Monasterio de la Oliva, bello ejemplo del Císter en España

En el siglo XII, unos monjes cistercienses venidos de Francia fundaron el Monasterio de la Oliva o de Santa María la Real de la Oliva en este apartado lugar, entre campos de cereal y viñedos a orillas del río Aragón en la provincia de Navarra. Este conjunto histórico-monumental es uno de los mejor conservados del Císter en España y fue declarado Monumento Histórico Nacional el 24 de abril de 1880.

Un poquito de historia

El Monasterio de la Oliva fue fundado por el rey navarro García Ramírez y se comenzó a construir en el año 1134. En él los monjes cistercienses, bajo el amparo de la monarquía y la nobleza navarra, y regidos por el "Ora et Labora" entre rezos y cantos se dedicaron además a actividades vitivinícolas.

Pero no todo fueron tiempos tranquilos, a partir del siglo XIX, los monjes fueron expulsados de allí en tres ocasiones, la primera durante la invasión francesa entre 1809 y 1814, la segunda durante el trienio liberal entre 1821 y 1823 y la tercera y más importante, a partir de la desamortización de Mendizabal.

Fueron 91 años de abandono y ruina en el que se saqueó y fueron confiscados muchos de sus bienes. No vuelven hasta 1926, tras un acuerdo con la Diputación foral de Navarra para rehabilitar el lugar y para que lo podamos ver en el estado actual.

El monasterio es habitado en la actualidad por un total de 26 monjes cistercienses, puede que los veas deambulando por las dependencias con sus túnicas blancas o puede que tengas la suerte de oírles cantar.

¿Dónde está el Monasterio de la Oliva?

Se encuentra en el kilómetro 17,5 de la carretera Caparroso a Carcastillo, en la provincia de Navarra.

Visita al Monasterio de la Oliva

Aparcamos el coche en el parking situado frente al monasterio. Nos recibe un robusto edificio en forma de "L", cuyo arco de entrada hay que atravesar para ver el conjunto monástico. Se trata del antigua Residencia abacial y la Hospedería de 1780, con una fachada con influencia mozárabe aragonés y utilizado en la actualidad como hospedaje tanto para hombres como para mujeres.

A un lado encontramos la tienda y al monje portero que nos vende la entrada y nos da un mapa y una explicación de lo que vamos a ver. A partir de ese momento la visita la haces por tu cuenta.

El monasterio dispone de bodegas bajo la marca Monasterio de La Oliva y vende sus productos amparados por la Denominación Origen Navarra que puedes comprar en la tienda.

Un patio se abre frente a nosotros, al fondo la imponente iglesia que luego visitaremos. Su puerta está abierta y se puede ver el interior a través de una gran verja, pero si quieres deambular por ella, tienes que pagar la entrada y acceder a ella por el claustro.

La visita comienza a la izquierda de la iglesia, allí se encuentran los cuidados jardines del convento, con cipreses, fuentes, bancos para meditar y un bonito pozo con flores.

Estos nos conducen a los restos de los muros originales del convento, podemos ver las ruinas de la cocina del siglo XII, los restos del calefactorio, los del refectorio, y las canalizaciones para la conducción de agua.

Accedemos por una de las puertas laterales, y en una de las salas de acceso al claustro podemos ver una bonita maqueta del conjunto.

Y así llegamos al claustro, construido entre los siglos XIV y XV, y formado por cuatro crujías y capiteles decorados con motivos de todo tipo, entre los que predominan los relacionados con la vid.

Se conserva la Sala Capitular del siglo XII, una buena muestra de arte protogótico, donde los monjes recibían enseñanzas y organizaban el día. La entrada se hace a través del central de sus cinco grandes vanos de medio punto, tiene planta cuadrada y está dividida en nueve tramos por cuatro columnas centrales.

Entramos ahora desde el claustro a la Iglesia de Santa María de los siglos XII y XIII, con elementos góticos y románicos. Uno de los más genuinos ejemplos del arte cisterciense de España, que nos sorprende por su gran tamaño y su tenue iluminación.

