Hoy queremos enseñarte lo imprescindible que ver en Marsella, la ciudad más antigua de Francia, ya que fue fundadapor unos marineros griegos procedentes de Focea, en Asia Menor, en el siglo VI a.C para unir comercialmente Roma con la Galia.
Desde entonces todo gira en torno al comercio marítimo siendo hoy en día el puerto comercial más importante de Francia y el tercero de Europa (por detrás de Róterdam y Amberes).
- Cómo moverse por Marsella
- Dónde dormir
- Qué ver en Marsella
- Barrio Le Panier
- La Vielle Charité
- Catedral Santa María la Mayor
- MuCEM
- Los archipiélagos que rodean Marsella
- Las calanques
- Ayuntamiento
- Pabellón Daviel
- Hôtel Dieu
- Puerto Viejo
- Iglesia Saint-Ferréol les Augustins
- Pabellón de espejo
- La Ópera
- Rue La Canebière
- Palacio Longchamp
- Notre Dame de la Garde
- Abadía de San Víctor
- Palacio de Justicia
- Qué ver cerca de Marsella
Cómo moverse por Marsella
A pesar de la remodelación de la ciudad, es complicado ir en coche por ella, sobre todo por los barrios más antiguos. Pero no hay problema porque la ciudad tiene un servicio de transporte excelente.
Tiene metro, autobuses y tranvías, hay varias opciones de viaje y los bonos valen para los tres transportes indistintamente. Puedes mirarlo en la página de transportes de la ciudad.
Yo solo estuve un día y saqué el billete de 24 horas, que funciona desde que lo validas y sale muy bien de precio para descubrir todo lo que ver en Marsella y no dejarte nada.
Dónde dormir
Si no quieres perderte nada tienes varias visitas guiadas para conocer la ciudad:
- Free tour por el centro de Marsella
- Si llegas en un crucero tienes este Tour de Marsella para cruceros
Qué ver en Marsella
Esta ciudad estuvo muy mal vista por la excesiva migración de pueblos del norte de África que la convirtieron en una ciudad multicultural con una tendencia árabe para muchos excesiva. Pero la ciudad se comenzó a transformar a principios del siglo XXI y ha vuelto a atraer a miles de turistas porque Hay mucho que ver en Marsella, sus playas de aguas cristalinas, sus iglesias, palacios, museos y por sus monumentos.
Barrio Le Panier
Comencé la visita en el Barrio Le Panier, situado en la zona donde se fundó la antigua Massalia. Estuvo bastante abandonado y tuvo muy mala reputación.
Hay zonas bastante descuidadas y llenas de pintadas, ya que las personas que aquí viven son mayoritariamente inmigrantes o con pocos recursos. Pero sus pintorescas y decadentes callejuelas están siendo repobladas por tiendas artesanales, bares y restaurantes dando poco a poco un nuevo aspecto al barrio.
La Vielle Charité
Destaca en el barrio la Place de Lenche, que era la antigua ágora griega y La Vielle Charité, hospital que acogía pobres, cuya construcción se inició en 1671 y se finalizó en 1749.
Tiene cuatro alas de edificios con un patio interior, en cuyo centro se encuentra la capilla construida entre 1679 y 1707. Tras la segunda guerra mundial quedó abandonado y a partir de 1986 se reformó y alberga museos como el de arqueología mediterránea, el Musée d’Arts africains, océaniens et amérindiens (M.A.A.O.A.), asociaciones, talleres y exposiciones.
Catedral Santa María la Mayor
Uno de los templos imprescindibles que ver en Marsella es la Catedral Santa María la Mayor, cuya primera piedra fue colocada por Napoleón Bonaparte. Fue construida en el lugar donde hubo una antigua iglesia paleocristiana, y la Vieja iglesia Mayor del siglo XII.
A pesar del enorme tamaño de este templo de inspiración bizantina, resulta muy elegante. En el exterior llaman la atención las rayas horizontales que forman la piedra verde de Florencia y el mármol de Carrara.
Destaca el impresionante pórtico de entrada, los mosaicos y la cúpula con más de 70 metros de altura. El interior, simplemente te dejará con la boca abierta y las vistas hacia el puerto de Marsella totalmente remodelado son increíbles.
MuCEM
En el 2013, el Ministerio de Cultura, inauguró estos imponentes edificios que vemos ahora en esta zona rehabilitada del puerto de descarga J4. A esto se le conoce como: el museo de las Civilizaciones de Europa y del Mediterráneo (MuCEM), que reune espacios destinados al arte, la arqueología, la antropología y la historia.
Compuesta de impresionantes edificios de atrevidos diseños; el MuCEM tiene una estructura interna de acero y vidrio y está cubierto de una filigrana de hormigón que imita el fondo marino.
