Hoy queremos enseñarte todo lo que ver en Tarazona, una bellísima ciudad zaragozana ubicada a orillas del río Queiles, a los pies del majestuoso Moncayo.
Esta localidad es sin lugar a dudas uno de los secretos mejor guardados de Aragón, un lugar donde cada rincón cuenta una historia, en el que las culturas se unen y donde el arte mudéjar se alza en todo su esplendor.
Tarazona ha sabido conservar su legado como pocas y pasear por sus estrechas calles es como abrir un libro de historia. Así que si buscas un destino que combine patrimonio y autenticidad, este es tu destino. En este artículo te llevamos a descubrir todos sus encantos, monumentos imprescindibles, rincones ocultos y planes que no puedes perderte.

- Dónde está Tarazona
- Dónde dormir
- Visitas guiadas a Tarazona
- Qué ver en Tarazona
- Catedral de Tarazona
- Plaza vieja de toros
- Santuario de la Virgen del Río
- Ex convento de San Francisco
- Oficina de turismo - Cipotegato
- Río Queiles
- Plaza del Mercado - Ayuntamiento
- El cinto y la muralla
- Espacio Cultural San Atilano
- Casas colgadas
- Palacio Episcopal
- Iglesia de Santa María de la Magdalena
- Vídeo de Tarazona
- Qué ver cerca de Tarazona
Dónde está Tarazona
Tarazona es una ciudad que pertenece a la provincia de Zaragoza, en la comunidad autónoma de Aragón. Históricamente ha sido frontera entre los reinos de Castilla, Navarra y Aragón.
Dónde dormir
Dormimos en plena Plaza del Mercado en el hotel Encanto Tarazona, un alojamiento de 3 estrellas muy limpio y cómodo, en la mejor ubicación y con una estupenda relación calidad-precio. Todas las habitaciones del alojamiento tienen baño privado, TV de pantalla plana y aire acondicionado y parking por un suplemento.
Si no te gusta o no te encaja en tus preferencias, tienes unos cuantos alojamientos en Tarazona, seguro que encuentras el más apropiado para ti.

Visitas guiadas a Tarazona
Si quieres descubrir todo lo que ver en Tarazona de la mano de un experto, la Oficina de Turismo de Tarazona organiza visitas guiadas a la ciudad.
Son ideales para conocer en detalle su historia, curiosidades y secretos que a simple vista pasan desapercibidos. Además de la visita general hay una al interior del Palacio Episcopal, una joya que no está abierta libremente al público.
Puedes hacer ambas visitas de forma conjunta, por lo que puedes disfrutar de un tour completo que enlaza el corazón histórico de Tarazona con uno de sus edificios más emblemáticos, de forma cómoda y sin perderte nada. Puedes ver los horarios y precios de las visitas guiadas de Tarazona en este enlace.
Qué ver en Tarazona
Antes de adentrarnos en todo lo qué ver en Tarazona, conviene entender su singular disposición geográfica. La ciudad está atravesada por el río Queiles, que la divide en dos partes bien diferenciadas y le da un carácter único.
A un lado se encuentra sobre un cerro el casco antiguo con un entramado de callejuelas empedradas y siglos de historia que invitan a perderse. Y en el otro lugares tan interesantes como la catedral o la plaza de toros vieja. También en ella se encuentra la oficina de turismo y un gran aparcamiento donde dejar el coche y poder recorrer la ciudad con calma.

