Hoy te llevamos al Monasterio de Santa María de Ferreira de Pantón, ubicado en un precioso rincón de la Ribeira Sacra, en la provincia de Lugo.
Es conocido como el Monasterio de las Bernardas y es el único monasterio cisterciense femenino en el que continúa la vida religiosa de toda Galicia. Este complejo monástico, de origen románico, merece la pena ser visitado por la calidad de su construcción, sobre todo la de su iglesia, y también por los dulces que preparan las hermanas, que te conquistarán.
Dónde está el Monasterio de Santa María
El Monasterio de Santa María se encuentra a las afueras de la localidad de Ferreira, capital del Concello de Pantón ubicado en la provincia de Lugo (Galicia). Está a 12 kilómetros de Monforte de Lemos.
Dónde dormir
Muy cerca del Monasterio en plena naturaleza se encuentra la Casa Do José, un alojamiento con una pequeña piscina con jardín en la que disfrutarás de lo lindo. La casa está bien equipada y decorada con mucho gusto y tiene 1 dormitorio, una sala de estar con TV de pantalla plana, una cocina totalmente equipada y 1 baño completo.
Si prefieres dormir en Monforte de Lemos, te recomendamos los apartamentos turísticos Tierra de Lemos, recién estrenados y ubicados en el centro de la población con vistas a los Escolapios. Tienen wifi, TV, cocina con vitrocerámica, lavadora, microondas, baño privado y una cama muy cómoda. Super recomendable.
Un poquito de historia del Monasterio de Santa María
La historia del Monasterio de Santa María de Ferreira de Pantón se remonta al siglo X, cuando era un monasterio privado y dúplice bajo la regla de San Benito. Estaba bajo la advocación de Santa María y San Salvador y obtuvo donaciones de familias importantes de la nobleza gallega, debido a que a él acudían muchas de sus hijas.
A pesar de ello, tuvo que ser cerrado con el paso de los años, y los herederos, entre los que se encontraba la condesa Fronilde (hija de Alonso López de Sober y Lemos y de doña Mayor de Novoa), al enviudar, funda el monasterio.
Para ello destinará todos sus bienes en la restauración, y reunirá una comunidad de mujeres de la nobleza bajo la disciplina cisterciense, tuteladas por el abad Vidal de Meira. Ella misma profesará como monja y la condesa Doña María Sánchez, perteneciente a la familia, será la abadesa.
Comenzarán las donaciones de propiedades y el monasterio se convertirá en uno de los preferidos de la nobleza gallega. Ya en el siglo XVI dependerán de la Congregación Cisterciense de Castilla.
Desde entonces sigue allí la comunidad de religiosas de clausura, lo que las convierte en el único monasterio femenino de la orden cisterciense activo de Galicia.
Ellas mismas lo mantienen y permiten visitar de modo gratuito su fantástica iglesia románica, si quieres visitar el claustro barroco, tan solo cuesta 1 euro. Subsisten gracias a la venta de dulces, que no pueden estar más exquisitos, a nosotros nos encanta su tarta de almendras.
Visita al Monasterio de Santa María
El conjunto está rodeado por una muralla que abarca la finca y el monasterio con el edificio de clausura y la hospedería. Para entrar al recinto hay que atravesar una portada con dos torres rematadas con una estatua del Salvador, a quien está consagrado el templo, y a la derecha una decoración que parece un castillo.
Sobre el arco de medio punto de acceso se encuentra el escudo de la Orden del Císter de Castilla con una cruz patriarcal.
Iglesia de Santa María
Aparece a nuestro frente el precioso ábside de la iglesia, la fachada del monasterio, y a la derecha la hospedería, recientemente restaurada y que cuenta con cuatro habitaciones dobles y dos individuales.
De los orígenes del monasterio tan solo ha llegado a nuestros días la iglesia románica el resto es el resultado de las reformas y ampliaciones que se fueron realizando entre los siglos XVI y XVIII principalmente.
Como te adelantábamos, llama poderosamente la atención su ábside y su decoración, algo que no concuerda con el Císter. Pero hay una sencilla explicación, ya que la comunidad se acogió a esta orden con posterioridad a esta construcción.
Este ábside semicircular está hecho con una perfecta sillería dividida por cuatro columnas, en cinco paños, con capiteles decorados con motivos vegetales y zoomorfos, que parten de elevados plintos y llegan hasta la cornisa.
En los paños centrales se abren tres ventanas con una forma curiosa, ya que tienen arcos de medio punto en sus dos extremos. Están cubiertos con chambranas ajedrezadas y columnas con capiteles de motivos vegetales y animales.
El alero que remata el ábside tiene una bellísima colección de canecillos figurados, entre los que llaman la atención, una contorsionista, un músico tañendo un instrumento, animales girados, y algunos dedicados a la juglaría, también figuras grotescas y otros con formas clásicas geométricas.
Accedemos al interior de la iglesia de Santa María de Ferreira de Pantón, sorprende el artesonado de madera que cubre la nave, es del siglo XVI, de clara influencia mudéjar.
Pero sin duda lo más llamativo es el arco de triunfo que une la nave con la zona presbiterial. Consta de cuatro arquivoltas de medio punto que alterna boceles y mediacañas, sobre columnas acodilladas con bellísimos capiteles que representan bueyes acechados por grifos en la cesta, una figura humana atrapada entre tallos vegetales rodeado de leones.
