En el año 2012 una vecina del pueblo aragonés de Borja, se prestó voluntariamente, sin pedir permiso a nadie, para restaurar una pintura de la iglesia del Santuario de la Virgen de la Misericordia. Esto se hubiese quedado ahí si no fuese por el desaguisado que hizo del Ecce Homo.


La mujer de 80 años dándose cuenta de que la había estropeado, se confesó, y se organizó un gran revuelo que comenzó en España llegando a todas las partes del mundo.

En la foto que os pongo a continuación podéis ver el progreso de la obra, de izquierda a derecha, como era, como estaba con el paso del tiempo y la restauración. Parece un chiste.


Sin embargo, esta "fallida" restauración ha sido una fuente de ingresos extraordinaria para el pueblo de Borja del que casi nadie había oído hablar hasta la fecha. Mirar si no, los mapas del mundo con las banderas pinchadas de la gente que hemos pasado por allí.

Verdaderamente increíble.
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