La Catedral de Tarazona: una joya mudéjar única en España
Una de las grandes joyas del patrimonio mudéjar de Aragón y uno de los símbolos más emblemáticos que ver en Tarazona es la Catedral de Santa María de la Huerta.
Tras más de treinta años de restauración podemos, desde el año 2011, admirarla en su máximo esplendor.
Su construcción comenzó en el siglo XII, y a lo largo del tiempo ha incorporado elementos de todos los estilos arquitectónicos: del románico al gótico francés, pasando por el mudéjar, el renacimiento hasta el barroco. Una fusión que la hace única.
Aunque se inició como una catedral gótica, conserva magníficos ejemplos del arte mudéjar, como su claustro gótico-mudéjar, el imponente cimborrio y la torre, donde ambos estilos se funden de forma magistral.
El interior sorprende por la riqueza de su decoración y aunque sufrió grandes daños durante la Guerra de los Dos Pedros (1356-1369), fue reconstruida con gran belleza, manteniendo su esencia gótica y enriquecida con aportaciones mudéjares y renacentistas.
En el siglo XVI, su interior fue renovado siguiendo los gustos del Renacimiento, con espectaculares pinturas murales entre las que destacan las del tambor del cimborrio, consideradas por muchos como la Capilla Sixtina del Renacimiento español. Durante su restauración, salieron a la luz unas extraordinarias pinturas en grisalla que decoran el interior del cimborrio.







A la visita de la catedral y al claustro puedes añadir la Experiencia Kiborion, en la que podrás subir su maravilloso cimborrio y admirar las vistas a la ciudad. Una visita imprescindible.



Si como nosotros eres amante de las catedrales, muy pronto podrás ver un artículo completo sobre la Catedral de Santa María de la Huerta de Tarazona.
Plaza vieja de toros
Una de las paradas obligadas en la visita a Tarazona es su plaza vieja de toros de la que te contamos su curiosa historia. Además, es el lugar donde comienzan las visitas guiadas a Tarazona.
A finales del siglo XVIII, un grupo de ocho vecinos de Tarazona solicitó este terreno para construir viviendas alrededor de una plaza destinada a espectáculos taurinos. Su objetivo era alquilar las viviendas y beneficiarse de los festejos taurinos, reservándose balcones privilegiados para su disfrute.
La construcción de la plaza finalizó en septiembre de 1792, y supuso una importante ampliación urbanística más allá del casco medieval.
Tiene planta octogonal, ocupa 1.465 m² y está rodeada por 32 viviendas distribuidas en sus lados. Su capacidad era de unos 5.500 espectadores, y el último festejo taurino tuvo lugar en 1868. A día de hoy, las viviendas siguen habitadas y el espacio central se emplea para actos culturales.
En 1998 se completó la restauración exterior y en 2001 fue declarada Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón. Desde el año 2000 forma parte de la Unión de Plazas Históricas de España, junto a las de Almadén, Aranjuez, Béjar, Campofrío y Santa Cruz de Mudela.

Santuario de la Virgen del Río
Tras una gran avenida del río Queiles en 1658, se construyó un paseo para protegiera las casas y embellecer la ciudad. Durante las obras se halló una cabeza coronada identificada como la Virgen María, lo que motivó la construcción de un santuario en su honor, la Ermita de la Virgen del Río, finalizada en 1672.
La imagen se convirtió en patrona de la ciudad y su retablo barroco, iniciado por la familia Ibáñez y concluido en 1680, es una de sus joyas artísticas. Hoy, el templo sigue albergando importantes obras de arte barroco y es símbolo de devoción popular.

Ex convento de San Francisco
Continuamos la visita a Tarazona acercándonos al antiguo convento de San Francisco de 1270. Un importante centro espiritual y artístico que fue creciendo con aportaciones de cofradías y mecenas locales.
Su iglesia y claustro conservan valiosas capillas y pinturas murales de entre los siglos XV y XVIII, recientemente restauradas. Tras la desamortización de 1835, parte del complejo desapareció, aunque aún se conservan la iglesia, el claustro y la antigua librería, hoy sede de la Escuela Oficial de Idiomas.