En el interior de la zona presbiterial hay dos arcosolios góticos con los sarcófagos de dos caballeros Don Diego de Lemos y Don Lope de Lemos, con sus escudos heráldicos e inscripciones.
Un arco fajón separa la zona absidal cubierta con bóveda de cascarón, con nervios que se apoyan en columnas dispuestas entre las ventanas. También allí podemos ver bellos capiteles entre los que destaca el de Daniel en el foso de los leones.
Como comentábamos al principio sobre los canecillos, estos capiteles no encajan con la mentalidad cisterciense, por lo que tuvieron que ser labrados antes del año 1175.
Hay una talla de la Virgen con el Niño en su regazo, pero es copia del original que puedes ver en el interior del convento. Esta figura de madera está fechada en el siglo XII, que curiosamente encontraron unos obreros en el hueco de una ventana tapiada, tras unas obras de rehabilitación.
Dependencias monacales
El resto de las Monasterio son fruto de reformas del siglo XVIII, del románico original no queda nada. En ella podrás ver bien grande la fecha de 1728, año de su construcción. tiene dos alturas, con una torre de cuatro a su derecha.
Perpendicular a la fachada se encuentra la iglesia a mano izquierda y la hospedería a la derecha. Esta última cuenta con una amplia escalinata y una balconada con balaustrada de piedra, en cuyo extremo se añadió la casa del capellán.
Tras la iglesia se encuentra el conocido como espacio de las Donas, allí se encontraban las celdas de las religiosas de origen noble que ingresaron en este monasterio en el siglo XVIII. Cada celda tenía una gran chimenea, podrás ver sobresaliendo del tejado un total de ocho.
Accedemos por la portada principal para entrar al convento, el recibidor permanece cerrado fuera de horas de visita, y en él hay un torno para poder comunicarte con las monjas.
Como estamos en horas de visita, está abierto y pasamos al recibidor y a después a un segundo espacio en el que se encuentra la tienda y una pequeña capilla.
Imagen de la Virgen con el Niño
En esta pequeña capilla hay una vitrina con la imagen de la Virgen de la que te hablamos en la iglesia. Es de estilo románico, datada en el siglo XII, y hecha de madera policromada y representa a una Virgen con el Niño Jesús sobre sus rodillas. En la vitrina adyacente hay otra talla románica restaurada del Cristo en Majestad. Esta ya era nuestra segunda visita, en la anterior todavía no existía la vitrina, y pudimos verla de cerca.
Tienda
Las monjas de la abadía cisterciense de Ferreira de Pantón elaboran artesanalmente unos dulces deliciosos, entre los que se encuentran los almendrados, tarta de almendras, tejas, golosas y unas bolitas de coco, almendra y miel riquísimas. Puedes comprar durante la visita al monasterio.
Puedes echarle un vistazo al bello claustro a través de un ventanal, peor si quieres verlo bien, tienes que pagar un euro. Un precio simbólico, que no va a ningún lado y colaboras con los gastos del monasterio.
Claustro
El claustro renacentista es del siglo XVI y en el que, como bien dice la madre, se escucha el silencio. Tiene planta rectangular y está organizado en dos cuerpos, la planta baja es de granito con arcos de medio punto, columnas y capiteles alcarreños y la primera planta tiene un amplio corredor protegido por grandes cristaleras.
En el centro se encuentra el pozo y bajo las pandas está bajo un arcosolio, el sepulcro de la condesa doña Fronilde, y dos lápidas fechadas a mediados del siglo XI, encontradas edificación de la actual portería.
Horarios de Santa María de Ferreira de Pantón
Todos los días de 11:00 a 13:00 y de 16:00 a 18:00
Vídeo
Qué hacer cerca
A cinco minutos del monasterio puedes disfrutar con tu familia o amigos de una divertida actividad de escapismo El Secreto de la Abadesa. Esta mezcla de búsqueda del tesoro, yincana y un escape room, os tendrá bien ocupados y las risas están aseguradas.
Todo se hace entre viñedos, y es apto para todos los públicos, incluso puede acompañarte tu mascota. Hay dos juegos, el secreto del Monje y el de la Abadesa, un planazo para disfrutar de un rato diferente en la Ribeira Sacra.
Qué ver cerca
Y tienes a 12 kilómetros la bella localidad de Monforte de Lemos, llena de sorpresas, rincones espectaculares y un patrimonio de primera. Te lo contamos todo en nuestro post sobre Qué ver en Monforte de Lemos, te va a encantar.
Y si quieres saber un montón de lugares interesantes que ver en la Ribeira Sacra, no te pierdas ese post en el que incluimos visitas a museos, bodegas, paseos en catamarán y un montón de cosas interesantes.
Y ahora ya sabes como es el Monasterio de Santa María de Ferreira de Pantón, una de las joyas que puedes ver en la ruta del románico de Pantón. Sin duda una de las construcciones más interesantes del románico de la Ribeira Sacra Lucense, que cuenta con la categoría de Monumento Nacional desde el año 1975. ¿Conoces alguna de ellas?
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