Nos encontramos en la bella ciudad portuguesa de Coimbra, conocida
sobre todo por su famosa Universidad, pero en la hay mucho más que ver. Dos
de los lugares que más nos llamaron la atención, y de los que te voy a
hablar, fueron el Monasterio de Santa Clara-a-Velha y su sucesor el
Monasterio de Santa Clara-a-Nova, por el que fue sustituido tras las
abundantes crecidas del río Mondego y los continuos desperfectos que en el
ocasionaba.
Monasterio de Santa Clara-a-Velha
Comenzamos por el origen de todo: el
Monasterio de Santa Clara de Coimbra (que en el trascurso de su
historia acabo siendo llamado a Velha, o lo que es lo mismo,
la Vieja.
Doña Mor Días fundó este monasterio de la
Orden de Santa Clara en el año 1286 a la orilla del río Mondego,
muy cerca del Monasterio de San Francisco, ya que esta es la rama femenina
franciscana y necesitaban tener cerca algunos servicios de la orden.
Aunque hubo problemas tras la muerte de su fundadora por la continuidad del
convento, en 1314 Doña Isabel de Portugal, mujer de Don Dinis, refundó
una comunidad clarisa, amplió terrenos y construyó un nuevo convento con
monjas procedentes de Santa Clara de
Zamora. Construyó un palacio real para retirarse ya viuda en 1325, incluyó un
hospital de pobres y tras su muerte, sería allí enterrada y convertida en santa.
Pero en el siglo XVI, el monasterio de Santa Clara, debido a la proximidad del
Mondego y a sus continuas crecidas sufría constantes desperfectos y a pesar de
las modificaciones en su estructura, en 1647
se ordenó su traslado y fue abandonado. En 1649 comenzó la
construcción del nuevo convento de Santa Clara del que luego hablaremos y en
1672 las monjas ya estaban en él.
El monasterio fue catalogado como Monumento Nacional en 1910, y en 1991
se inició una gran recuperación de las partes conventuales y contención de las
aguas del Mondego, quedando a la vista la parte inferior de la iglesia y del
claustro, que se encontraban ya enterradas.
Se construyó un edificio delantero en el que se encuentra el
Centro de interpretación. Allí podemos ver una importante
colección de porcelanas, rosarios y muchos otros objetos de las clarisas.
También cuenta con un auditorio, salas de exposiciones, tienda y cafetería.
Tras ver el centro de interpretación, nos dirigimos por pasarelas siguiendo el
recorrido recomendado, dejamos a un lado los restos de las dependencias y del
claustro y nos dirigimos a la iglesia.
La iglesia del Monasterio de Santa Clara-a-Velha fue consagrada en 1330, es robusta y tiene gruesas paredes y contrafuertes típicos del románico siguiendo el estilo habitual de las monjas clarisas. Tiene tres naves de siete tramos, sin transepto, y tres capillas en la cabecera.
Al Monasterio de Santa Clara-a-Velha le fue concedido
el premio Europa Nostra 2010, un importante galardón europeo.
el premio Europa Nostra 2010, un importante galardón europeo.
La iglesia del Monasterio de Santa Clara-a-Velha fue consagrada en 1330, es robusta y tiene gruesas paredes y contrafuertes típicos del románico siguiendo el estilo habitual de las monjas clarisas. Tiene tres naves de siete tramos, sin transepto, y tres capillas en la cabecera.
En el monasterio estuvieron alojados personajes ilustres como por ejemplo la
infanta doña Juana, hija de don Enrique IV de Castilla y de doña
Juana de Portugal, tras ser desposeída del trono castellano por los
partidarios de los Reyes Católicos, que decían que era hija ilegítima.
Pasando a la historia con el apodo de Juana "la Beltraneja".
Los cuatro tramos posteriores de la iglesia, estaban ocupados por el coro de
las monjas. Estaban separados de las otras tres partes delanteras para la
población y con los que no tenían contacto.
Puedes deambular por toda la iglesia ayudado por pasarelas y escaleras para
poder apreciar todos los detalles, si te fijas bien en las gruesas columnas de
la parte baja, se puede apreciar las marcas que a lo largo de la
historia fue dejando el agua.
La nave central está cubierta con una bóveda de cañón sobre grandes arcos y
las naves laterales con bóvedas de crucería. Y dos grandes rosetones y
ventanas dobles iluminan el interior.