Oficina de turismo - Cipotegato
A su lado se encuentra la Oficina de Turismo, en la que podrás encontrar información detallada de la ciudad con sus visitas guiadas y también de lo que hacer en sus alrededores. También podrás ver el traje del cipotegato.
El Cipotegato es el personaje más emblemático de las fiestas de Tarazona, celebradas en honor a San Atilano. Cada 27 de agosto, a las 12 del mediodía, este joven con un traje de colores vivos y un gorro con rombos sale corriendo desde el Ayuntamiento mientras una multitud le lanza tomates.
Es elegido entre los jóvenes turiasonenses y su salida marca el inicio oficial de las fiestas. Es un momento emocionante y muy esperado por toda la ciudad.

Río Queiles
Nos acercamos a orillas del río Queiles, que no solo da vida a los paisajes que atraviesa, si no que también regala algunas de las vistas más bonitas que ver en Tarazona.
Nace en las entrañas del Moncayo, en Vozmediano, con un caudal impresionante y su paso por la ciudad, el Queiles divide Tarazona en dos mitades.
Detente en cualquiera de sus puentes, como el del Hospital o el de la Virgen del Río, y disfruta de unas vistas preciosas del conjunto histórico. Un paseo junto al río, especialmente al atardecer, es una forma perfecta de descubrir la esencia de Tarazona.


Plaza del mercado- Ayuntamiento
La plaza del Mercado, es uno de los lugares más emblemáticos que ver en Tarazona. En ella se encuentra el Ayuntamiento, construido entre 1557 y 1563, que originalmente funcionaba como lonja, granero y mirador para los festejos taurinos. En el siglo XVII se convirtió en Casa Consistorial.
Su arquitectura sigue el estilo tradicional aragonés, cuenta con un mirador de arquillos y un gran alero de madera. Su fachada es espectacular, destaca el friso principal que representa la coronación de Carlos V como emperador del Sacro Imperio en 1530, acompañado con un cortejo imperial. Se completa con escudos del emperador, del Reino de Aragón y de la ciudad de Tarazona.
Destacan también las figuras alegóricas de la Justicia y la Sabiduría, junto a personajes mitológicos como Hércules, Caco y otros vinculados a la leyenda fundacional de la ciudad.
Su última reforma fue realizada entre 1968 y 1973 por Fernando Chueca Goitia. En ella, se añadió una galería inspirada en el monasterio de Veruela, incorporando incluso los escudos de sus antiguos abades.



La plaza es uno de los puntos más importantes para el cipotegato, que, a las 12 en punto sale del Ayuntamiento junto con los anteriores cipotegatos, amigos y cuadrillas de la ciudad intentando escapar de una lluvia de tomates.
Tras el recorrido vuelve a la Plaza donde es recibido por la multitud teñida de rojo que lo alza y entre la música de las charangas, lo suben a la estatua en su honor y finaliza siendo entrado en volandas en el Ayuntamiento.
El cinto y la muralla
Ahora atravesamos el emblemático barrio de El Cinto para descubrir uno de los tesoros más antiguos de Tarazona: los restos de su muralla medieval.
Las murallas de Tarazona se construyeron principalmente en el siglo XIV, con base de sillería y alzados de mampostería. En algunos puntos, los muros llegan a tener hasta 5 metros de grosor. Muchas de las casas actuales se apoyan directamente sobre los restos de esta antigua fortificación.
Durante la Edad Media, el recinto amurallado protegía el “Cinto”, donde residían los musulmanes hasta la reconquista cristiana, momento en el que la ciudad cambió su fisonomía: los cristianos ocuparon el Cinto, los musulmanes se trasladaron al barrio de San Juan, y los judíos se instalaron a los pies del castillo.
Podrás diferenciar las calles de la judería de Tarazona, ya que están marcadas en el suelo con unas pequeñas placas que indican los “Caminos de Sefarad”.
Actualmente sólo se conservan dos torreones, uno de ellos en el conocido Cubo. Y también algunos lienzos, como el del Monasterio de Nª Señora de la Concepción, que aprovechó parte de las murallas para ser construido, y gracias a eso ha llegado a nuestros días.