Además se une con una pasarela al Fuerte de San Juan y este a la vez mediante otra pasarela a la iglesia Saint-Laurent. También llama la atención La Villa Mediterránea con un original voladizo que desafía la gravedad, sobre un estanque.
Camino a lo largo del Viejo Puerto por la Quai du Port, a través de los mástiles de los barcos puedo ver al otro lado, dominando desde las alturas, la Iglesia de Notre Dame de la Garde.
Bajo ella protegiendo el puerto, el Fuerte de San Nicolás. Hay muchísimos barcos atracados y gente paseando por todas partes. Muchos de los turistas vienen de la ciudad vienen en cruceros, ya que Marsella es un destino muy solicitado.
Un poco más adelante se encuentra aparcado el trenecito turístico con el que dar interesantes paseos por la ciudad. Y también hay muchas casetas para contratar excursiones a las islas de Frioul, al Castillo de If y a las Calanques.
Los archipiélagos que rodean Marsella
El archipiélago del Frioul está compuesto de cuatro islas: If, Pomègues, Ratonneau y Tiboulen. Tiene maravillosas calas con playas de arena blanca y aguas transparentes.
Allí se encuentra la fortaleza de If construida en 1531 y que pasa a través de los años a funcionar como cárcel. Uno de los prisioneros que allí estuvieron fue Edmundo Dantés, el Conde de Montecristo, personaje real inmortalizado por Alejandro Dumas.
Las calanques
Son unos 20 kilómetros de calas y acantilados de roca blanca caliza que se encuentran entre Marsella y Cassis. Es un paraíso para submarinistas, senderistas, escaladores y amantes de la naturaleza.
Hay varias, por ejemplo Port Miou, Port Pin, Sugiton, Cap Croisette y Sormiou. Algunas solo se pueden admirar desde los barcos ya que es complicado acceder a ellas por sus escarpados acantilados.
Ayuntamiento
Un poco más adelante está el Ayuntamiento, magnífico ejemplo de arquitectura barroca provenzal, compuesto por dos edificios unidos por una bonita arcada, fue construido en el siglo XVII y reformado en el XVIII.
Pabellón Daviel
Por detrás del ayuntamiento se encuentra el Pabellón Daviel, construido a mediados del XVIII con piedra rosa de La Couronne y antiguo palacio de Justicia. La fachada tiene un bonito frontón y desde su balcón se dictaban sentencias para ejecutarse en la guillotina que en el pasado se encontraba justo debajo.
Hôtel Dieu
Al fondo está el Hôtel Dieu, unión hecha en el siglo XVIII de dos hospitales; uno del siglo XII y otro del siglo XVI y posteriormente reformados en el que vemos hoy en día y que desde hace pocos años, aloja un hotel de 5 estrellas. A su izquierda, se encuentra la Iglesia de los Accoules reedificada en 1794 y de la que destaca su alta torre.
Puerto Viejo
Hoy en día, el Puerto Viejo sigue siendo el centro neurálgico de Marsella, según voy acercándome al centro los bares, restaurantes y hoteles, se multiplican. Por la mañana hay en el paseo mercado de pescado y de tarde en su lugar, puestos de artesanía, muchos con los famosos jabones de Marsella.
Iglesia Saint-Ferréol les Augustins
Entre los edificios destaca la Iglesia Saint-Ferréol les Augustins, construida sobre una iglesia templaria del siglo XII y reformada varias veces a lo largo de los siglos, esta que vemos hoy en día, de fachada neogótica se consagró en 1888.
Pabellón de espejo
En la explanada del puerto se encuentra una obra que no deja indiferente a nadie y que tienes que incluir en las cosas que ver en Marsella, es el pabellón de espejo.
Fue diseñado por Foster+Partners, más que pabellón, yo diría que es una enorme marquesina reluciente. Mide 46 metros de largo por 22 metros de ancho y es de acero inoxidable tan pulido que parece un espejo. Me pareció muy original y se integra perfectamente con el puerto.
La Ópera
Aquí está la zona más cosmopolita, a un lado está está el edificio de La Ópera, cuya mezcla de estilos; neoclásico de su construcción en 1787 y art decó de su reforma en 1919, es la clave de su belleza.
Rue La Canebière
Y la calle más famosa de todas las que ver en Marsella es la Rue La Canebière, proyectada en el año 1666 y que cobró especial importancia en el siglo XVIII con la construcción de importantes edificios, hoy en día "invadidos" por las grandes cadenas de ropa, grandes almacenes, sedes bancarias, hoteles y restaurantes.
Tiene muchísima animación, merece la pena darse un paseo tranquilo por aquí, y entre ellos destaca en la calle el edificio de La Bolsa y cámara de comercio del año 1860 y que alberga el Museo de la Marina, y una gran biblioteca abierta al público.
