Acompáñanos a descubrir qué ver en Saint Malo, una pintoresca ciudad corsaria francesa construida sobre un islote con un fuerte sistema defensivo.
Merece mucho la pena descubrir esta infranqueable ciudadela que prosperó al abrigo de las murallas: sus calles, su catedral, sus animadas playas y la cantidad de establecimientos que harán redonda la visita a una de las localidades más visitadas de Bretaña y que incluimos en nuestra ruta por los lugares más bonitos de Bretaña.
Dónde está Saint Malo
Saint-Malo (en galó, Saent-Malo; en bretón, Sant-Maloù) es una comuna del departamento de Ille y Vilaine, ubicado en la región de Bretaña (Francia).
Dónde dormir en Saint Malo
Dormimos en el Alba hotel, situado frente a la playa y junto al puerto. Tiene habitaciones con vistas al mar con una decoración sencilla y una equipación perfecta.
Qué ver en Saint Malo
Esta infranqueable ciudadela se construyó sobre un islote en el siglo XII, y prosperó al abrigo de las murallas que fueron ampliadas por los discípulos del arquitecto Vauban. Los armadores y comerciantes hicieron fortuna y es por eso por lo que podemos ver preciosas mansiones en los alrededores de la ciudad, las "malouinières".
El mar guardó siempre una estrecha relación con la ciudad y de sus costas partieron personajes como Jacques Cartier en el siglo XVI para descubrir Canadá, o los corsarios Duguay-Trouin y Surcouf en el siglo XVIII, quienes reafirmaron el prestigio de Saint-Malo.
Hay que diferenciar entre pirata y corsario, aunque ambos saquean barcos, los piratas lo hacían contra cualquier enemigo violando las leyes y en beneficio propio. Mientras que los corsarios lo hacían sólo en tiempos de guerra y bajo el permiso de un gobierno acabando así con el tráfico marítimo y debilitando al país enemigo.
Tras el desembarco de Normandía, en la segunda Guerra Mundial, soldados alemanes se atrincheraron tras las murallas, antes de que el general Andreas Maria Karl von Aulock se rindiese y los estadounidenses bombardearon la ciudad destruyendo el 80% de esta.
La muralla que rodea Saint Malo, tiene varias puertas, una de las mas bonitas es la de Saint Vincent de 1708, con los escudos de Bretaña y de la ciudad. Junto a ella se encuentra la oficina de turismo y el trenecito turístico que recorre la ciudad y que tanto gusta a los niños.
Si la atravesamos vemos una de las zonas más turísticas, la animada plaza de Chateaubriand. A la izquierda de esta, comienza la calle Jacques Cartier, con muchísimos restaurantes a ambos lados, es curioso ver como sus terrazas están adosadas a la muralla.
Pudimos ver la torre Bidouane, antiguo polvorín del siglo XV que quedó en pie tras el bombardeo y que se conserva desde entonces. Se sube por unas escaleras de caracol y desde arriba hay unas vistas inmejorables. Otro de los bastiones que también quedó en pie fue el Bastion de Hollande.
Además puedes recorrer todo el contorno de Saint Malo, hay bonitos miradores desde los que contemplar tanto su estructura como el mar.
Es curioso observar como oscila la marea. Cuando está baja, puedes llegar caminando a la isla Grand Be, donde se encuentra la tumba del escritor Francois Rene Chateaubriand, ojito con despistarte porque si estás allí y sube la marea tendrás que esperar 6 horas o echar a nadar.
El fuerte del petit Bé de 1689 es accesible también solo en marea baja a través de una pasarela de hormigón. Hay otra isla, la Fort Nacional, antigua prisión de 1689.
Observamos desde arriba la playa de Bon Secours, en la que han hecho unos muros para dar forma a una piscina con trampolín que está llena cuando la marea ha bajado.
Catedral de Saint Vicent
La catedral de Saint Vicent se encuentra en el centro de la ciudad, tiene su origen en el siglo XII pero se reconstruyó y es básicamente de estilo gótico.
Durante la Segunda Guerra Mundial sufrió importantes daños, siendo destruida la torre del campanario, que sería reconstruida años después.
Hay que pasear entre sus calles y observar sus casas y sus bonitos rincones. Hay multitud de calles bonitas y plazas repletas de bares, restaurantes y comercios de todo tipo y sobre todo de dulces bretones.
7 Comentarios
Hace unos años estuve, con lo cual he disfrutado de este maravilloso reportaje, un abrazo.
ResponderEliminarGracias Pilar, me alegra haberte recordado tu viaje de alguna manera con mis fotos, un beso
EliminarTiene muy buena pinta la ciudad, de manera que espero poderla visitar dentro de un viaje a Bretaña. Además, he ido siguiendo la obra de Vauban por Francia, de manera que esto supone un aliciente añadido, aunque fueran sus seguidores quien se encargaran de fortificarla. ¿no hay casas con entramados de madera en Saint Malo?
ResponderEliminarEs un destino que tengo apuntado en mi agenda próximamente! Tengo muchas ganas de conocer esta parte de Francia así que sirve de gran ayuda. Un saludo y a viajar!
ResponderEliminarUna historia muy interesante, no la conocía y me han dado ganas de visitarla :)
ResponderEliminarTengo previsto ir a visitar Bretaña en un futuro próximo, así que me apunto todos estos lugares. Veo que su fama de lugares bonitos de Francia es bien merecida.
ResponderEliminarTendré en cuenta lo de la marea cuando visite la isla Grand Be, no vaya a ser que me tenga que quedar allí hasta que baje.
Un saludo.
Mi hermana esta por viajar a Francia y le voy a recomendar este destino y este blog, muy completo, me encanto!!
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