Tiene una inmensa nave central y otras dos laterales más pequeñas. Está cubierta con bóveda de crucería con arcos fajones apuntados que descansan sobre pilares cruciformes. Predomina la austeridad del Císter y los capiteles están decorados con motivos geométricos, vegetales y algunas cabezas humanas.

En la capilla central se encuentra la imagen de la Virgen de la Oliva, esta talla es de 1932 ya que la original románica desapareció y la siguiente, gótica del siglo XIV, se llevó a Ejea de los Caballeros (Zaragoza) donde permanece.

La virgen de la Oliva es su patrona desde que en el año 1105 se apareció a los cristianos en lucha contra los musulmanes.

Las cuatro capillas absidiales tienen también planta cuadrangular y bóveda de crucería. En las dos naves laterales situadas a los pies del templo se encuentra el sepulcro del rey Sancho VII el Fuerte, aunque parece ser que nunca fue ocupado por este.

Es muy interesante el coro, hecho en Pamplona, en la primera mitad del siglo XX de estilo neogótico. Detrás de este, en uno de los lados, el órgano que curiosamente está a nivel del suelo.

Tras admirar todos los detalles, solo nos queda retroceder por nuestros pasos y salir al patio inicial para contemplar con calma la fachada de la iglesia. A los dos lados de la portada gótica del siglo XIII-XIV, podemos ver dos bellos rosetones románicos-borgoñones.

La portada tiene doce arquivoltas abocinadas apuntadas y doce parejas de columnas con capiteles de decoración vegetal, el tímpano, aunque prácticamente liso, tiene un crismón del siglo XIII cargado de simbolismo.

Tiene la figura del Agnus Dei con las letras XP, Alfa, Omega y Sóter (Principio, Fin y Salvador), y como símbolos de resurrección, un gallo, una estrella de ocho puntas y un grifo alado. A los lados un pantocrátor con el tetramorfos, y al otro la Virgen con el Niño y San José.

Seguramente te habrás preguntado a que se debe el nombre de este monasterio. Según narra la tradición popular, un rey navarro fue herido en su lucha contra los árabes y murió al pie de un acebuche, o lo que es lo mismo, un olivo silvestre, y en su honor, en el lugar se construyó el monasterio de La Oliva.

Horarios del Monasterio de la Oliva

Todo el año: de lunes a sábado, de 9:30 a 12:00 y de 15:30 a 18:00
Domingos y festivos religiosos, de 9:30 a 11:30 y de 16:00 a 18:00.
**Misas: laborables, a las 7:00, domingos y festivos, a las 12:00.
Precio entrada: 2,50 €

Por posibles modificaciones consúltalos en la web del monasterio de la Oliva

Una vista atrás por la carretera que nos conduce a nuestro siguiente destino, nos ofrece esta maravillosa perspectiva del conjunto.

¿Qué puedes hacer para completar tu visita al Monasterio de la Oliva?

A 15 kilómetros del monasterio, se encuentra la laguna de Pitillas, un humedal de origen endorreico que es paso de aves migratorias, con especies de gran importancia, por ello está incluida como Reserva Natural en la Red de Espacios Protegidos de Navarra y Zona de Especial Protección para las Aves. Un perfecto lugar para pasear y observar las aves, se encuentra a 2 kilómetros del pueblo de Pitillas.

⛪Hay otros dos monasterios muy interesantes también en Navarra que te recomiendo que visites; el de Leyre, principal monumento románico de la región y uno de los conjuntos monásticos más importantes de España por su arquitectura e importancia histórica. Y el Santuario de Javier, lugar donde nació San Francisco Javier formado por la basílica, un Castillo con museo, y el Centro de espiritualidad.

🏠También puedes ir a Artajona, Olite, Tudela, Ujué o Sanguesa, todos se encuentran en la provincia de Navarra.