Si estás planeando un viaje por el norte de Portugal, visitar Lamego se convierte en uno de los lugares que deberías incluir. Su origen se remonta a la época romana, y ha sabido conservar un centro histórico lleno lugares que te cautivarán ya que combina historia, arquitectura y unos paisajes que te enamorarán.
Desde su imponente santuario hasta sus coloridas calles empedradas, hay mucho que ver en Lamego y disfrutarla con calma. En este artículo te contamos todo lo imprescindible qué visitar, dónde comer, dónde dormir y las excursiones cercanas que harán tu viaje aún más inolvidable.
- Dónde está Lamego
- Qué ver en Lamego
- Santuario de Nuestra Señora de los Remedios
- Capilla del Espíritu Santo
- Teatro Ribeiro Conceição
- Catedral de Lamego
- Casa do Poço
- Museo de Lamego
- Cerca urbana y castillo de Lamego
- Iglesia de Santa María de Almacave
- Capilla de São Pedro de Balsemão
- Dónde alojarse en Lamego
- Vídeo de Lamego
- Qué ver cerca de Lamego
Dónde está Lamego
Lamego pertenece al distrito de Viseu, en la histórica región de Trás-os-Montes en la comunidad intermunicipal Duero, en Portugal.
Qué ver en Lamego
En un solo día podrás conocer los lugares más emblemáticos que ver en Lamego y sentir la magia de esta ciudad portuguesa. Pero lo ideal es disfrutarla un par de días.
Santuario de Nuestra Señora de los Remedios
Comenzamos nuestra visita a Lamego frente a las bellas escalinatas que conducen al Santuario de Nuestra Señora de los Remedios. Este es el principal monumento que ver en Lamego. La ciudad es una de las diócesis más antiguas del país y tiene una gran importancia religiosa.
El santuario es una joya barroca, y domina la ciudad desde lo alto de una colina. Para llegar a él hay que subir una bellísima escalinata de 686 peldaños, y en la subida te encontrarás con varias fuentes que son auténticas joyas del arte barroco.
La Fonte Pura, la Fonte do Pelicano, la Fonte da Sereia, la Chafariz dos Remédios o la maravillosa Fonte dos Gigantes en el Pátio dos Reis. Este patio es, un anticipo majestuoso del santuario.
La arquitectura del Santuario de Nuestra Señora de los Remedios combina elementos barrocos y rococó, con fachadas e interiores ricamente decorados que reflejan la riqueza histórica y religiosa de Lamego.
Fue construido entre los siglos XVIII y XIX sobre una pequeña capilla anterior, el santuario es un testimonio del fervor religioso y del arte portugués de la época.
En su interior, destacan los paneles de azulejos que representan escenas de la vida de la Virgen María, las vidrieras, los retablos dorados y el techo de estuco azul y blanco. Además, la visita permite comprender mejor la historia de la ciudad y su relación con la devoción a la Virgen de los Remedios.
Pese al esfuerzo, subir las escaleras y admirar sus detalles, el propio santuario y las vistas, merece la pena en toda visita a Lamego.
Capilla del Espíritu Santo
Tras la visita al santuario retrocedemos nuestros pasos para recorrer la Avenida Dr. Alfredo Sousa. Es un lugar muy agradable para pasear, cuenta con jardines, estatuas, fuentes y unas esculturas que representan las estaciones. A su alrededor hay bonitas casas señoriales de la nobleza portuguesa, y numerosas tiendas y cafeterías.
Y también encontrarás la Capilla del Espíritu Santo, mandada construir en el siglo XVI que en su interior alberga retablos barrocos, un bello púlpito y los azulejos del XVII que revisten las paredes. Junto a ella se encuentra la fuente del Espíritu Santo, construida en 1906 y traída en 1926 del Largo de Camoes.
Teatro Ribeiro Conceição
Otro de llos edificios que destacan en la avenida es el Teatro Ribeiro Conceição, un ejemplo de la arquitectura teatral portuguesa de finales del siglo XIX.
En el interior conserva la estructura clásica de los teatros de la época, con platea, palcos y una decoración cuidada que refleja la importancia que tuvo la vida cultural en Lamego.
Catedral de Lamego
La Catedral de Lamego, es una parada imprescindible si buscas qué ver en Lamego. Su estilo predominante es el gótico y aún conserva la torre campanario románica, aunque el conjunto arquitectónico actual es el resultado de importantes reformas realizadas entre los siglos XVI y XVIII.
