Hoy te llevamos a conocer el Monasterio de Monsalud, situado en un precioso enclave de la comarca de La Alcarria en la provincia de Guadalajara. Es un bello ejemplo de la arquitectura de la orden del Císter en la Península Ibérica.
Además, está considerado como Bien de Interés Cultural tras ser declarado Monumento Histórico-Artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional mediante decreto de 3 de junio de 1931.
Pese a que tiene parte en estado de ruina, pueden visitarse las partes que quedan en pie ya que por suerte ha sido objeto de diversas restauraciones por parte de la Junta de Castilla la Mancha.
- Dónde está el Monasterio de Monsalud
- Un poquito de historia
- Horarios del Monasterio de Monsalud
- Visita al Monasterio de Monsalud
- Cerramiento y dependencias auxiliares exteriores
- La bodega
- Entrada al Monasterio
- Claustro
- La Iglesia
- Refectorio, cocina y sala de los monjes
- Resto de dependencias
- Qué ver cerca del Monasterio de Monsalud
Dónde está el Monasterio de Monsalud
Esta es la ubicación del Monasterio de Monsalud. Se encuentra en Córcoles, en la provincia de Guadalajara, en Castilla la Mancha (España).
Un poquito de historia
El monasterio de Monsalud fue uno de los cenobios medievales más importantes de su entorno. Es también el más antiguo y mejor conservado de los tres que se fundaron en Guadalajara, junto a los de Bonaval y Oliva.
A pesar de que los datos exactos de su fundación no se saben, hay un documento del año 1167 en el que el arcediano de Huete Don Juan de Treves, le dona a este monasterio cisterciense la aldea de Córcoles con todos sus términos. Este dato es confirmado por el rey VIII dos años después.
Este tipo de monasterio se creó con motivo del intento de repoblación de los reyes, fijando la población de los territorios recién conquistados a los musulmanes. De este modo se aumentaba la producción de las tierras, cosa en que los monjes del Cister destacaron.
El primer abad Monasterio de Monsalud fue Fortún Donato, discípulo de San Bernardo de Claraval, junto con otro grupo de monjes provenientes del Monasterio de Scala Dei, en los Pirineos franceses.
Gracias a diferentes donaciones, el monasterio fue acopiando posesiones en la provincia. En 1.538 se puso bajo la Observancia de Castilla y pasó por grandes cambios en la organización, lo que supuso un gran impulso también producido por que era un importante foco de peregrinación gracias a la devoción de Nuestra Señora de Monsalud.
En la época se consideraba a la Virgen Nuestra Señora de Monsalud, como abogada contra la rabia, aflicciones del corazón, embrujos y mal de ojo.
Pero a pesar de que el Monasterio de Monsalud fue uno de los edificios medievales más importantes de Guadalajara durante siglos, fue perdiendo importancia, debido sobre todo a la mala gestión de sus abades. La peor parte llegó tras la Desamortización de Mendizábal en 1835, cuando fue suprimida su clausura.
Declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento desde 1931, pueden contemplarse hoy, tras varias obras de restauración y consolidación, las ruinas de un conjunto de edificaciones que sirvieron para la vida de los "monjes blancos" del Cister durante mediados del siglo XII hasta el XIX.
Horario de visitas del Monasterio de Monsalud
Estos son los horarios de apertura, pero debes tener en cuenta que las visitas son guiadas y hay que reservarlas con antelación. Puedes hacerlo en este enlace.
De noviembre a abril:
Sábados de 11 a 18 h y Domingos de 11 a 15 h
De mayo a octubre:
Sábados de 11 a 20 h y Domingos de 11 a 15 h
Teléfono de información: 949 88 50 50
Visita al Monasterio de Monsalud
El monasterio de Monsalud influyó en las construcciones románicas de Guadalajara, sobre todo las del sur de la provincia y de la provincia de Cuenca. Destaca en el conjunto su iglesia y su claustro con la sala capitular, del resto de las dependencias poco queda, pero vamos a ir poco a poco descubriéndolas.
Cerramiento y dependencias exteriores
El monasterio estaba rodeado por una cerca de la que queda tan solo un lienzo, algunas garitas y dependencias auxiliares como almacenes, cuadras, hornos y la huerta. Pero poco queda de las demás dependencias habituales en los monasterios cistercienses.
También tenía una portería, que es la primera construcción que podemos ver al llegar. Es de estilo clasicista construida durante el siglo XVII, y de ella queda la sala interior con una interesante bóveda de casquete.
La portada de arco de medio punto, con altorrelieves de San Benito de Nursia y San Bernardo, y un frontón triangular con la imagen del Padre Eterno bendiciendo y con la esfera del mundo en una de sus manos.
La bodega
Y también en el exterior del recinto hay una bodega subterránea excavada en el terreno. Se encuentra dividida en un conjunto de salas en las que se guardaba el vino y el aceite.
Entrada
La fachada exterior por la que se accede al monasterio es sencilla, una pared lisa con vanos de las ventanas y una pequeña rampa, de reciente construcción, que te conduce a la portada de acceso con el escudo de la Congregación Cisterciense de Castilla.
