Santo Tomás Apóstol de Otero de Sanabria: la Capilla Sixtina sanabresa

La iglesia de Santo Tomás Apóstol de Otero de Sanabria es una de esas joyas que no te esperas y que descubrimos en la comarca de Sanabria, en Zamora.

Su exterior no deja imaginar la riqueza artística que guardan sus muros; solo hace falta cruzar la puerta para quedarse maravillado. Dentro nos espera un conjunto pictórico que cubre paredes, arcos y techumbres por completo. Esta maravilla es del siglo XVIII y ha llevado a muchos a llamarla la “Capilla Sixtina sanabresa”.

En este post te contamos todo lo que ver, cómo es por dentro y por fuera, y por qué merece una parada imprescindible en tu ruta por Sanabria.

Dónde está la iglesia de Santo Tomás Apóstol

La iglesia de Santo Tomás Apóstol se encuentra en Otero de Sanabria, un pequeño núcleo del municipio de Cobreros, en la provincia de Zamora.

Está situada en pleno corazón de la comarca de Sanabria, muy cerca Puebla de Sanabria o el Lago de Sanabria, por lo que resulta perfecta para completar cualquier una escapada por la zona.

Breve historia de Santo Tomás Apóstol de Otero de Sanabria

La iglesia de Santo Tomás Apóstol de Otero de Sanabria tiene su origen en el siglo XII, cuando fue construido bajo el patrocinio de la poderosa familia Pimentel.

Este fue uno de los linajes más influyentes de Castilla, señores de lugares como Benavente, Mayorga o Medina de Rioseco, cuya huella histórica aún se reconoce en monumentos tan destacados como la Torre del Caracol del castillo de Benavente o la espectacular Capilla de los Benavente, en Medina de Rioseco, uno de los grandes conjuntos renacentistas del país.

De aquella iglesia románica primitiva únicamente han llegado hasta nuestros días los muros del presbiterio y la pila bautismal, ya que entre los siglos XVII y XVIII sufrió una profunda transformación que incorporó elementos mudéjares, barrocos y neoclásicos.

Arquitectura exterior

El exterior de la Iglesia de Santo Tomás Apóstol presenta una mezcla de estilos resultado de las reformas realizadas a lo largo de los siglos.

Aunque desde fuera pueda parecer un templo sencillo, conserva algunos elementos interesantes que merece la pena ver con detenimiento.

Su puerta principal, de arco de medio punto, está adornada con dos medallones policromados que representan a San Pablo y San Pedro. Muy cerca de la torre se abre una segunda puerta, también decorada, que da acceso a la capilla de las Ánimas.

Los canecillos de la iglesia de Santo Tomás de Otero decoran la cornisa y son uno de los detalles más curiosos del exterior.

Mientras damos la vuelta al templo vamos descubriendo bolas, pequeñas cabezas, animales, figuras humanas y algunas formas más difíciles de interpretar, un conjunto muy típico de algunas iglesias que ver en Zamora. Aunque a simple vista parecen románicos, muchos especialistas creen que estos canecillos tienen ya un estilo más cercano al gótico.

Interior

El templo cuenta con una cabecera de planta cuadrangular, ligeramente desalineada del eje. A esta estructura se fueron adosando, otras estancias. Cuenta con tres naves con dos tramos cada una, y a torre campanario a los pies.

Te vas a quedar sin palabras en cuanto cruces la puerta. Si en las fotos ya resulta increíble, al natural es muchísimo más espectacular. La sensación es abrumadora, porque aquí el horror vacui es total: cada pared, cada arco y cada rincón está cubierto de pinturas, y no sabes hacia dónde mirar primero.

La nave del evangelio está presidida por el Bendito Cristo, una imagen del siglo XV, mientras que la nave de la epístola está dedicada a la Virgen del Rosario.

La nave central conduce hasta el impresionante retablo mayor, una obra renacentista policromada de 63 metros cuadrados, organizada en tres cuerpos que narran diversos episodios de la historia sagrada.

Destaca en él la figura de Santo Tomás, acompañada de escenas como la pasión de Jesucristo, la lanzada o el descendimiento.

Sobre el conjunto se alza una preciosa armadura octogonal de madera, de estilo mudéjar, realizada en el siglo XIV, que merece la pena admirar con calma.

Pero lo que sin duda llama la atención son las pinturas de la iglesia de Santo Tomás Apóstol de Otero de Sanabria. Éstas, cubren paredes, arcos y el techo de madera, sin dejar apenas espacios libres. Fueron realizadas en 1773 por Petrus Sopeña, cuyo nombre aparece en un medallón del techo.

Estas pinturas muestran un estilo decorativo de carácter principalmente laico, ya que representan jarrones ornamentales, animales, motivos vegetales, fuentes y paisajes arquitectónicos con castillos y ciudades.

Es una decoración más propia de una casa palacio que de una iglesia rural. Esto hace que la iglesia de santo Tomás de Otero de Sanabria sea única.

Qué ver cerca de Otero de Sanabria

La visita se puede completar con lugares muy interesantes de los alrededores, como Puebla de Sanabria, uno de los pueblos más bonitos de España, el impresionante Lago de Sanabria o el monasterio cisterciense de San Martín de Castañeda.

Dónde dormir

En Otero de Sanabria no hay alojamientos, pero si en los alreredores. Puedes echarle un vistazo a los hoteles, casas rurales y apartamentos cercanos en este enlace.

Si te decantas por dormir en Puebla de Sanabria, que es la población cercana con más opciones, tienes el Parador de Puebla de Sanabria. Se encuentra en el centro de la población, y cuenta con habitaciones confortables con aire acondicionado y jardín con piscina.

Y nos encanta la Posada Real La Carteria, con habitaciones decoradas con buen gusto combinando estilos vanguardistas y tradicionales conservando todo el confort.

La Iglesia de Santo Tomás Apóstol de Otero de Sanabria es una auténtica sorpresa en el corazón de Sanabria. Su exterior sobrio esconde un interior vibrante y lleno de detalles, donde las pinturas de Sopeña y el magnífico retablo renacentista convierten la visita en un momento inolvidable. Un templo único que refleja la historia, la tradición y el talento artístico de esta maravillosa comarca zamorana.