La parte superior de la torre románica se añadió en el siglo XVI y durante muchos años fue utilizada como prisión.
La fachada del siglo XVI llama la atención por sus tres pórticos, decorados con arquivoltas finamente talladas, propias del gótico tardío. Las puertas, macizas y con un elegante trabajo de acolchado, son un magnífico ejemplo de la carpintería tradicional portuguesa.
El interior se organiza en tres naves con bóvedas decoradas con frescos atribuidos a Nasoni que representan escenas del Antiguo Testamento. El altar acoge una gran composición dedicada a la Virgen de la Asunción.
Destaca también la Capilla del Santísimo Sacramento, con tres magníficos retablos presididos por pinturas sobre lienzo del siglo XVIII.
También puedes ver el claustro de 1557, con magníficos paneles de azulejos. Y dos capillas del siglo XVI dedicadas a San Nicolás y San Antonio, estas cuentan con bellos retablos, azulejos del siglo XVIII y bellas puertas de hierro forjado.
Frente a la Catedral, verá la casa solariega de Casa do Poço, donde se encuentra el Archivo-Museo Diocesano de Lamego. Aunque no visite el Archivo-Museo Diocesano de Lamego, no se pierda las dos hermosas y ornamentadas ventanas exteriores que dan a la Rua dos Loureiros. Originalmente del siglo XII, pero con arcos y columnas del siglo XVI. Y la entrada es gratuita.
Museo de Lamego
Justo al final de la avenida se encuentra el Antiguo Palacio Episcopal, de estilo barroco, en su interior está en la actualidad el Museo de Lamego.
En su interior podrás ver una interesante colección de arte religioso entre las que destacan cinco obras del reconocido pintor portugués renacentista Grão Vasco. También tapices flamencos del siglo XVI, sepulturas de un antiguo cementerio árabe, o retablos dorados del siglo XVII, del antiguo Convento das Chagas.
Cerca urbana y castillo de Lamego
La zona alta de Lamego concentra la historia más antigua de la ciudad. Este enclave fue un punto clave por su posición estratégica, dominando el territorio y controlando los accesos a la región.
Desde al menos la Alta Edad Media, Lamego tuvo un papel destacado como bastión defensivo en el avance cristiano hacia el sur. Fue tomado por las tropas cristianas a comienzos del siglo X, aunque volvió a caer bajo control musulmán poco después. No sería hasta mediados del siglo XI cuando Lamego quedara definitivamente integrada en los reinos cristianos. De aquellas fortificaciones casi no quedan restos, pero son las bases de lo que hoy podrás ver al recorrer esta zona.
Castillo
El castillo que vemos en la actualidad es del siglo XII, en el nacimiento del reino de Portugal. La torre del homenaje tiene planta cuadrada y varias alturas, es claramente defensiva y al estar en uno de los extremos protegía a la perfección los lienzos de muralla.
La muralla que rodea el castillo tiene un trazado irregular, ya que se adapta al terreno rocoso. Cuenta con un camino de ronda y con una entrada principal orientada hacia el este.
Cerca urbana
Con el paso del tiempo, este primer recinto se reforzó con una segunda línea defensiva, la llamada cerca urbana. El núcleo urbano creció a los pies de la fortaleza y necesitaba también su protección desarrollándose entre los siglos XIII y XIV.
Contaba con varios accesos, el principal es la Porta da Vila, flanqueada por dos torres cuadradas y conectada con la antigua Calle Derecha, el eje principal del trazado medieval. Desde allí, el recorrido conducía hasta el otro de los accesos la Porta do Sol.
También destaca la Porta dos Figos, situada en la muralla urbana y defendida por dos torreones laterales, que daba entrada al interior de Lamego y conectaba con una de las principales calles del trazado medieval.
Con el paso de los siglos la pérdida de la función militar de murallas y castillo hizo que estos cayeran en el abandono. Se adosaron construcciones a ellas o se reutilizaron sus materiales para otras obras cambiando por completo la imagen original.
Hoy se pueden ver restos importantes, ya que lo que permaneció en pie fue protegido al ser declarado Monumento Nacional, lo que permitió su conservación y puesta en valor.
