Cambiamos nuestras visitas habituales sobre asfalto, para adentrarnos en la Zona arqueológica de arte rupestre al aire libre Siega Verde, y contemplar su enorme concentración de grabados en rocas de pizarra. Esta maravilla, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, se encuentra en un amplio terreno a orillas del río Águeda en la provincia de Salamanca. Acompáñanos a conocerla, te va a encantar.
Zona Arqueológica de Siega Verde
Teníamos muchas ganas de conocerla, por eso, en nuestra escapada por la provincia de Salamanca, nos acercarnos una mañana para ver de primera mano todos sus interesantes grabados.
¿Dónde está?
La Zona Arqueológica de Siega Verde se encuentra situada en Villar de la Yegua, en la provincia de Salamanca (Castilla y León). Está a tan solo 18 kilómetros de Ciudad Rodrigo.
Visita a Siega Verde
Para visitar la zona arqueológica salmantina tienes que hacer reserva previa, ya que los grupos de visitas no son muy grandes y puede que llegues y no puedas verlo. Infórmate en la página de Siega Verde.
Un amplio aparcamiento te acoge junto al edificio del Aula Arqueológica de Siega Verde parcialmente excavado en la roca.
Una vez dentro, tras pagar la entrada, si tienes tiempo, puedes visitar el aula antes de visitar el yacimiento, también hacerlo después. En el aula aprenderás muchas cosas del Paleolítico Superior y el arte rupestre al aire libre, que probablemente no supieses. También puedes ver un documental.
El guía de Siega Verde comenzará en el aula a explicarte lo que vas a ver, y te acompañará caminando a la zona arqueológica que se encuentra justo enfrente rodeada de vallas.
Aunque habíamos oído mucho hablar de los grabados de Sierra Verde, y visto muchas fotos, nada que ver con tenerlo ante tus ojos. Es curioso darse cuenta de que a veces tienes una piedra repleta de grabados y sin ayuda del guía hay algunos que no ves.
Los grabados de Siega Verde, tienen un incalculable valor cultural, ya que representan una obra maestra de una civilización desparecida con una antigüedad del Paleolítico Superior, de hace unos 18000 años, situados entre el periodo Solutrense y el Magdaleniense.
La importancia de este yacimiento arqueológico radica también en que estas no están realizadas en cuevas, como viene siendo habitual en este tipo de representaciones paleolíticas. Lo que no podemos saber con qué motivo las hicieron estos artistas del Paleolítico.
El yacimiento tiene una ubicación estratégica y por ello fue elegida por estos pobladores para cazar los animales que se acercaban a beber al río Águeda.
Esto también ha hecho que la conservación sea excepcional, llegando en perfectas condiciones hasta nuestros días. Esto es debido a que es una zona de difícil acceso tan cerca del río, las crecidas cubrieron de líquenes las rocas, y la dureza de los esquistos, y su orientación protegida del agua, han colaborado para su perfecta conservación. Es curioso saber que fue descubierto hace pocos años, concretamente en 1988.
El guía nos explicó con pasión todos los grabados visitables, hay un total de 94 superficies con más de 600 representaciones de animales y signos.
Se pueden ver cérvidos, caballos, bóvidos, bisontes, renos o rinocerontes lanudos, grabados en más de un kilómetro.
Quizás las fotos no hagan justicia de lo que allí vimos, e incluso que no veas casi nada en ellas, pero una vez allí y ayudado por el guía, verás todo con claridad.
Se utilizaron varios métodos para realizar estas representaciones, uno es el piqueteado, marcando el contorno de la figura con puntos realizados mediante golpe con una piedra, otras con la incisión mediante líneas grabadas con un material puntiagudo y otras con raspado.
Las figuras de animales representados siempre están de perfil y en algunas se pueden apreciar detalles como hocicos, crines, músculos o sombras en el pelaje.
El recorrido tiene pasarelas de madera y escaleras adaptadas por las zonas menos accesibles, pero no para sillas de ruedas ni carritos.
Y aquí acaba nuestra visita al yacimiento, solo tuvo una cosa mala, que tras recorrer la parte visitable, te quedas con ganas de más. Así que si eres amante del arte rupestre, o por lo menos curioso, te animo a que lo visites, te sorprenderá gratamente.
5 Comentarios
Dos veces hemos intentado visitar Siega Verde y gracias a vuestro reportaje tenemos una idea más aproximada
ResponderEliminarMuy interesante el recorrido de Siega Verde el cual me gustaría visitar cuando pueda, he de reconocer que nunca había oído hablar del.
ResponderEliminarUn abrazo.
Respondiendo a tu pregunta debo decirte que no conocía Siega Verde y ahora que te he leído me siento como una ignorante total... Menudo lugar, ¿no? Y es impresionante ver cómo ha perdurado en el tiempo a pesar de que estas grabaciones estén en el exterior. Me lo anoto para cuando nos marquemos una rutilla por la zona! Graciassss!
ResponderEliminarAcabas de descubrirme un lugar del que nunca había oído hablar. A mi el arte rupestre no me llama mucho la atención, pero cuando he visitado algún lugar en el que he podido verlo, me parece emocionante. Miles de años, gente que estuvo allí y que plasmo algo de su forma de vida, y eso algo ahora está aquí, ante nuestros ojos. Aunque mejor con un guía, que cómo bien dices, a veces puede ser complicado ver exactamente lo que tenemos delante. :)
ResponderEliminarNunca habíamos oído hablar de Siega Verde pero, después de leer tu post, podemos asegurarte que ya no vamos a olvidar este nombre... Ya lo tenemos apuntado para cuando viajemos por Salamanca.
ResponderEliminarY es que a nosotros nos llama mucho la atención el arte rupestre, por las técnicas tan rudimentarias pero prácticas que se usaban en su elaboración. Parece increíble que con tan pocos medios y materiales pudieran crear semejantes obras de arte...
Saludos.
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