Espacio Cultural San Atilano
También aquí está el Espacio Cultural San Atilano, ubicado en la antigua Iglesia de San Atilano, patrón de Tarazona. Cuenta con una exposición permanente sobre las tradiciones y festividades turiasonenses. Incluye paneles, QR interactivos, objetos y bienes.

Casas colgadas
En tu visita a Tarazona también descubrirás la Casas Colgadas, uno de los rincones más pintorescos de la ciudad. Se encuentran en el barrio de la Judería, concretamente en la calle Rúa Alta, y cuelgan literalmente sobre la Rúa Baja, adaptándose al escarpado terreno de la ladera del cerro donde se asienta buena parte del casco antiguo.
Son menos conocidas que las que ver en Cuenca, pero tienen la misma función ya que fueron construidas aprovechando al máximo el espacio disponible. Por eso muchas de ellas tienen varias alturas, y parte de su estructura sobresale del terreno, apoyada sobre vigas y pilares, generando ese efecto tan característico de “casas colgadas”.

Palacio Episcopal
Uno de los imprescindibles que ver en Tarazona es, sin duda, el Palacio Episcopal. Actualmente, puede visitarse a través de las visitas guiadas organizadas por el Ayuntamiento, que permiten descubrir todos sus rincones y comprender su evolución a lo largo de los siglos.
En la Guerra de los Dos Pedros, las casas episcopales fueron destruidas y en 1386, el obispo Pedro Pérez Calvillo adquirió la antigua Zuda musulmana para convertirla en la residencia de los obispos de Tarazona. La transformación arquitectónica culminó en el siglo XVI bajo el episcopado de Juan González de Munébrega.
Entre sus aportaciones destaca el gran corredor que se asoma al río Queiles, sostenido por arcos de ladrillo, la monumental escalera noble (que en el momento de nuestra visita estaban restaurando) o el elegante patio central que organiza el conjunto.
Destacaremos también, la capilla, las diferentes estancias, las cárceles con graffitis de la época y el Salón de Obispos, con retratos pintados al fresco, inspirada en modelos como el de la galería papal de la Capilla Sixtina.



Iglesia de Santa María de la Magdalena
A su lado se encuentra la Iglesia de Santa María de la Magdalena, uno de los templos más antiguos y emblemáticos que ver en Tarazona.
Se cree que fue construida sobre una antigua mezquita tras la reconquista cristiana, y su origen románico puede apreciarse aún en algunos elementos del ábside y en la robustez de sus muros.
Destaca la torre de planta cuadrada en su base y octogonal en los cuerpos superiores, uno de los ejemplos más interesantes del mudéjar aragonés, declarada Bien de Interés Cultural. La iglesia guarda también un valioso patrimonio artístico en su interior, con retablos, imágenes y elementos litúrgicos de distintas épocas.


Vídeo de Tarazona
Qué ver cerca de Tarazona
Hay algunos lugares muy interesantes que puedes visitar cerca de Tarazona, perfectos para completar tu escapada:
Uno de ellos es el Monasterio de Veruela, ubicado a 13 kilómetros. Un impresionante monasterio cisterciense a los pies del Moncayo. Además de su magnífico claustro y su iglesia, alberga el Museo del Vino de la D.O. Campo de Borja.
También tienes la pequeña localidad de Borja a 22 kilómetros, que se hizo famosa por su "Ecce Homo". Borja es mucho más: su casco histórico, la Colegiata de Santa María y el Palacio de los Borja merecen una visita.
Y ya en la provincia de Soria, a 18 kilómetros, se encuentra Ágreda, conocida como la "Villa de las Tres Culturas" codiciada por aragoneses, castellanos y navarros, al ser lugar de paso en la depresión del Ebro a los pies del Moncayo. Descubre en este post qué ver en Ágreda.
Y ahora ya sabes todo lo que ver en Tarazona, una pequeña ciudad que merece la pena conocerse por la cantidad y calidad de su patrimonio artístico. ¿La conoces?
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