Hoy queremos enseñarte todo lo que ver en Carennac, un pintoresco pueblo que no ha perdido su carácter medieval, situado en una terraza rocosa dominando el Valle del Dordoña en Francia.
Esta pequeña población está catalogada como el pueblo más bello de Francia, y se desarrolló alrededor de un priorato de la abadía de Cluny formado por bellos edificios monásticos que todavía se pueden visitar.
Acompáñanos a descubrir este pueblo clasificado como País de Arte y de Historia, y a recorrer sus callejuelas empedradas. ¡Te va a enamorar!
Dónde está Carennac
Esta es la ubicación de Carennac. Es una comuna situada en el valle del Dordoña en el norte del departamento de Lot, en la región de Occitania, en Francia.
Dónde dormir
Dormimos en una preciosa casa de Carennac en la que se ubicaba La Petite Auberge. Un alojamiento con muchísimo encanto, atendido por una pareja maravillosa, pendiente de todas tus necesidades.
Además de dormir y desayunar allí como reyes, nos dieron todo tipo de recomendaciones para visitar la zona. Es super recomendable alojarse allí para disfrutar de la población también durante la noche.
Qué ver en Carennac
Además del castillo y la iglesia del priorato, lo principal que ver en Carennac es el pueblo en sí, ya que sus callejuelas y sus casas son un auténtico monumento.
Pasear sin prisa entre ellas admirando todos sus detalles, sentarte en una terraza y dejar pasar el tiempo contemplando las magníficas vistas y acercarte al río Dordoña, o navegarlo en una piragua, es un auténtico placer.
Priorato de San Pedro de Carennac
El principal monumento que ver en Carennac es el priorato de San Pedro de la orden de Cluny, compuesto en la actualidad por la iglesia con su claustro y el antiguo castillo convertido en decanato.
Se tiene constancia documental del priorato ya en el 932, cuando la iglesia de Saint-Saturnin, que allí existía pasa de mano en mano a través de los siglos y San Odilón, abad de Cluny, construye un priorato, cambiando su advocación por la de San Pedro.
El priorato cluniacense se convierte en decanato por la autorización de 1295 del papa Bonifacio VIII. En 1360, debido a la Guerra de los Cien Años, una parte del claustro y las construcciones monásticas quedaron destruidas.
A pesar de su reconstrucción, en el siglo XVIII, entró en decadencia, fue suprimido en 1787 con una comunidad de cuatro miembros y acabó siendo vendido. Por suerte en 1893, se declaró Monumento Histórico y fue restaurado.
Castillo de los Deanes
Comenzamos el paseo por Carennac visitando el castillo de los Deanes, que fue mandado construir por el deán Alain de Ferrières, junto con las capillas de la nave norte, entre 1529 y 1554. Su función era la de ser utilizado como alojamiento del deán y demás personal del priorato cluniacense de Carennac.
Entre 1681 y 1685 fue deán François de Salignac de Lamothe, conocido como Fenelón, autor de Las Aventuras de Telémaco, una crítica a las políticas de Luis XIV.
El edificio está erigido con piedra blanca y delicada arquitectura renacentista con bellos torreones y altas chimeneas. En sus cuatro niveles, dispuestos alrededor de unas amplias escaleras, destacan varias cosas como sus paredes con frescos y el techo pintado del siglo XVII que decora la sala de ceremonias.
Fue declarado monumento histórico y actualmente alberga el centro de interpretación del valle del Dordoña. En otras dependencias hay una exposición permanente sobre el rico patrimonio de la Tierra de arte y de historia de Causses y del valle del Dordoña, dedicadas al patrimonio, la fauna, la flora y la geología entre otras cosas. También hay exposiciones temporales.
Patio del Priorato
Entramos al recinto monástico a través de una puerta fortificada, que nos conduce a un pintoresco patio. A su derecha puedes ver pequeñas casas, en las que actualmente hay tiendas y talleres artesanales. Y frente a ellas la iglesia de San Pedro, la oficina de turismo, y al fondo la entrada al claustro. Para acceder a este, tienes que comprar una ficha en la oficina de turismo.