Centro Arqueológico de Porta dos Figos
Junto a la Puerta de los Figos, se encuentra el Yacimiento Arqueológico de Porta dos Figos. Es el más importante descubierto en Lamego y muestra la evolución de la ciudad a lo largo de más de dos mil años. Un enclave estratégico para romanos, visigodos, árabes y cristianos, donde hoy se pueden ver restos de un cementerio medieval y monedas romanas entre otras maravillas.
Cisterna
Dentro del recinto llama especialmente la atención la cisterna, una sólida construcción abovedada que aseguraba el agua durante los asedios.
Está hecha con grandes bloques de piedra, se apoya en arcos apuntados y se conecta directamente con la muralla, lo que deja clara su importancia dentro del sistema defensivo del castillo.
Iglesia de Santa María de Almacave
Fuera de las murallas, en el barrio judío podrás ver la Iglesia de Santa María de Almacave, uno de los templos más antiguos que ver en Lamego. Fue construida en el siglo XII, poco después de la consolidación del dominio cristiano en la zona.
Su estilo es románico y presenta una planta simple, con una nave única y cabecera diferenciada, siguiendo los modelos habituales de las iglesias románicas portuguesas de la época.
En el interior se conservan retablos dorados, paneles de azulejos y un púlpito del siglo XVII, reflejando las reformas y añadidos realizados con el paso del tiempo.
En el año 1143, tras la independencia de España, el rey de Portugal convocó en ella las primeras cortes, con los nobles y el clero de Portugal.
Capilla de São Pedro de Balsemão imprescindible que ver en Lamego
A solo 5 kilómetros de Lamego se encuentra la Capilla de São Pedro de Balsemão, uno de los templos más antiguos y misteriosos de Portugal.
En este lugar existió previamente un asentamiento romano, algo que se aprecia en algunas piedras y elementos reutilizados en la construcción del templo.
Su origen no está del todo claro, solo que es de algún momento indeterminado de la Alta Edad Media y cuenta con dos teorías principales.
Una defiende que el templo es visigodo, de los siglos VI o VII, apoyándose en una lápida del año 588 y en elementos arquitectónicos muy antiguos, como su planta y el arco principal. La otra teoría, que hoy tiene más peso, sitúa su construcción a finales del siglo IX o en el siglo X, durante la expansión del reino asturiano por detalles como un pie de altar decorado con la tradicional cruz asturiana.
Con el paso de los siglos, la capilla sufrió importantes cambios. En el siglo XIV fue utilizada como capilla funeraria, y podrás ver el sarcófago del obispo D. Afonso Pires, situado en el centro de la nave. Y en el siglo XVII se realizaron grandes reformas que le dieron en gran medida el aspecto actual.
Dónde alojarse en Lamego
Durante nuestra estancia en Lamego nos alojamos en el Douro Castelo Signature Hotel & Spa Remedios, un hotel de 4 estrellas muy cómodo y bien equipado. Cuenta con recepción 24 horas, y piscina exterior abierta todo el año, piscina cubierta, sauna y jardín.
Si prefieres un alojamiento tipo apartamento, una alternativa muy recomendable es O Cantinho do Colégio – Dourocollege, ideal por su ubicación y comodidad, especialmente si buscas más independencia durante tu estancia.
Y si ninguno de estos encaja con lo que buscas, no te preocupes: hay muchos alojamientos en Lamego, desde hoteles y casas rurales hasta apartamentos turísticos, por lo que seguro que encuentras la opción perfecta según tu presupuesto y tipo de viaje.
Vídeo de Lamego
Y ahora te mostramos lo esencial para descubrir Lamego en un día en nuestro vídeo. Desde la Avenida Dr. Alfredo Sousa hasta la Catedral y el Santuario de Nossa Senhora dos Remédios, pasando por el castillo y la Capilla de São Pedro de Balsemão.
Qué ver cerca de Lamego
Desde Lamego es muy fácil organizar una escapada a Viseu, una ciudad con un centro histórico muy bien conservado y llena de lugares interesantes. En poco tiempo puedes descubrir qué ver en Viseu, pasear por su casco antiguo, visitar la catedral, sus murallas y disfrutar de una ciudad tranquila, perfecta para completar una ruta por el interior de Portugal.
Lamego es una ciudad perfecta para una escapada de un día, especialmente si es tu primera vez en el valle del Duero. Recorrer sus avenidas, subir al Santuario de Nossa Senhora dos Remédios, visitar la Catedral, el castillo, las murallas y sus museos nos permite descubrir una de las vivitas obligadas de Portugal.
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