Después de su apasionante viaje por Islandia, le pedí a mi amigo Rover una entrada para mi blog describiendo su experiencia. Y aquí está, estoy segura que os va a entusiasmar.

ISLANDIA: Sagas de hielo y fuego

Este reportaje pretende aportar un testimonio visual de una experiencia asombrosa, surgida de un viejo y ansiado sueño: viajar a la isla de los contrastes increíbles, pegada al circulo polar ártico.

Los paisajes de Islandia son inesperados, brutales, impactantes sobrecogedores y sublimes al ser una tierra volcánica a las puertas del Polo Norte. Sus fumarolas sulfurosas, sus glaciares, sus cascadas, sus volcanes, su litoral tortuoso, sus playas infinitas de negra arena y sus contrastes de paisajes sublimes e inesperados, hacen que provoquen en el viajero una sensación extraordinaria. El viaje se organizó con una agencia especializada en turismo de aventura y con un guía, los alojamientos fueron del tipo hostel, albergues, granjas o refugios de montaña, las comidas eran “casi” de supervivencia, al ser una ruta, los víveres se adquirían donde “pillaba”; y las labores comunes (cocinar, limpiar, fregar, etc) se realizaban por los 9 viajeros del grupo por turnos, lo cual acentuaba la convivencia y la cohesión del equipo “expedicionario”.



Una semana no da para mucho, así que la ruta se concentró en el sur de la isla, un periplo que incluyó más de 1000 kilómetros, realizado la última semana de Junio del 2014 en pleno solsticio de verano, con más de 21 horas de luz diarias y con una meteorología variable, predominando la nubosidad y las lluvias,…nada inesperado . Un refrán islandés dice que si no te gusta el tiempo que hace ahora, espera cinco minutos, que seguro que cambia… (casi siempre a peor, añado yo).




Reikiavik significa ''bahía humeante'' en islandés. En 874 la bautizaron así los primeros colonos islandeses, por el vapor que salía de los manantiales termales. Está al sur de la bahía Faxaflóid, en una zona donde abundan los géiseres muy cerca del Circulo Polar Ártico, lo que la convierte en la capital más septentrional de un Estado soberano del mundo.
La población Islandesa está concentrada en la costa más meridional . El suroeste es la región más poblada, donde el clima oceánico es más benigno, gracias a la corriente del golfo. El centro y norte está casi deshabitado, al ser tierras inhóspitas de clima muy riguroso.




La actividad volcánica ha cubierto valles y planicies de enormes campos de lava, cambiando la textura y el color del terreno, desde el negro más puro de las erupciones más recientes, hasta los increíblemente bellos colores de diferentes minerales volcánicos como en Landmannalaugar, pasando por las enormes praderas y los paisajes de “agua” en sus diferentes estados; liquida: lagos, ríos, cascadas, géiseres; solida: hielo, nieve y glaciares, y gaseosa : fumarolas.
Aproximadamente las tres cuartas partes de la isla son áridas; la vida vegetal se compone principalmente de prados que regularmente son utilizados para el ganado.
Se suele decir que en Islandia el número de ovejas duplica al de habitantes, también hay reses, pollos, cabras y el agerrido caballo islandés, emparentado, dicen, con el “pottoka” de Euskal Herria.




El árbol nativo más numeroso es el abedul del norte (Betula pubescens), Islandia alberga alrededor de 440 especies silvestres diferentes entre las cuales cabe destacar el origen autóctono del 80% de ellas. En general la vegetación en Islandia es de naturaleza subárctica y se distingue por la abundancia de hierbas, juncias y especies afines.




En el sur de Reykjanes, pasado el lago Kleifarvatn encontramos la zona geotermal del Seltún-Krysuvík. Olor a azufre, el sonido del agua hirviendo que emerge en burbujas de lodo, el humo que nos rodea, los tonos anaranjados y rojizos de un suelo que arde bajo nuestros pies ...
¿Estamos en el infierno, o en el cielo?




El fenómeno natural del Sol de medianoche consiste en que el astro rey no llega a esconderse tras el horizonte. Se acercará a él, pero cuando esté a punto de ocultarse, volverá a remontar e iniciará de nuevo el ascenso hasta enlazar con el amanecer, esto hace que durante la noche la oscuridad desaparezca y la calidad de la luz que incide en el paisaje sea inusual y espectacular.




El Valle Reykjadalury tienen una abundancia increíble de fuentes geotérmicas, por lo que aquí nos encontramos con, desde ríos, hasta agujeros gorjeantes y grandes pozas de agua caliente, donde locales y foráneos disfrutan un relajante baño.




Gljúfrabúi, la cascada escondida: tiene 40 metros de altura y está parcialmente oculta detrás de un gran acantilado que le da un aura mística. Se puede ver en todo su esplendor vadeando el río, atravesando una estrecha abertura. La vista sobrecoge, y el sonido del agua, intimida e hipnotiza.




Cascada de Seljalandsfoss : El río Seljalandsá, el 'río líquido', se desploma desde 60 metros por lo que en otros tiempos era una escollera sobre el océano y que hoy marca el límite entre las Tierras Altas y el res to del país. Lo que diferencia a Seljalandsfoss con otros saltos de agua, es que en éste, tienes la oportunidad de pasar justo por detrás de la cascada.



Los terremotos y erupciones en Islandia son frecuentes, aunque la nube de ceniza que emitió el Eyjafjallajökull en 2010 fue un hecho sin precedentes ( curiosamente el volcán, nunca llegó a entrar en erupción). En la isla erupciona un volcán cada cinco años, La última gran erupción la produjo el volcán Grímsvötn en 2011.




