Monsanto, una bella aldea histórica de Portugal

Hoy vamos a conocer Monsanto, una de las Aldeas Históricas de Portugal, que además ganó el premio de “Aldea más Portuguesa” por su encanto.

La población se encuentra encajada en la ladera de una montaña y sus casas se adaptan al caprichoso diseño de las gigantescas rocas de granito, que en su día se desprendieron de la montaña. Acompáñanos para saber qué ver en Monsanto, te vas a quedar con la boca abierta.

Monsanto, una bella aldea histórica de Portugal

Índice del artículo

¿Dónde está Monsanto?

Monsanto, o Monsanto da Beira, es una población perteneciente al concelho de Idanha-a-Nova del distrito de Castelo Branco, de Portugal. Esta es la ubicación de Monsanto.


¿Dónde aparcar?

Circular con coche por el interior de Monsanto es prácticamente imposible y aparcar en temporada alta peor. Tienes que dejar tu vehículo en la rúa de Fernando Ramos Rocha a la entrada del pueblo, así todo puede que te cueste trabajo debido al poco espacio.


¿Dónde dormir?

Dormimos en un fantástico hotel, justo a la entrada del pueblo, muy cerca de la Iglesia Matriz. Era el Monsanto GeoHotel Escola, Rua da Capela, nº 1. Una buenísima relación calidad/precio, y una atención espléndida.

Nos quedamos sin cenar porque tan solo había dos restaurantes abiertos y a las 7 de la tarde ya tenían la cocina cerrada. Se lo contamos a la de recepción y, a pesar de que en el hotel solo daban desayunos, nos prepararon unos sándwiches deliciosos y nos los subieron a la habitación. Un detalle que no olvidaremos.


Un poquito de historia de Monsanto

Monsanto se encuentra en una gran elevación llamada Cabeço de Monsanto, nombre que proviene de Mons Sanctus. Hubo presencia humana en el paleolítico y se conservan restos arqueológicos romanos, visigóticos y árabes.

La población de Monsanto se integró a la corona portuguesa siendo rey Don Afonso Henriques, quien la donó en el año 1165 a la Orden del Temple. Estos construyeron el castillo sobre los restos de una construcción anterior.

Poco después, en 1174, a Monsanto se le concedió la primera carta foral y el rey D. Sancho I reconstruiría la fortaleza que había sido destruida en las luchas contra el Reino de León. Ya en 1308, el Rey Don Dinis dio Carta de Feira y, Don Manuel I en 1510, le otorgaría de nuevo la Carta foral concediendo a la aldea la categoría de villa.


¿Qué ver en Monsanto?


Sus casas y calles

Pasear por las empinadas callejuelas de Monsanto es una gozada, en cada rincón descubrirás una casa más curiosa a la anterior. Hay muchas casas curiosas que ver en Monsanto cuyo techo está formado por un enorme bloque de piedra, por eso dicen que sus casas solo tienen una teja, eso sí, muy gorda.

Las gigantescas piedras de granito que se desprendieron de lo alto de la montaña, fueron aprovechadas también como paredes, y en muchas ocasiones las callejuelas dan quiebros debido a su colocación.

Grandes rocas sobre casas de Monsanto

Grandes rocas sobre casas de Monsanto
Rocas de Monsanto

También, entre estas casas más rústicas podemos encontrar algunas construcciones más ricas pertenecientes a la nobleza, con entradas manuelinas y con blasones en sus fachadas.

Casas de Monsanto, aldea Histórica de Portugal

Casas de Monsanto, aldea Histórica de Portugal

Interior de una casa de Monsanto

Casas de Monsanto, aldea Histórica de Portugal

Casas de Monsanto, aldea Histórica de Portugal

Casas de Monsanto, Portugal

Iglesia Matriz de San Salvador

A la entrada de la población se encuentra la Iglesia Matriz de San Salvador, una construcción modesta cuyos orígenes se remontan al siglo XV, y que fue restaurada en el siglo XVIII. Frente a ella se encuentra el pelourinho de Monsanto.

Iglesia de san Salvador, Monsanto

Iglesia de la Misericordia

La otra iglesia de Monsanto es la Iglesia de la Misericordia, es de estilo renacentista y data del siglo XVI. En su interior se pueden ver tres bonitos altares.

Iglesia de la Misericordia de Monsanto

Torre de Lucano (San Lucas)

Justo detrás de la iglesia se encuentra la Torre Lucano o del Reloj, una torre de vigía sobre la que podemos ver un gallo de plata. Esta es la réplica del gallo de plata obtenido como regalo a Monsanto al serle concedido el premio como la “Aldeia mais Portuguesa de Portugal” (la aldea más portuguesa de Portugal) en 1938.

