San Bruno, el primer cartujo.

Y frente a ella, un maravilloso tríptico flamenco anónimo del siglo XV, que destaca por la el tratamiento anatómico de las figuras y la calidad de la pintura.

Hay tanto que mirar a nuestro paso que no se nos debe de olvidar echar una vistazo a lo alto para ver las preciosas vidrieras traídas de Flandes en el año 1484.

Pasamos al coro de los hermanos separado por una reja, en la que hay una sillería renacentista de nogal y dos retablos barrocos del siglo XVII.

Aquí hay una puerta por la que entran los monjes a la iglesia, en la que contemplamos una preciosa imagen gótica de la Virgen del Coro, de alabastro tallada por Gil de Siloe del siglo XV. A este lado estarían las dependencias de los monjes y el claustro no visitable que las distribuye.

Mas adelante está el coro de los Padres, también de nogal, formado por 40 sillas talladas en 1489. Son todas diferentes aunque estan relacionadas por su temática.

Y junto a ellas el presbiterio que nos deja sin palabras, un retablo gótico ocupa el centro. Está tallado en nogal por Gil de Siloe y policromado por Diego de la Cruz con la técnica del "brocado aplicado".

La cara del Cristo del centro es una de las partes que mas me llama la atención, pero el resto tiene un trabajo de talla y policromía magnífico y además está perfectamente conservado. (Hay un aparato en el que echar un euro para iluminarlo, la verdad es que merece la pena).

El retablo representa el tema de la Piedad, Cristo crucificado está en el centro de la Eucaristía, y debajo de la cruz, la Virgen y San Juan. A los lados están las estatuas y los escudos de los reyes Juan II e Isabel.

Y bajo el retablo se encuentran los sepulcros de 1493 también de Gil de Siloe en los que se hayan los restos deJuan II e Isabel de Portugal.

Visto desde arriba se aprecia la forma de estrella de ocho puntas y sobre esta, las figuras de los reyes con ricos ropajes, un trabajo de alabastro escepcional.

A un lados del sepulcro, en el presbiterio de la Cartuja de Miraflores, se encuentra el sepulcro del infante Alfonso de Castilla, hermano de Isabel la Católica.

Está también tallado en alabastro y adornado todo ello con motivos vegetales, está enmarcado por dos pilastras con imágenes de apóstoles y santos y bajo el arco central, la estatua orante del infante Alfonso de Castilla.

Pasamos de aquí a las capillas laterales de la iglesia, en la primera hay una exposición en la que contemplamos entre otras obras que hasta ahora estaban guardadas en el convento, La Anunciación de Berruguete, del que pudimos ver muchas obras en Paredes de Nava, su tierra natal. También hay obras de Sorolla o Manuel Pereira.

En la siguiente capilla, en donde se acaba nuestra visita a la Cartuja, admiramos los murales dedicados a nuestra Señora de Miraflores del siglo XVII y en la última podemos ver algunos manuscritos, incunables y libros de la biblioteca.

Elevación de la Cruz, Joaquín Sorolla

Y acabamos la visita, quedan muchas dependencias por ver pero no son visitables, porque los cartujos siguen habitando la Cartuja de Miraflores.

Aprovechamos a hacernos una última foto en el patio aprovechando el reflejo del cristal y nos vamos a conocer otro de los monasterios de Burgos, el Monasterio de San Juan de Ortega.

Puedes pinchar en el enlace de la web de la Cartuja de Miraflores para ver los horarios.

¿Qué ver cerca de la Cartuja de Miraflores?

Tras tu visita a la Cartuja puedes completar la visita a la ciudad de Burgos y a otros monasterios que se encuentran a su alrededor como El hospital del rey, El Monasterio de las Huelgas y San Pedro de Cardeña.

Y ahora ya sabes todo lo que puedes ver en la Cartuja de Miraflores, un monasterio situado a unos cuatro kilómetros de Burgos, que merece la pena incluir en las cosas que ver en esta bella ciudad de castilla y León.