El antiguo Hôtel du Louvre et de la Paix, cuya magnífica entrada está escoltada por cuatro cariátides que representan los cuatro continentes, ahora está ocupada por la tienda C&A. El Hôtel Noailles, edificado en 1865. El quiosco de música, de 1911 y el Monument aux Mobiles de 1894 en recuerdo de los soldados marselleses muertos durante la guerra de 1870.
Y la Iglesia San Vicente de Paul conocida como Les Réformés. Construida sobre un convento demolido entre 1855 y 1886 en estilo neogótico, inspirada en la catedral de Reims y la de Amiens. Llaman la atención sus torres que se elevan 70 metros, y sus puertas de bronce.
Palacio Longchamp
Merece la pena que estando aquí cojas el tranvía para llegar en pocos minutos al Palacio Longchamp uno de los palacios más impresionantes que ver en Marsella.
Este monumental edificio barroco fue inaugurado en 1869, para celebrar la llegada de las aguas del canal construido desde el Río del Durance a Marsella. Tiene una elegante columnata semicircular que une el Museo de Bellas Artes en el lado izquierdo, con el Museo de Historia Natural en el derecho. En el centro la grandiosa fuente, con un carro tirado por toros con la fertilidad sobre él, que representa la llegada del agua.
Por la parte trasera del edificio, hay unos jardines dignos de admirar, en la antigüedad hubo en ellos un zoológico y un jardín botánico. También está allí el antiguo observatorio de Marsella, lugar de estudio e investigación del Universo y que cuenta con planetario. Pasea por la avenida Longchamp, hay elegantes casas del siglo XIX.
Notre Dame de la Garde
Regreso ahora al puerto para coger el autobús 60 que llega a Notre Dame de la Garde. Es increíble como el conductor gira 90 grados para meterse por algunas de sus empinadas calles. También puedes subir en el trenecito turístico, además te dejan bajar media hora para ver la iglesia y volver al tren de nuevo.
Notre Dame de la Garde se encuentra en el punto más alto que ver en Marsella, en la colina de la Garde a 154 metros sobre el mar y se ve desde todas partes, por supuesto también desde el mar.
La llaman La Bonne Mère (buena madre), se inaugura en 1864, es de estilo románico-bizantino y está recubierta de mármol, destaca en lo alto la figura de la Virgen, realizada en bronce cubierto de pan de oro e instalada en 1870. En una de sus paredes exteriores todavía se aprecian huellas del bombardeo de 1944 de la segunda guerra mundial.
El edificio está compuesto de dos partes, la cripta en la parte baja, cuya entrada se encuentra tras un puente levadizo. Y la iglesia en la alta, dedicada a la Virgen y en la que se puede apreciar en muchos detalles, el culto de los pescadores marselleses. Hay barcos por todas partes, maquetas, cuadros y agradecimientos en todos los idiomas.
La visita se completa con el museo de arte sacro instalado en las bóvedas que se encuentran por debajo de la basílica.
El panorama que se contempla desde lo alto de la colina es impresionante. Toda la costa del Mediterráneo, las islas y las calanques, la catedral, el puerto y las montañas al fondo. Hay muchas placas de agradecimiento en uno de sus balcones.
A lo lejos por la parte de atrás, puedo ver el velódromo (donde se encuentran Javi y mis hijas haciendo cola para un concierto).
Su nombre se debe a que al principio se hacían campeonatos mundiales de bicicleta de pista, pero con la reconstrucción de las gradas ahora no hay posibilidad de ello y se dedica a otros deportes, principalmente el fútbol. Tiene 60.000 asientos cubiertos y resguardados del viento y es el segundo estadio francés en tamaño después del Stade de France.
En el trayecto que lleva de la iglesia al puerto, en un pequeño jardín que se encuentra en un grupo de viviendas, hay un tanque Sherman: el “Jeanne d’Arc”, testigo de la liberación de Marsella durante el verano de 1944. Es muy parecido al que ver en Kientzheim.
Abadía de San Víctor
Y llego así a la abadía de San Víctor, fundada a finales del siglo V, en su cripta se encuentran las reliquias del santo marsellés y la Virgen de la Candelaria. También contiene valiosísimos restos arqueológicos de una cantera griega y de una necrópolis helenística del siglo II a.C. Su robusto exterior recuerda su carácter defensivo.
Hay una procesión el 2 de febrero con la Virgen de la Candelaria, el arzobispo después de la misa, bendice el horno de Navettes, en donde se hacen galletas en forma de barco, típicas de Marsella y en donde la gente hace cola para comprar sus dulces bendecidos.