Prácticamente no queda nada de la azulejería y pintura manuelina que en el siglo XVI se añadió a los muros de la iglesia. Hay un museo en Coimbra en el que se puede ver algunos de estos restos y piezas encontradas en las excavaciones, es el Machado de Castro.
Prácticamente no queda nada de la azulejería y pintura manuelina que en el siglo XVI se añadió a los muros de la iglesia. Hay un museo en Coimbra en el que se puede ver algunos de estos restos y piezas encontradas en las excavaciones, es el Machado de Castro.
En el templo, junto a la de su nieta, se colocó la
tumba de Doña Isabel, que después fue canonizada como
Santa Isabel de Portugal. Este hecho convirtió al convento en un
importante lugar de peregrinación.
También aquí estuvo la tumba de Doña Inés de Castro, asesinada en 1355
por su suegro Afonso IV, que no aceptaba la relación con su hijo y heredero,
el futuro Pedro I. Posteriormente Doña Inés sería enterrada en el
Monasterio de Alcobaça en una hermosísima tumba de la que
te hablé en este post.
Tras ver la iglesia, salimos a la calle de nuevo y caminamos por las pasarelas exteriores a través de sus pasarelas, para ver los restos del claustro.
En el trascurso de la vida del convento, debido a las continuas inundaciones del río tuvieron que elevarse zonas de la iglesia y el también el claustro, cuya planta baja estaba constantemente anegada. El problema fue que el lugar fue convirtiéndose en un lugar insalubre, por lo que se comenzó a construir el Monasterio de Santa Clara-a-Nova en una zona más alta pero cercana, donde se encuentra actualmente, y las monjas se trasladaron a él en 1677.
Horario
Verano (del 1 de mayo al 30 de septiembre):De martes a domingo de 10:00 a 19:00
Invierno (del 1 de octubre al 30 de abril):
De martes a domingo de 10:00 a 17:00
Santa Clara-a-Nova o Mosteiro da Rainha Santa Isabel
Fue Don João IV, el que mandó construir el nuevo
Monasterio de Santa Clara, para evitar los continuos problemas de
crecidas y así exaltar los restos de santa Isabel en su interior. El lugar
elegido fue muy cerca de allí, pero en el alto del monte de
Nossa Senhora da Esperança, desde el que las vistas a la ciudad de
Coimbra son expléndidas.
Las obras se iniciaron en 1649 y debido a la urgencia del traslado de
las monjas,
los dormitorios, cocina y refectorio estaban acabados en 1677, la
iglesia tuvo que esperar un poco más.
Se traslada el sepulcro de la reina Santa Isabel en el año 1677 en una
gran procesión desde el antiguo monasterio y se coloca provisionalmente junto
al refectorio junto a su nieta y las losas de antiguas abadesas del viejo
convento. Cuando la iglesia fue consagrada en 1696, se trasladaron allí sus
restos en una urna de plata al altar mayor.
El monasterio cuenta con una iglesia dividida en una parte para las
monjas y otra para los fieles,
portería, dormitorios, claustro y una hospedería con algunas
habitaciones públicas.
La fachada principal alterna paredes blancas con piedra y tras unos pocos escalones se encuentra la portada de entrada de feligreses, de estilo barroco, con el Escudo de D. João IV. Perpendicular se encuentra la fachada de la portería y los dormitorios de las monjas.
La fachada principal alterna paredes blancas con piedra y tras unos pocos escalones se encuentra la portada de entrada de feligreses, de estilo barroco, con el Escudo de D. João IV. Perpendicular se encuentra la fachada de la portería y los dormitorios de las monjas.
Una portada levantada con restos del antiguo monasterio, protege el conjunto y
abre paso al atrio en el que se encuentra la bella escultura de la
Reina Santa Isabel en mármol.
Una vez dentro del monasterio podemos contemplar varias estancias, la principal no cabe duda que es la iglesia del Monasterio de Santa Clara-a-Nova. Es de una nave partida en dos para dejar espacio para las monjas. La zona para los fieles está extremadamente decorada, bajo las ventanas podemos ver nueve retablos de talla dorada adornan las paredes, en ellos vemos columnas toscanas enmarcadas por arcos de medio punto de fines del siglo XVII, con diferentes escenas de la vida y milagros de la reina Santa Isabel de Portugal.