(A la izquierda de la fachada se encuentra la oficina del Monasterio cisterciense de Monsalud, allí tendrás que avisar de tu llegada a la visita guiada de este).
Una vez atravesada la portada, nos encontramos en el vestíbulo distribuidor cubierto con bóveda de terceletes. Desde aquí irías a la hospedería a la derecha, a la zona de conversos a la izquierda, y al claustro de frente.
Claustro
En el lado norte de la iglesia se encuentra el claustro, no es la ubicación habitual de los monjes del Císter, ya que solían hacerlo al sur, quizás debido a la facilidad para la canalización de agua al monasterio.
Podemos ver un jardín interior rodeado por las pandas del claustro formadas por arcos de medio punto apoyados en sencillas pilastras con contrafuertes entre ellos, una modesta decoración típica cisterciense.
También podemos ver dos grandes nichos en la pared, que contaban con puertas de madera. Se trata del "armarium" y en él se guardaban los libros sacros que los monjes.
La mayoría de las dependencias del claustro están en ruinas, pero por suerte se conservan la sala capitular y las entradas al dormitorio.
Las galerías que se conservan del claustro son del siglo XVI, tiene bóvedas de crucería con ménsulas renacentistas.
Sala capitular
La sala capitular se encuentra en la panda oriental de la que no se conserva la bóveda. Su portada está compuesta por tres arcos abocinados y dos ventanas a sus lados carentes de adornos.
El interior de la estancia es de planta rectangular dividida en seis partes, cubiertas por bóvedas de crucería. Estas se apoyan en dos pilares centrales y diez columnillas perimetrales adosadas a los muros.
Los capiteles están adornados con hojas que acaba en un ábaco octogonal con moldura escalonada, y basas también escalonadas.
Al fondo hay tres sencillos ventanales abocinados hacia el interior y con arcos de medio punto con una nacela enmarcándolas como único adorno. Bajo ellos se encontraban las sepulturas de dos caballeros de la Orden de Calatrava de las que tan solo quedan las inscripciones epigráficas de Nuño Pérez de Quiñones de 1202 y la de Sancho de Fontova de 1263.
La Iglesia
La iglesia de Monsalud es típicamente románica, y se comenzó a construir en la segunda mitad del siglo XII. Tiene tres naves, crucero y triple cabecera, en el ábside central se encuentra la capilla mayor y el crucero se divide en tres cuerpos diferenciados por diferentes tipos de bóveda. Destaca entre estas bóvedas la de ocho nervios que cubre el tramo central del crucero, probablemente sea posterior a las de los ábsides laterales con bóveda románica de cuarto de esfera.
En el ábside central podemos ver un lavamanos al que llegaría agua por un canal lateral. En el hueco hay decoración de tradición mudéjar y arcos polibulados. Y junto a ella una hornacina abierta en el muro para guardar los objetos litúrgicos propios de la Eucaristía.
No podemos ver la bóveda de la nave central ya que no ha llegado a nuestros días, pero por los arranques parece ser que era estrellada y construida en el siglo XV.
Hay que fijarse en los capiteles de la iglesia, la mayoría son los habituales del Cister con palmetas y hojas lanceoladas, aunque algunos ya son renacentistas.
Es interesante la portada occidental, con un arco escarzano adornado con bolas y molduras que alternan nacelas y boceles.
Las ventanas son románicas en toda la iglesia, son de medio punto y entre ellas destaca las del ábside central del siglo XIII, similar a muchas que hemos visto en otros monasterios cistercienses.
Las de los ábsides laterales son posiblemente del siglo XII, por lo tanto, anteriores a las de la capilla central. Y también podemos ver un gran rosetón, del que no se conservan las tracerías.
Por el exterior podemos ver bajo el alero de los ábsides, una colección de veintiocho canecillos en forma de modillones de rollos.
Refectorio, cocina y sala de los monjes
Perpendicular al claustro se encuentra lo que queda del refectorio, construido en el siglo XVII. Tenía planta rectangular, de la que quedan dos de sus paredes y grandes ventanales adintelados.
Junto al refectorio, se encuentra la cocina y la sala de los monjes, una pequeña sala cuadrada donde se hacían tareas manuales. Toda esta zona se encuentra en estado de ruina.
Resto de dependencias
También puedes ver lo que queda de la sacristía a través de la cual se accede a otra nueva construida en 1674. Y el locutorio que servía de paso al exterior del monasterio donde se encontraban las huertas. Podemos ver también la escalera de acceso al dormitorio.
Qué ver cerca del Monasterio de Monsalud
Guadalajara es una provincia con un montón de rincones maravillosos y bastante desconocidos para el turismo en general.
Te recomendamos que visites localidades como Zorita de los Canes, una bonita población de la Alcarria Baja, que cuenta con un importante patrimonio formado por sus antiguas murallas, un castillo de la Orden Militar de Calatrava y el yacimiento arqueológico Recópolis, entre otras cosas.
Y hasta aquí nuestra visita al Monasterio de Monsalud, un cenobio de la comarca de La Alcarria que a pesar del estado de algunas de sus estancias, es un gran ejemplo de la arquitectura de la orden del Císter en la Península Ibérica y merece la pena ser visitado.
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