Calles de Monsanto, Portugal

Torre de Lucano de Monsanto

Torre del reloj de Monsanto, Aldea histórica de Portugal

Muralla de Monsanto y Puertas

En 1738, tras la guerra de los Siete Años, el conde de Lippe considera necesario reforzar la población y manda construir una muralla con dos puertas de acceso, la puerta de San Antonio y la del Espíritu Santo. Ambas cuentan con puertas flanqueadas por fusileras y una garita.

Puerta de San Antonio de Monsanto

Capilla de San Antonio

La capilla de San Antonio es de estilo manuelino, y su portada cuenta cuatro arquivoltas flanqueadas por dos pináculos rematados con flores de lis. Y una estrecha espadaña situada al borde de la cornisa. Junto a ella se encuentra el cementerio, que data de 1836.

Capilla de San Antonio de Monsanto

Torre Peão, o Pião

Torre Peão, o Pião, era una atalaya aislada, alejada del castillo medieval, que cubría un ángulo muerto de la vertiente norte. Tan solo queda parte de la planta baja de planta cuadrada. Fue derribada intencionalmente a finales de la Edad Media, porque podía ser una amenaza para el castillo en caso de asedio.

Torre Peão, o Pião en Monsanto, Portugal

Torre Peão y ruinas de San Miguel
, Monsanto

Torre Peão y ruinas de San Miguel

Capilla de San Miguel

Muy cerca podemos ver las ruinas de la Capilla de San Miguel junto a la que se encuentra una necrópolis excavada en el suelo.

Hay más de una docena y están fechadas en el período de las ocupaciones sueva o visigoda, alrededor del siglo VII. Por ello se cree que el origen de la Capilla de San Miguel es del siglo XII.

Esta capilla pequeño templo de una sola nave, de estilo romántico, fue la primera iglesia parroquial de Monsanto y fue construida por los Caballeros Templarios a la vez que el Castillo original de la localidad. La Iglesia se utilizó hasta mediados del siglo XIX.

Ruinas de la Iglesia de San Miguel de Monsanto

Ruinas de la Iglesia de San Miguel de Monsanto

Ruinas de la Iglesia de San Miguel de Monsanto

Castillo de Monsanto

Tienes que subir a lo alto de la colina, porque una de las cosas mejores que ver en Monsanto es su fortaleza y obtener las vistas del pueblo y del valle que lo rodea, que son algo más que espectaculares.

El castillo de Monsanto se encuentra a 758 metros de altura y aunque no está claro su origen parece ser que se construyó alrededor de 1165, por el rey D. Afonso Henriques quien lo entregó a los Templarios.

Las reglas de la Orden impusieron una separación entre los frailes y la población por ello estos se instalaron en una zona resguardada donde se ubica la Iglesia de San Miguel.

Durante siglos, el castillo de Monsanto fue un lugar estratégico, entre sus muros se libraron decenas de batallas, pero en el siglo XIX hubo una enorme explosión en el almacén de municiones y quedó prácticamente en ruinas.

Por ello en la actualidad tan solo quedan las ruinas de la muralla con su puerta, la torre del homenaje y la capilla de Nossa Senhora do Castelo. Este sencillo Castelo - Templo sencillo, que data del siglo XVIII, que consta de una nave y presbiterio.

Castillo de Monsanto, Portugal

Castillo de Monsanto, Portugal

Castillo de Monsanto, Portugal

Castillo de Monsanto, Portugal

Castillo de Monsanto, Portugal

Castillo de Monsanto, Portugal

Hay varios miradores desde los que admirar la fabulosa vista que ofrece la aldea histórica de Monsanto y todos los valles que lo rodean.

Monsanto la aldea más portuguesa

Monsanto, aldea histórica de Portugal

Vídeo con los rincones más bonitos que ver en Monsanto

Vídeo d elos rincones más bonitos que ver en Monsanto

Y ahora ya sabes que ver en Monsanto, la aldea más portuguesa de Portugal, que como te habrás podido dar cuenta, bien se merece una visita al igual que el resto de aldeas historicas de Portugal.

Solo una pequeña advertencia, ten en cuenta que los horarios de los restaurantes de Portugal, sobre todo los de los pueblos pequeños como este, cierran tempranísimo y si no has reservado, te quedarás sin cenar.

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