El río Skógá se precipita desde la meseta a la llanura litoral desde una altura de 62 metros y con una anchura de 25 metros, formando la cascada de SKÓGAFFOS. El color esmeralda con el que se cubren sus laderas en el corto verano, es espectacular. Tras la cortina de agua, cuenta una saga, que se ocultaría un tesoro, dejado por el primer colono vikingo en la región: Þrasi Þórólfsson.




Dyrhólaey significa la Isla del Arco en la Colina y da nombre a esta península de lava de 120 metros de altura con una vertiginosa pared vertical sobre el mar. El muro está horadado y las olas lo atraviesan bajo el arco, que da nombre al paraje, al que algunos también llaman “el agujero del viento”. Aquí anidan los frailecillos, puffins o lundis en islandés.




Reynisfjara, o playa de Vik , es una playa de arena negra con columnas de basalto y una cueva formada por estas curiosas formaciones de basalto retorcido. Ha sido elegida como una de las diez playas mas bellas de la tierra. Este paisaje les sonará a los cinéfilos, ya que, recientemente se rodó la película NOE. Enfrente de la playa se encuentran los pináculos marinos de Reynisdrangur, que según la leyenda, son los cuerpos de tres "trolls" gigantescos petrificados al sorprenderlos el amanecer y los primeros rayos de sol, cuando iban a conquistar y “saquear” la cercana población de Vik.




Parque Nacional de Skaftafel: Svartifoss (Cascada Negra) tiene una caída de 25 metros y su origen son las aguas del deshielo del glaciar Svnafellsjökull. En el camino de subida , hay otros saltos de agua, como la cascada Hundfoss (cascada de los perros). Svartifoss destaca por estar rodeada de columnas hexagonales basálticas negras, de origen volcánico. Las columnas se formaron por un proceso de cristalización, dentro de un flujo de lava, al enfriarse lentamente. La forma de estas columnas sirvió de inspiración para diseñar la catedral de Reykjavík.




La lengua glaciar Svínafellsjökull es uno de esos paisajes de la naturaleza que te hacen sentir libre y afortunado de estar allí. Pertenece al gigantesco glaciar Vatnajökull. Hay que experimentar la sensación de caminar sobre ellos y oír el crujido del hielo y el gorgojeo de los arroyos del deshielo que discurren bajo nuestros pies por el fondo del glaciar.




Jökulsárlón es un lago de origen glaciar, y el más profundo de Islandia. Lo que hace famoso y curioso al Jökulsárlón es su espejo de aguas gélidas saturado de icebergs de hermosas formas y colores cambiantes, provenientes del glaciar Breiðamerkurjökull. Este lago helado, ha servido de escenario en varios films: James Bond, Tomb Raider, etc






Playa de Jökulsárlón, una playa inhóspita y salvaje, de arena volcánica negra, sembrada de pedazos de hielo transparentes como diamantes gigantes, desgajados de algún Iceberg procedente de la laguna, que van moviéndose y esculpiéndose por las olas de mar.




Fjaðrárgljúfur es una garganta excavada por un lago glacial hace miles de años y el hoy poco caudaloso río Fjaðra esculpió uno de los cañones más espectaculares de Islandia, de más 100 m de profundidad, enmarcado por un paisaje único, exuberante y sublime. Aquí se rodaron capítulos de Juego de Tronos.





Landmannalaugar, Parque Natural de Fjallabak, en las inhóspitas tierras altas del interior. Es un área esculpida por la intensa actividad volcánica de la zona, repleta de valles, ríos, lagos, campos de lava y montañas de diversos colores y texturas.






La sensación es de caminar dentro de una ilustración de un cómic, a todo color. Bosques de trolls petrificados, lagos rojiazules, ríos termales, volcanes a punto de explotar, montañas rojas de riolita, y la tierra azufrosa verde, azul y amarilla que expulsa fumarolas malolientes por sus poros: irreal e irrepetible… un sueño.



Hjálparfoss, una doble cascada en la confluencia de dos ríos, no muy alta pero espectacular por el hecho de ser doble y por el bello y mágico entorno en el que se encuentra. También tiene caprichosas formaciones de basalto.




La cascada de Gullfoss tiene dos saltos de agua; el primero en la parte superior con una caída de 11 m. y el que se encuentra en la parte inferior con 21 m. de caída. La roca por donde discurre el río Hvítá se formó durante una época interglacial.




El gran geysir es capaz de lanzar agua hirviendo a mas de 80 metros de altura, pero sus erupciones son muy espaciadas, incluso pasando años entre explosión y explosión. En el terremoto del año 2.000, su chorro llego a alcanzar los 122 metros durante 2 días. A escasos metros encontramos el géiser Strokkur, que arroja aguas hirvientes cada cinco minutos a 20 metros de altura. Mas modesto, pero más constante.




En Þingvellir está el lugar exacto donde convergen la placa tectónica euroasiática y norteamericana. Por la falla que hay entre ellas, discurre el río Öxará. El continente Americano y Europeo se separan en este lugar unos 2 centímetros al año. Se pueden disfrutar de unas estupendas vistas sobre el lago Thingvallavatn (el lago más grande de Islandia), y la exuberante vida natural que lo rodea.




Aquí se constituyó uno de los primeros parlamentos nacionales del mundo, el llamado Alþingi, en el siglo X. Desde el año 930, todas las decisiones importantes de la historia de Islandia se han tomado en Þingvellir. En un farallón hay una bandera de Islandia para indicar el lugar exacto donde se reúne el parlamento. Un enclave majestuoso, donde se siente el movimiento de la tierra y su magia.






Texto : © Pitilingorri (by Rover)
Fotografias : © Pitilingorri (by Rover) & Joseba.








Si queréis poneros en contacto con Roberto Luis García, autor de la entrada, este es su correo. Podeis dejar también como siempre vuestras impresiones en comentarios.