Iglesia de San Pedro
Una de las cosas más notables que ver en Carennac, y que permanece casi intacta del priorato del siglo de la orden de Cluny, es la Iglesia de San Pedro.
Las donaciones permitieron que este priorato fuese uno de los más ricos de la orden, por ello, los monjes pudieron permitirse embellecer su iglesia y construir esta bella portada románica.
La Iglesia de San Pedro fue construida en el siglo XI y tiene tres naves que finalizan en tres ábsides, siendo el central cuadrado y los laterales semicirculares. Merece la pena detenerse a contemplar las pinturas murales de las bóvedas de las capillas.
Pero lo que sin duda llama más la atención es su nártex, añadido en el siglo XII. Su portada de medio punto está rodeada por una arquivolta en la que había una hilera de animales de los que sólo quedan un oso, un león y un lobo. En el centro hay un bello tímpano que descansa sobre cuatro columnas, en el que se puede ver un Pantocrátor en el interior de la mandorla rodeado por los cuatro evangelistas, los doce apóstoles y ángeles.
Claustro
Merece la pena admirar el claustro, que aún conserva una panda de sus orígenes románicos, el resto fue reconstruido en el siglo XVI en estilo gótico flamígero.
Puedes admirarlo tranquilamente y subir a su primera planta a través de una pequeña torre alberga la escalera. También ver la antigua sala capitular, en cuyo interior se encuentra, entre otras piezas, el valioso conjunto escultórico del Entierro de Cristo (Tombeau Miseau), del siglo XV.
Está compuesto por figuras esculpidas en piedra a tamaño natural en la que alrededor de la figura de Cristo yacente, se encuentra Nicodemo y José de Arimatea, sosteniendo la tela donde está posado. Y por detrás, María Salomé, San Juan, la Virgen madre de Cristo, María (madre de Santiago el Menor) y María Magdalena. En el siglo XX un sacerdote de Carennac retiró su policromía original.
Calles y casas de Carennac
Alrededor del recinto de este monasterio fue creciendo la población hacia el río Dordoña, sus casas guardan una estética cuidada que hace que la visita sea encantadora. El mercado se celebra cada tarde de los martes durante el verano en las calles de Carennac.
En tu paseo descubrirás que hay muchas casas de los siglos XV y XVI construidas con piedra local, ventanas esculpidas, fachadas con entramado de madera y entre ellas también podrás ver la antigua capilla de Notre-Dame.
Las casas de Carennac en la época medieval estaban cubiertas de estuco, que a menudo se pintaban de colores claros para iluminar algunos callejones oscuros. En la actualidad este estuco ha desaparecido mostrando el carácter y el patrimonio de las construcciones.
Puente sobre el Médéric
Un lugar de lo más fotogénico es su puente sobre el Médéric, una visita obligada entre las cosas que ver en Carennac.
Río Dordoña
Puedes atravesar su bonito puente y acercarte hasta el río Dordoña, justo antes de llegar se encuentra una torre del siglo XVI, situada frente a la isla Calypso (en medio del Dordoña).
Puedes pasear tranquilamente por el camino que discurre por su orilla, o incluso si tienes ganas de actividad, bajarlo en canoa o kayak en alguna de las empresas de aventura de la zona.
Vídeo de Carennac
Qué ver cerca de Carennac
Carennac se encuentra muy cerca de las maravillosas cuevas de la Gouffre de Padirac que te recomendamos visitar. Pincha en el enlace para verlo en nuestro post, te contamos todo lo necesario para realizar tu visita, seguro que te encanta.
El valle del Dordoña está salpicado por bellísimos pueblos, los más bonitos y que te recomendamos visitar son: Rocamadour con su silueta al borde del acantilado; Collonges-la-Rouge con sus casas rojas y tejados de pizarra; Loubressac, el más panorámico; Autoire repleto de casas solariegas y palacetes; Curemonte con sus tres castillos.
Y hasta aquí todo lo que ver en Carennac, una maravilla de población que te recpmendamos visitar, un remanso de paz en el que te parecerá que se ha detenido el tiempo y que “deberías” incluir en tu visita al valle de Dordoña.
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