Desde el mirador que se encuentra justo delante, las vistas al Viejo Puerto son muy buenas, también se ve en la parte de abajo el Fuerte de San Nicolás y el Palacio del Faro, a los que por desgracia ya no me dio tiempo a visitar.
Palacio de Justicia
Me queda poco tiempo ya e inicio el camino de regreso al hotel, aprovecho para ver el palacio de Justicia, una preciosa plaza en la que se encuentra el edificio Caisse d'epargne con una fuente en el centro y la Prefectura Bouches-du-Rhône, impresionantes.
Estoy agotada, pero prefiero regresar al hotel caminando para disfrutar el poco tiempo que me queda ya en la ciudad y buscar algún sitio para cenar.
Queda un buen trecho, aunque es pronto (para un español), ya están
comenzando a cerrar todos los comercios, y en el Viejo puerto e incluso los
restaurantes. Noto que el ambiente ha cambiado, los turistas que invadían
las calles se están sustituyendo por los locales, casi todo hombres.
Mientras recorro los puestos artesanales que han abierto en busca de algún
jabón de Marsella, junto al pabellón de los espejos se están reuniendo
hombres de origen musulmán en una manifestación, llega mucha policía y
decido irme de allí. El camino de regreso se ve diferente también, y la
ciudad cosmopolita y multicultural que me había enamorado, de repente
comienza a tomar otro cariz. Se transforma en otro país, ya no me siento
en una ciudad francesa.
Una sensación agridulce me lleva al hotel, junto al que contemplo el arco
de triunfo: Porte d'Aix, de inspiración romana y monumento a los triunfos.
Qué ver cerca de Marsella
Muy cerca se encuentra Aix en Provence la ciudad de Paul Cézanne, una colorida y animada localidad de la Provenza francesa con un casco histórico con un valor arquitectónico y multitud de museos de arte, exposiciones, festivales y mercados, que merece la pena conocer.
18 Comentarios
El arte bizantino me gusta mucho y por lo que veo en Marsella hay mucho de ello.
ResponderEliminarHe estado algunas veces en Marsella pero siempre de paso justo para ver la costa y dar una vuelta por las calles principales.
Un bonito reportaje con buenas tomas.
Un abrazo.
Muchas gracias Pilar, me alegro de que te haya gustado.
EliminarQue bonito!!!!!!!
ResponderEliminarGracias!!! Es precioso!
EliminarHello Carmen,
ResponderEliminarThis is so nice!! So impressive to see this report with fantastic pictures.
That building on shot 4 is really amazing. Wonderful. I enjoy this so much.
Many greetings,
Marco
Thanks Marco!!! Many greetings!
EliminarNo he estado, pero me recuerda a Génova, debe ser la cercanía.
ResponderEliminarSaludos viajeros
El LoBo BoBo
Yo no he estado en Génova, así que no puedo decirte. Pero está en mi lista, lo recomiendas?
EliminarUn saludo
Nunca la he visitado, pero las fotos son bellisimas, hermoso viaje Carmen.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias Conchi, siempre tan amable!
EliminarHe estado en Marsella, pero después de leer tu entrada tengo la seguridad de haberme perdido muchas cosas. Las fotos estupendas.
ResponderEliminarBesos
Gracias Ambar! Te echaba de menos y los artículos tan interesantes de tu blog. Lo has dejado?
EliminarMarsella es una ciudad que siempre me ha llamado la atención. Sabía de la "peligrosidad" de alguno de sus barrios (al menos hace unos años), pero también es cierto que estas zonas tienen gran encanto. El barrio de Le Panier tiene que ser una gozada el poder recorrerlo, me encantan los sitios así. Un saludo!
ResponderEliminarSi, a pesar del ambiente tan extraño, a mi me enamoró. Un saludo Xipo!
EliminarQué bonita ciudad! La catedral espectacular. Y me han encantado las fotos del puerto y el fuerte. La verdad que no era una ciudad que me llamase la atención, y veo que estaba equivocada.
ResponderEliminarMerece la pena y mucho Cris! Apuntátela por si surge la ocasión.
EliminarVaya si te cundió el día. No sé por qué, pensaba que Marsella no tenía mucho interés, y vaya si estaba equivocado. Otro lugar para la lista de destinos.
ResponderEliminarEs preciosísimo!!! Un saludo
EliminarProtección de datos: Según la nueva ley RGPD tenemos que informarte del uso que daremos a los datos personales que proporcionas. Tu e-mail será usado para enviarte las respuestas al comentario, en caso de que marques la casilla. El resto de datos (IP, país, navegador...) que recopila Blogger solo serán usados para las estadísticas internas de Blogger. Tus datos en ningún caso serán publicados ni cedidos a terceros.
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