En el atrio delantero, las vistas a la ciudad de Coimbra son
verdaderamente espectaculares. Merece la pena detenerse unos minutos antes
de visitar el monasterio.
Una vez dentro del monasterio podemos contemplar varias estancias, la principal no cabe duda que es la iglesia del Monasterio de Santa Clara-a-Nova. Es de una nave partida en dos para dejar espacio para las monjas. La zona para los fieles está extremadamente decorada, bajo las ventanas podemos ver nueve retablos de talla dorada adornan las paredes, en ellos vemos columnas toscanas enmarcadas por arcos de medio punto de fines del siglo XVII, con diferentes escenas de la vida y milagros de la reina Santa Isabel de Portugal.
Lo que más destaca es sin duda es el retablo mayor, realizado en
talla de madera dorada, formado por un banco y un cuerpo superior rematado en arco de medio punto
con pilastras toscanas y un escudo de Portugal en el centro. Un amplio
espacio central acoge el sepulcro de plata en el que se encuentran
los restos de Santa Isabel.
La imagen de Santa Isabel que vemos por delante es del siglo XIX y es sacada en procesión cada año.
La zona de las monjas se encuentra separada por un grueso muro, en él podemos ver delante de los dos coros, verjas y entre ellas una pintura con Santa Clara huyendo de los soldados.
Tras observar todos y cada uno de los inacabables detalles de la iglesia, nos dirigimos a ver el resto de las dependencias, entre ellas la sacristía por la que accedemos al claustro.
La imagen de Santa Isabel que vemos por delante es del siglo XIX y es sacada en procesión cada año.
La zona de las monjas se encuentra separada por un grueso muro, en él podemos ver delante de los dos coros, verjas y entre ellas una pintura con Santa Clara huyendo de los soldados.
Tras observar todos y cada uno de los inacabables detalles de la iglesia, nos dirigimos a ver el resto de las dependencias, entre ellas la sacristía por la que accedemos al claustro.
Pasamos también a ver el coro bajo con paredes blancas y bóvedas de
arista delicadamente decoradas con pinturas que representan flores. Al fondo
podemos ver varios retablos de Santa Clara-a-Velha.
Aquí están enterradas algunas abadesas del convento, y además alberga
el sepulcro de la Reina Santa, que junto con el de su nieta, fueron realizados
a principios del siglo XIV y trasladados al nuevo monasterio desde Santa
Clara-a-Velha.
Está hecho de piedra policromada y sobre él podemos ver la figura yacente de
la santa, con el hábito franciscano. Al fondo del bajo coro podemos ver varios
retablos procedentes de Santa Clara-a-Velha.
También vimos el claustro, construido en 1730 sobre uno anterior. Es de estilo barroco, y tiene planta cuadrada con dos alturas. En el centro del enorme jardín hay una escultura de Nuestra Señora de la Concepción.
También vimos el claustro, construido en 1730 sobre uno anterior. Es de estilo barroco, y tiene planta cuadrada con dos alturas. En el centro del enorme jardín hay una escultura de Nuestra Señora de la Concepción.
La planta baja está compuesta por
gruesos pilares de base cuadrada con pilastras y arcos de medio
punto. En la segunda se alternan los balcones de vanos rectangulares con
nichos carentes de decoración y rematando el conjunto podemos ver una
balaustrada. El detalle de los ángulos curvos de la planta baja es
muy bonito, en ellos hay cuatro fuentes que representan los cuatro ríos del
Paraíso.
La última religiosa del convento falleció en 1891 poniéndose fin a la
comunidad, y la Cofradía de la reina Isabel se convertiría en la
legítima titular del monasterio a partir de 1896.
La parte norte se utilizó como escuela misionera por las Hermanas de San José
de Cluny, hasta la proclamación de la República en 1910, en la que esta parte
fue asignada al Ejército Portugués, volviendo a ser de la cofradía en el año
2006.
Verano de 8:30 a 19:00
Invierno de 8:30 a 18:00
Horario
Abierto todos los díasVerano de 8:30 a 19:00
Invierno de 8:30 a 18:00
¿Dónde están Santa Clara-a-nova y Santa Clara a-Velha?
¿Qué te ha parecido nuestro paseo por estos dos monasterios? Seguro que te
han encantado como a nosotros. Queda mucho que ver en Coimbra, te lo contamos todo en este post.
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